El
Papa saluda a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro
Efe. Ciudad del Vaticano.
El Papa Francisco calificó hoy de "escándalo" que exista el
hambre y la malnutrición en el mundo y criticó "el consumismo, el
desperdicio y el despilfarro de alimento" en un mensaje enviado al
director de la FAO, José Graziano da Silva, en ocasión de la Jornada Mundial de
la Alimentación.
En su mensaje, que fue leído hoy durante la celebración de esta jornada en
la sede, en Roma, de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y
Agricultura (FAO), el papa consideró que uno "de los desafíos más serios
para la humanidad es el de la trágica condición en la que viven todavía
millones de personas hambrientas y malnutridas, entre ellas muchos niños".
El Papa Jorge Mario Bergoglio instó a todas las partes de la sociedad a
"afrontar juntos" este problema "para lograr una solución justa
y duradera" y para que "nadie se vea obligado a abandonar su tierra y
su propio entorno cultural por la falta de los medios esenciales de
subsistencia".
Bergoglio hizo notar la paradoja de cómo la globalización permite conocer
las situaciones de necesidad de las personas en todo el mundo, pero sin embargo
"crece la tendencia al individualismo" y a "la indiferencia
tanto a nivel personal como de las instituciones y de los estados, respecto a
quien muere de hambre o padece malnutrición".
"El hambre y la desnutrición nunca pueden ser consideradas un hecho
normal al que hay que acostumbrarse, como si formara parte del sistema. Algo
tiene que cambiar en nosotros mismos, en nuestra mentalidad, en nuestras
sociedades", insto el pontífice argentino.
Para el Papa, es necesario, "hoy más que nunca, educar a la
solidaridad, redescubrir el valor y el significado de esta palabra tan
incómoda, y muy frecuentemente dejada de lado, y hacer que se convierta en
actitud de fondo en las decisiones en el plano político, económico y
financiero, en las relaciones entre las personas, entre los pueblos y entre las
naciones".
"Sólo superando visiones egoístas e intereses de parte, también se
podrá lograr finalmente el objetivo de eliminar las formas de indigencia
determinadas por la carencia de alimentos", agregó.
Pero además, si se consideran las, según datos de la FAO, 1.300 millones
toneladas de alimentos que se desperdician anualmente, Francisco abrió el
interrogante: "Sobre la necesidad de cambiar realmente nuestro estilo de
vida, incluido el alimentario".
Un estilo de vida, agregó, que "en tantas áreas del planeta está
marcado por el consumismo, el desperdicio y el despilfarro de alimentos".
Los datos proporcionados por la FAO indican que, aproximadamente un tercio
de la producción mundial de alimentos no está disponible a causa de pérdidas y
derroches cada vez mayores.
"Bastaría eliminarlos para reducir drásticamente el número de
hambrientos", clamó el Papa.
Para Bergoglio, el "desperdicio de alimentos no es sino uno de los
frutos de la 'cultura del descarte' que a menudo lleva a sacrificar hombres y
mujeres a los ídolos de las ganancias y del consumo".
Ante los datos de 870 millones de personas que sufren hambre y
malnutrición, el papa lamentó: "El triste signo de la 'globalización de la
indiferencia', que nos acostumbra lentamente al sufrimiento de los otros, como
si fuera algo normal".
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