Jesús
es Dios, pero desde su lado humano: ¿Cómo puede resistirse a los pedidos de Su
Mamá?
En
los Evangelios queda muy claro que María, con absoluta humildad, ha dejado TODO
el lugar para que sea Su Hijo Dios quien nos regale con Su Vida y Su Palabra,
el ejemplo y el testimonio necesarios para entender como tenemos que vivir
nuestra vida. Por eso es que hay tan escasas referencias a la Madre de Dios en
las escrituras.
¿Porqué entonces María ha acentuado en los últimos siglos su influencia sobre
nosotros, con sus diversas apariciones y manifestaciones? ¿Porqué éste cambio,
frente a la reducida participación directa que Ella tiene en las Escrituras?
La clave está en la Santa Biblia: desde el Génesis al Apocalipsis (del inicio
al fin de las Escrituras) se hace permanente referencia a la Mujer que vencerá
a la serpiente antigua, al dragón. Parece muy claro que en el plan de Dios
María es una puerta fundamental en el camino de lucha contra el mal que invade
al mundo. Mientras satán lucha por arrancarnos de nuestro destino de realeza,
como hijos legítimos del Padre, es un misterio el porqué es una Criatura
"asunta" al Reino de los Cielos (por el poder de Dios) quien debe liderar
semejante batalla.
Es que Jesús y María están unidos en el plan celestial desde el mismo Fíat de
la Creación.
Jesús es Dios hecho hombre, mostrándonos cómo debe ser vivida la vida, como
ejemplo supremo a imitar. El nos redimió con Su muerte en la Cruz. Y con Su
Resurrección, nos reafirmó en la esperanza de la vida eterna, derrotando al
mal.
María, entregada desde su propia Inmaculada Concepción a la Voluntad de Dios,
venció al mal manteniéndose pura en su paso por la vida de criatura. Así, lo
que Adán y Eva no pudieron hacer en el paraíso terrenal (obedecer a la Voluntad
de Dios) lo logra María, como señal de triunfo en la entrega de la Criatura al
querer del Dios Creador.
Así María es la Criatura perfecta que nos muestra como desde un origen humano,
se llega a vivir una vida de total entrega a la Voluntad de Dios, derrotando al
mal.
Ambos, inseparablemente, nos muestran un lado Divino que da testimonio de
nuestra Realeza como hijos de Dios, y un lado humano a través del cual debemos
encontrar el sendero de regreso a la Patria Celestial. Nos muestran como
derrotar al mal.
No hay que olvidar que después de la Ascensión de Cristo, María tuvo un
liderazgo poco visible pero efectivo sobre los apóstoles. Después del Cenáculo,
cuando descendió el Espíritu Santo, todos quedaron unidos en la nueva Iglesia
alrededor de la figura de la Madre de Dios. ¡Como no estarlo!.
Como nos recomendó San Luis de Montfort: nosotros debemos ser los apóstoles de
estos tiempos.
No nos sorprendamos entonces de ver a Jesús y María indisolublemente unidos y
activamente presentes en estos tiempos. Y tampoco de ver a María como
incansable trabajadora, ya que Ella es, por mandato Celestial, Capitana del
Ejército de Luz en la lucha contra las tinieblas que intentan oscurecer los corazones.
María es nuestra embajadora ante la Santísima Trinidad. Es nuestra intercesora
y abogada, defensora de nuestras almas, tolerante frente a nuestras
debilidades, Madre de la Misericordia.
Jesús es Dios, pero desde su lado humano: ¿Cómo puede resistirse a los pedidos
de Su Mamá?
Autor: Oscar Schmidt.
No hay comentarios:
Publicar un comentario