"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

lunes, 30 de noviembre de 2020

DECIDIR Y SER CONSTANTES

En la pequeña escuela rural había una vieja estufa de carbón muy anticuada. Un chiquito tenía asignada la tarea de llegar al colegio temprano todos los días para encender el fuego y calentar el aula antes de que llegaran su maestra y sus compañeros.

Una mañana, llegaron y encontraron la escuela envuelta en llamas. Sacaron al niño inconsciente más muerto que vivo del edificio. Tenía quemaduras graves en la mitad inferior de su cuerpo y lo llevaron urgente al hospital del condado.

En su cama, el niño horriblemente quemado y semi inconsciente, oía al médico que hablaba con su madre. Le decía que seguramente su hijo moriría que era lo mejor que podía pasar, en realidad -, pues el fuego había destruido la parte inferior de su cuerpo.

Pero el valiente niño no quería morir. Decidió que sobreviviría.

De alguna manera, para gran sorpresa del médico, sobrevivió.

Una vez superado el peligro de muerte, volvió a oír a su madre y al médico hablando despacito. Dado que el fuego había dañado en gran manera las extremidades inferiores de su cuerpo, le decía el médico a la madre, habría sido mucho mejor que muriera, ya que estaba condenado a ser inválido toda la vida, sin la posibilidad de usar sus piernas.

Una vez más el valiente niño tomó una decisión. No sería un inválido.

Caminaría. Pero desgraciadamente, de la cintura para abajo, no tenía capacidad motriz. Sus delgadas piernas colgaban sin vida.

Finalmente, le dieron de alta.

Todos los días, su madre le masajeaba las piernas, pero no había sensación, ni control, nada.

No obstante, su determinación de caminar era más fuerte que nunca.

Cuando no estaba en la cama, estaba confinado una silla de ruedas.

Una mañana soleada, la madre lo llevó al patio para que tomara aire fresco.

Ese día en lugar de quedarse sentado, se tiró de la silla. Se impulsó sobre el césped arrastrando las piernas.

Llegó hasta el cerco de postes blancos que rodeaba el jardín de su casa. Con gran esfuerzo, se subió al cerco. Allí, poste por poste, empezó a avanzar por el cerco, decidido a caminar.

Empezó a hacer lo mismo todos los días hasta que hizo una pequeña huella junto al cerco. Nada quería más que darle vida a esas dos piernas.

Por fin, gracias a las oraciones fervientes de su madre y sus masajes diarios, su persistencia férrea y su resuelta determinación, desarrolló la capacidad, primero de pararse, luego caminar tambaleándose y finalmente caminar solo y después correr.

Empezó a ir caminando al colegio, después corriendo, por el simple placer de correr. Más adelante, en la universidad, formó parte del equipo de carrera sobre pista.

Y aun después, en el Madison Square Garden, este joven que no tenía esperanzas de sobrevivir, que nunca caminaría, que nunca tendría la posibilidad de correr, este joven determinado, Glenn Cunningham, llegó a ser el atleta estadounidense que ¡corrió el kilómetro más veloz el mundo!

Moraleja:

Haz lo que puedas y Dios hará lo que no puedas.

 


 

 

 

domingo, 29 de noviembre de 2020

EL CARPINTERO

Un carpintero ya entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su Jefe de sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y disfrutar de su familia.

Él iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse.

Ellos superarían esta etapa de alguna manera.

El Jefe sentía ver que su buen empleado dejaba la compañía y le pidió que si podría construir una sola casa más, como un favor personal. El carpintero accedió, pero se veía fácilmente que no estaba poniendo el corazón en su trabajo.

Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una desafortunada manera de terminar su carrera.

Cuando el carpintero terminó su trabajo y su Jefe fue a inspeccionar la casa, el Jefe le extendió al carpintero, las llaves de la puerta principal.

"Esta es tu casa, dijo, es mi regalo para tí."

Qué tragedia! Qué pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera totalmente diferente. Ahora tendría que vivir en la casa que construyó "no muy bien" que digamos!

Así que está en nosotros. Construimos nuestras vidas de manera distraída, reaccionando cuando deberíamos actuar, dispuestos a poner en ello menos que lo mejor. En puntos importantes, no ponemos lo mejor de nosotros en nuestro trabajo.

Entonces con pena vemos la situación que hemos creado y encontramos que estamos viviendo en la casa que hemos construido. Si lo hubiéramos sabido antes, la habríamos hecho diferente.

Piensen como si fueran el carpintero. Piensen en su casa. Cada día clavamos un clavo, levantamos una pared o edificamos un techo. Construyan con sabiduría. Es la única vida que podrán construir. Inclusive si solo la viven por un día más, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad.

La placa en la pared dice:

"La Vida Es Un Proyecto de Hágalo Usted Mismo".

Quién podría decirlo más claramente? Su vida ahora, es el resultado de sus actitudes y elecciones del pasado. Su vida mañana será el resultado de sus actitudes y elecciones hechas HOY!

"Los únicos errores que cometemos en la vida son las cosas que no hacemos."

 


 

 

 

sábado, 28 de noviembre de 2020

CUANDO LLORAN LOS ÁNGELES

-Yo creía que las personas eran seres especiales enviados por Dios a la tierra para amarse y crecer juntos.

-Creía que el amor era una moneda corriente de gran valor en el mundo y todos ganaban lo suficiente como para dejar de ser egoístas y ahorraban sonrisas para invertirlas en los amigos y en sus almas.

-Creía que las personas habían hecho un monumento en cada ciudad como una obra compartida, un recuerdo para los hijos y no como símbolo del orgullo y vanidad.

-Que la electricidad era producida por ríos y vientos para beneficio de todos sus hermanos.

-Creía que los niños eran dones preciosos de la tierra y que todos los amaban porque eran la promesa de un mundo mejor, nunca pensé que había gente que los abandonara o no los quería. Pensaba que todos los días había alguien dispuesto a hacerlos felices.

-Yo miraba el mundo desde las nubes y corría entre las estrellas, loco de contento tratando de hacer feliz a alguien. Amaba tanto a las personas que siempre buscaba la forma de ayudarlos en sus pedidos.

-Creía que el mundo era un hermoso globo floreciendo en el espacio, lleno de cosas buenas y maravillosas. No me imaginé que había seres con pensamientos tan egoístas, tan insolentes y desagradecidos, y aprendí bien qué es eso... tonto de mi... no lo había visto antes.

-Cuando llegue a estos sitios quise reír, pero un golpe me hizo llorar. Así me recibió el mundo, tan solo el abrazo de mi madre calmo el dolor. Crecí en esta tierra, respirando este aire y alimentándome de lo que ella da. Aprendí a amar a los árboles, que tienen tantas historias para contar, a las plantas que crecen por todos lados y tienen tan buenos sentimientos. Aprendí a amar a los animales que tienen una conciencia un poco más limitada que los seres humanos, pero sus sentimientos son tan plenos... tan simples.

-Aprendí que existe la envidia, el egoísmo, la guerra... el racismo que es una odiosa forma de insultar a la Creación de Dios. Aprendí como se denigran las personas y buscan su propia destrucción por un interés transitorio, más ellos piensan que son tesoros eternos, tratan de lograr sus objetivos sin importarles nada acerca de otros seres que viven en inferioridad de condiciones y muchas veces esas personas no tienen qué comer.

-Aprendí lo que es el orgullo, la maldad, la insolencia, la avaricia, el desprecio, la burla, la marginación, la mentira, la violencia, la degradación, los tormentos internos, el egoísmo, la soberbia, la hipocresía y... el olvido...

-Aprendí tantas cosas feas, tantas cosas que yo no había visto desde allí... aprendí a cada paso viviendo cada una de esas cosas, sintiendo en mi piel correr el ácido de la pobreza humana, llorando, cayéndome y volviéndome a levantar. Respirando profundo, mirando el cielo azul de todos los tiempos, viví. Viví a cada momento un trozo de la historia, buscando calmar el ánimo y mejorando mis días, siempre tratando de encontrar una explicación en ojos de cristal... de las personas que veo a diario y sin embargo no asumen su rol en el divino porvenir, no se dan cuenta de su importancia en el relato de la vida, entonces sufren, pelean, reclaman, gritan, y piensan que a nadie les importan, porque los otros también están haciendo lo mismo.

