Álvaro De Juana
Hay
ocasiones en las que no entendemos por qué suceden ciertas cosas, la razón de
que acontezcan determinados hechos en nuestra vida. Nos rebelamos y luchamos
contra estas situaciones y quizás nunca llegamos a encontrarles sentido. Hace
pocos días el Papa Francisco aludió a la necesidad de escuchar a Dios en los
acontecimientos de cada día, en los pequeños detalles y en la historia: «Hay
que saber escuchar a Dios, y dejarse guiar por su voluntad», dijo también. El
siglo XX ha sido una época oscura a causa de la violencia, las masacres y las
persecuciones. Para millones de seres humanos y de forma especial para los
cristianos, un tiempo de enorme sufrimiento. Los 522 mártires que fueron
beatificados ayer en Tarragona así lo acreditan. Pero, son sólo algunos de los
inocentes que han experimentado en primera persona las consecuencias de no
renunciar a la fe. Personas aparentemente corrientes pero realmente
excepcionales, que se mantuvieron firmes y fieles y que en la debilidad y en la
sencillez revelaron una fuerza mayor, dando así testimonio del Evangelio. Ahora
mismo, en nuestros días, en pleno siglo XXI, hay también millones de personas
que son sometidas a una terrible persecución por el mero hecho de ser
cristianos. Podemos decir que son los inocentes de nuestro tiempo. Inocentes
que apenas hacen ruido y que tampoco llaman la atención, pero que están ahí, a
la espera de alcanzar quizás algún día el martirio y de que nosotros
descubramos su rostro. Es también aquí donde hay que escuchar y saber discernir
lo que Dios quiere y así, como dijo ayer el Papa, salir de nosotros mismos,
dejar atrás el egoísmo, la pereza y la tristeza. Los nuevos beatos
comprendieron por qué les sucedió aquello, por qué les persiguieron para
después asesinarles, a lo que respondieron con amor y sin oponer resistencia.
Es más, murieron tranquilos, confiados en Dios, con la certeza de que ésa era
su voluntad. Dentro de algunos años asistiremos con toda probabilidad a una
nueva beatificación de mártires del siglo XX en España. Será una nueva ocasión
para recordar lo que significa ser cristiano y dar la vida hasta el extremo por
amor. Un momento para mostrar otra vez al mundo que se puede ser cristiano
incluso en los momentos más oscuros y, curiosamente, más sublimes, de la vida.
Enlace articulo Original: http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/3961310/religion/creyentes-en-la-adversidad#.UluDoaebuM8
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