Discursos y homilías del Santo Padre
Un balance del viaje papal: Siembra de
gracia y de savia, vitalidad evangelizadora y sacudida misionera y de
misericordia
En este nuevo viaje papal a Cuba –el
tercero desde 1998, tras los de Juan Pablo II en enero de aquel año y de
Benedicto XVI, en marzo de 2012- ha sido también objeto de análisis y debates
políticos desde posiciones ideológicas, incluso frentistas, excluyentes y
maniqueas. De alguna manera, se han reproducido, en consecuencia, determinados
clichés o lugares comunes, en medio de una extraordinaria expectación
mediática.
Para algunos, Francisco, en este caso
como en su día Juan Pablo II y Benedicto XVI, debería haber plantado cara al
régimen castrista; y para otros, todo lo contrario. Pero no, no es a esto a lo
que viaja un pastor supremo de la Iglesia a una determinada Iglesia local. No
va a hacer política partidista; va a visitar al Pueblo de Dios presente
en el país en cuestión y a acercarse a todas las personas que quieren acoger su
presencia y su palabra.
Los viajes papales son visitas
apostólicas, encuentros pastorales, ocasión, en su suma, para servir el único
Evangelio, que no es el de las ideologías y las banderías, sino el de la
misericordia, la reconciliación, la concordia y la paz. Es, en suma, el
Evangelio de la inclusión, de la apertura, del buscar el bien común y lo que
une, y no lo que separa, a las gentes. Lo dijo claramente Francisco en su
homilía de la misa en la Plaza de la Revolución de La Habana, el domingo 20 de
septiembre: “Nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino
que se sirve a las personas”.
Y el servicio que Francisco ha querido
prestar en su recorrido por las tres principales ciudades de Cuba ha sido, ante
todo, el de la reconciliación, que es una de las misiones principales de la
Iglesia. Ya lo dijo en su discurso en el aeropuerto de la capital cubana, nada
más llegar al país: “El mundo necesita reconciliación”. Cuba necesita
reconciliación, palabra esta última la más repetida por el Papa en su primer
discurso en la isla.
En este sentido, en su saludo al Santo
Padre, al comenzar la misa ya citada del domingo 20 de septiembre, el cardenal
Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, agradeció al Papa su papel en el diálogo
entre Cuba y Estados Unidos de América y abogó para que el proceso de
renovación de relaciones entre ambos países traiga la “anhelada” reconciliación
entre todos los cubanos, de fuera y dentro del país. El purpurado, además, hizo
votos para que el restablecimiento de los vínculos bilaterales alcance “no solo
a los altos niveles políticos” de ambos países, sino “muy especialmente a
nuestro pueblo cubano que vive aquí y en Estados Unidos”. “Solo el amor y el
perdón entre nosotros será un medio válido para una verdadera y pacífica
renovación de nuestra nación”.
¡Claro que Cuba necesita una profunda renovación
política, social, económica y cultural! Pero el camino de esta no puede ser el
de una nueva confrontación y división, sino que debe discurrir –en aras
al bien común y a la paz- por senderos de reconciliación,
integración, perdón y concordia.
Servicio y misión de la Iglesia es
también, por supuesto, evangelizar y testimoniar la misericordia.
“Misionero de la Misericordia” ha rezado el lema de este apasionante viaje
papal, en las vísperas ya del Año Jubilar de la Misericordia. El producto
interior bruto (PIB) de Cuba sitúa al país en el puesto 58 de todo el mundo con
una renta per cápita inferior a los 19.000 dólares anuales. Aunque el número de
bautizados en la Iglesia católica es de cerca del 61%, se estima que solo han
recibido este bautismo como único el 45% de la población –el resto habría
recibido también “bautismos” de otras confesiones y creencias- y el porcentaje
de asistencia dominical a misa apenas supera el 5%. Las posibilidades
evangelizadoras reales de la Iglesia católica en Cuba han mejorado desde 1998,
pero siguen siendo muy precarias y frágiles. Al respecto, Francisco reclamó
para la Iglesia “libertad y todos los medios necesarios para llevar el anuncio
del Reino hasta las periferias existenciales de la sociedad”.
Y, claro, ¡cómo dudar de la siembra de
gracia y de savia y vitalidad evangelizadora y de la sacudida misionera y de
misericordia que un viaje del Papa, como este de Francisco, significan!
Discursos, homilías y oraciones del Papa
Francisco en su visita a Cuba:
- Sábado 19 de septiembre de 2015
El Papa Francisco pide a los periodistas que le acompañan en el vuelo papal,
ser puentes de paz
- Domingo 20 de septiembre de 2015
«Quien no vive para servir, no sirve para vivir».
Homilía del Papa en la Misa en la Plaza de la Revolución de La Habana
La tentación de huir de las cruces
propias y de las cruces de los demás. Angelus del Papa en el 25o.
domingo del Tiempo Ordinario, en La Habana, Cuba
Dios quiere una Iglesia pobre, que se
ponga al servicio de los últimos. Homilía del Papa Francisco a los
sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas en la Catedral de La Habana
No se olviden, sueñen. Palabras del Papa
Francisco a los Jóvenes cubanos congregados en el Centro Cultural P. Félix
Varela de La Habana
- Lunes 21 de septiembre de 2015
La mirada de Jesús. Homilía
del Papa Francisco. Santa Misa en la Plaza de la Revolución de Holguín, Cuba
Oración a la Virgen de la Caridad del
Cobre. Con los obispos y el séquito papal en la Basílica
menor del Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago de Cuba
- Martes 22 de septiembre 2015
Vivir la revolución de la ternura
como María, Madre de la Caridad. Homilía del Papa Francisco, en el
Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre
Las familias no son un problema, son
principalmente una oportunidad. Palabras del Papa las familias en la
Catedral de la Asunción en Santiago de Cuba
Por: Editorial Ecclesia | Fuente: www.revistaecclesia.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario