La oración, la
caridad y la alabanza, con el corazón abierto para que el Señor nos
encuentre.
Autor: SS Francisco
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Fragmento de
la homilía del Papa Francisco en Santa Marta el 2 de diciembre 2013
Prepararse para la Navidad con la oración, la caridad y la alabanza: con el
corazón abierto para dejarse encontrar por el Señor que todo lo renueva.
En el Adviento empezamos un nuevo camino, un "camino de la Iglesia ...
hacia la Navidad". Vayamos al encuentro del Señor, porque la Navidad no
es sólo un acontecimiento temporal o un recuerdo de una cosa bonita.
La Navidad es algo más: vamos por este camino para encontrarnos con el Señor.
¡La Navidad es un encuentro! Y caminamos para encontrarlo: encontrarlo con el
corazón; con la vida; encontrarlo vivo, como Él es; encontrarlo con fe. El
Señor, en la palabra de Dios que escuchamos, se maravilló del centurión: se
maravilló de la fe que el tenia. Él había hecho un camino para encontrarse con
el Señor, pero lo había hecho con fe. Por eso no sólo él se ha encontrado con
el Señor, sino que ha sentido la alegría de ser encontrado por el Señor. Y
este es precisamente el encuentro que nosotros queremos: ¡el encuentro de la
fe!
Pero más allá de ser nosotros los que encontremos al Señor, es importante
"dejarnos encontrar por Él"
Cuando somos nosotros solos los que encontramos al Señor, somos nosotros
-digámoslo, entre comillas - los dueños de este encuentro; pero cuando nos
dejamos encontrar por Él, es Él quien entra en nosotros, es Él el que vuelve
a hacer todo de nuevo, porque esta es la venida, lo que significa cuando
viene Cristo: volver a hacer todo de nuevo, rehacer el corazón, el alma, la
vida, la esperanza, el camino. Nosotros estamos en camino con fe, con la fe
del centurión, para encontrar al Señor y, sobre todo, ¡para dejar que Él nos
encuentre!
Pero se necesita un corazón abierto:¡para que Él me encuentre! Y me diga
aquello que Él quiere decirme, ¡que no es siempre aquello que yo quiero que
me diga! Él es Señor y Él me dirá lo que tiene para mí, porque el Señor no
nos mira a todos juntos, como una masa. ¡No, no! Nos mira a cada uno a la
cara, a los ojos, porque el amor no es un amor así, abstracto: ¡es un amor
concreto! De persona a persona: el Señor persona me mira a mí persona.
Dejarse encontrar por el Señor es precisamente esto: ¡dejarse amar por el
Señor!
En este camino hacia la Navidad, nos ayudan algunas actitudes:
· La perseverancia en la oración, rezar más;
· La laboriosidad en la caridad fraterna,
acercarnos un poco más a los que están necesitados;
· y la alegría en la alabanza del Señor.
Por tanto: la oración, la caridad y la alabanza, con el corazón abierto para
que el Señor nos encuentre.
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"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)
jueves, 5 de diciembre de 2013
Preparar para la Navidad con la oración
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