· Fernando Prado- Director general de Publicaciones Claretianas
J. Beltrán.
–Como editor de «La lista de
Bergoglio» en España, que verá la luz de forma simultánea en España y América,
¿qué faceta vamos a descubrir de Francisco que desconociéramos hasta la fecha?
–Vamos a encontrarnos con una
dimensión que hasta ahora no había sido contada. Es más, si algo se había
comentado era lo contrario: se le había acusado de colaborar con el régimen
durante la dictadura siendo provincial de los jesuitas en Argentina. Nada más
lejos de la realidad. Este libro borra cualquier sombra de duda a partir de una
investigación periodística seria y muestra a un Bergoglio que desde el
silencio, sin buscar protagonismo y con perfil bajo, trabajó para salvar a
muchas personas. Era lo que tenía que hacer en aquel momento. Ayudar lo que
pudo y tratar de no complicar las cosas dentro de su propia casa. Creo que es
su estilo de hacer: no hablar mucho y actuar, aunque ahora, como Papa, le toca
estar muy expuesto mediáticamente. En el libro aparecen muchos testimonios que
hablan en contra de quienes lo acusaron de pasividad incluso con sus propios
hermanos jesuitas. El testimonio del padre Jalics, por ejemplo, habla en este
sentido. Además, el prólogo ha sido escrito por el premio Nobel de la Paz
Adolfo Pérez Esquivel, reconocido activista de los derechos humanos, torturado
en aquellos días y de quien no cabe sospecha en este sentido. Más aún, se
incluye el inédito interrogatorio a Bergoglio en el Proceso ESMA (2010), en el
que el entonces cardenal de Buenos Aires revela incluso las conversaciones que
tuvo con Videla y Massera, dos de los miembros de aquel triunvirato del terror.
–¿Qué le ha llamado especialmente
la atención de los relatos que recoge Scavo?
–Que el Papa ha salvado muchas
vidas, más de las que él piensa, de forma directa e indirecta. Si Bergoglio no
hubiera intervenido poniendo a salvo y ocultando a determinadas personas, no se
sabe cuánta gente podía haber sido torturada, desaparecida, asesinada. La lista
de Bergoglio, como dice el autor del libro, no está completa, porque esto que
te digo no lo saben ni ellos ni el propio Francisco. También me interesa la
discreción con la que el Papa ha llevado estos episodios en su trayectoria.
–Con estos hechos a la espalda,
¿podemos decir que tenemos un Papa especialmente valiente?
– Creo que sí. Es un hombre muy
responsable y la responsabilidad no le echa para atrás. Es un hombre tenaz, sin
duda, con mucha determinación. En aquella época, aun siendo muy joven, le tocó
abordar cuestiones muy complicadas, también a nivel interno en la Compañía. En
aquellos días no era fácil defender a los pobres y trabajar con ellos y no ser
acusado de marxista, de mezclarse en política... Esta confusión afectó a la
Iglesia, a muchos sacerdotes que se dividían en diferentes formas de comprender
la teología de la liberación.
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