Autor: José María Murillo Garcia.
Me parece, al menos así lo pienso, que efectivamente hay que ser una persona muy equilibrada para llevar sobre sus hombros la dirección de una nación como la nuestra, con su historia, que diría “diferente por zonas” (hoy Autonomías) nos hemos hecho Nación, con mayúsculas a fuerza de ir uniendo trocitos, hasta que descubrimos un nuevo mundo y eso nos ayudó a vivir con más holgura y sobre todo el aumento de espacio, creo, diluia los problemas caseros. Pero este episodio nos hizo además de variados, grandes.
Con este preámbulo, y sin ganas de alargarnos, llegamos al 2024 y en el tenemos como Presidente de esta Nación a un señor que me parece no se dio cuenta de lo que la mayoría quería alcanzar, tenia, o mejor dicho tiene su idea de cambio, y es a mi parecer tan respetable como cualquier otra, solamente una cosa, quizás pequeña, pero no por ello menos importante, hay que sentarse con todos, y todos no quiere decir -todos los de tu grupo- no, sino al contrario con todos los que piensan de otra manera, y que su interés sea como el de tu grupo, hacer que Todos vivan mejor, y se respete a todos y todos nos respeten como la Nación que somos.
El lunes, nos contara lo que en estos días ha pensado, pero lo harás sin conectar con los que no son de tu cuerda, habrás hablado con los cercanos, los que te aplauden, pero ¿y el resto?, seguro que muchos descontentos por tu forma de actuar te dirían lo que piensan, no como enemigos, sino porque hay diferentes formas de hacer las cosas.
No sé si nuestro actual presidente, que hoy se encuentra (según él) dolido por la forma de interpretar las actuaciones de su pareja, que por cierto, hay quien las cree poco éticas, para mí con razón. Pero no se le ha ocurrido pensar que con su forma de gobernar hay muchas personas, o familias que han padecido ese mismo dolor y quizás aumentado, personas víctimas de su forma de pactos, de su progresismo y el de sus acólitos, otros por su interpretación de los hechos, viéndolos siempre desde el mismo ángulo, seguro que los hay, sin odio, sin rencor, pero deseando que el presidente de tu Nación vea y estudie todas las posturas. Personas dolidas las hay, y muchas, tan dolidas como dice estarlo él, desde el que llega a España creyendo encontrar pan y techo, o como el que lo tenía y tuvo que marcharse prescindiendo de lo que quería ¿Cuánto habrá sufrido Don Juan Carlos fuera de este reino?