-Cada uno trae a este mundo una misión que cumplir. Hay algunas misiones que son familiares y te enseñan a caminar, otras, te enseñan a volar, hay quien viene para educar, otros para tan solo amar, hay tantas misiones como seres humanos existen, son tantas las cosas maravillosas que cada uno debe descubrir... pero cuesta aprender y "ver" lo que los ojos del alma ven.

-En cada pedacito de tiempo lloramos un poco por muchas cosas difíciles y nos sentimos impotentes ante la crueldad, pero la misión debe continuar, con mucho peso sobre los hombros, debemos seguir, tal vez en el camino encontremos la luz de las estrellas que brillan recordándonos de dónde venimos.

-Yo traje a este mundo una misión... abrir una puerta, una puerta al infinito para que tus ojos vean la maravilla del poder del Ser y que dejen atrás lo que fue, lo que no estuvo bien. Me ha costado grandes aflicciones caminar entre santos y burlones, y después de todo he decidido llegar a tu corazón sencillo, ese que tantas veces vi en mis sueños, ese ser luminoso que espera una respuesta llamado TU.

-Yo vine a abrir una puerta y que veas la maravilla de las estrellas y que sepas que ¡todo en el universo tiene conciencia! El universo piensa, ama y siente tal como tú. Dios no es una idea nacida de la razón por la razón y ante la necesidad de justificación. Dios es el centro mismo de todo el universo, es una conciencia tan grande, tan gigantesca que jamás podríamos atraparlo con la razón y la lógica, pues no se subordina a nuestros pensamientos, son nuestros pensamientos que están subordinados a Él. Si esto no sucede, si el pensamiento no se orienta a su origen divino, es como un cometa errante que en cualquier momento desaparecerá pues su destino fue ese y nada más, tan solo ha tenido la suerte de conocer algo de la maravilla del vivir, y aún así Dios puede tomarlo con su infinito amor y volverlo una luz en el camino para guía de quienes estén en situaciones similares.

Dios no te juzga porque tengas dinero, o porque quieras conseguirlo. Te juzga porque por omisión no haces nada por aquellos a los que le falta el pan, un abrigo o una palabra de amor. Porque tú no eres superior a nada en este mundo, una planta, un árbol, un río, un animal vale tanto como tú.

Y tú vales tanto como tu conciencia te representa ante Dios. De acuerdo al contenido de tu conciencia será el peso y el brillo que tengas ante El.

-Si en tu interior faltan muchos árboles, deben ser los que cortaste y no repusiste, si en tu interior falta palabras de agradecimiento es porque nunca has ayudado a nadie, si en tu interior falta amor, es porque nunca has amado a nadie. Todo lo que falta son como agujeros vacíos en el campo luminoso de tu ser. Y si nunca has sabido llenar esos vacíos con amor, y no se lo muestras Dios, es porque nunca te has preocupado en obtenerlo.

-Eso quiere decir que le lleves amor recogido en tu camino, agradecimientos y bondad que hayas tenido en la vida. Ese es el poder que te dignifica ante Sus ojos y no otro. Todos recogemos en el camino un poquito del poder de Dios. El lo ha dejado allí en infinitas formas. Solo es cuestión de reconocer en cada cosa su maravillosa mano y ..... detrás su inmenso bondad.

-Déjame saber que me he equivocado. Te prometo que no diré nada a nadie, salvo a Dios, que cuando me pregunten cómo es la Tierra, diré que es lo mejor. Déjame saber que todo ha sido un error, déjame ver algo hermoso e inteligente, la sabiduría acumulada por milenios que brota del corazón, déjame entender que cuando los ángeles lloran es porque han tenido un mal sueño.

-Ven, toma mi mano, dame la tuya. Vamos a realizar buenas obras, en tu casa, con tus amigos, en tu trabajo, en todos tus tiempos, déjame ver con ojos amigos que eres una buena persona. A cambio te prometo un viaje infinito, sobre millones de estrellas que adornan los cielos y entibiarán tus pies, yo te prometo un campo de amor perfumado con fragancias divinas y arrullado a tu lado dormirá tranquilo el Señor.

Tú Ángel.........