"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

sábado, 5 de octubre de 2013

¡¡Gracias Señor, porque puedo darte gracias!!

¡¡Gracias Amigos!!

Gracias Señor por atender la súplica de tantos grandes amigos y buenos amigos.
Infinitas gracias a todos. 

Me gustaría hacerlo personalmente, pero vuestra grandeza y generosidad me ha desbordado.

Estas personas que pongo a continuación han dejado algún comentario, bajo el anuncio de mi operación de catarata, puede haber alguno repetido, ya que la ha comentado en más de un Grupo. Aquí ven 109 personas.

Mas 83 personas que me han enviado un mensaje privado, razón por la que no pongo sus nombres, 68 lo han realizado mediante correo electrónico 12 por Whatsa y 11 SMS, total 283 personas que al menos han estado pidiendo por mí y encomendándome para que la operación, saliera bien, gracias a Dios así ha sido y todo se va recuperando con normalidad.

Me encantaría saber expresar, con el mismo cariño que todos lo habéis hecho, mi agradecimiento, pero no hay palabras para definirlo, lo único que podría deciros infinitas veces ¡¡Gracias!! 

Tanto las 283 personas, como todos y aquellos que pidieron, pero no hicieron comentario alguno, pues como digo todos estaréis en mis oraciones, porque todos habéis demostrado ser grandes amigos, un gran abrazo para todos y que Dios os colme de bendiciones…Gracias, Gracias. Gracias…

Dejaron comentarios en Facebook:

1  1.   Javier Feijoo Rodríguez
2.  María Isabel Domínguez Tristancho
3.  José Núñez Álvarez
4.  Eduardo José Molina Albarran .
5. Pili Rubio
6.  Amalia Villafaina Muñoz
7.  Emma Alvarez Estevez
8.  Jose Nuñez Alvarez
9.  Salomón Arnáiz
10.             Marisa Fragoso Herrera
11.             Candela Navarro Lorente
12.             Flory Lepiz Solano
13.             Maritza Ramos
14.             Javier Gonzalez Lena
15.             Luli Galíndez
16.             Glez Pastor Antonio
17.             Néstor Mora
18.             Lupe Rodriguez Gallego
19.             Luis Lázaro Pérez
20.             Miguel Cabello
21.             Magda Castillo Caballero
22.             Maria Pilar Gallego Higueras
23.             Isabel Sequedo Bizarro
24.             Ofelia Soucy
25.             Yazz Viva
26.             Encarna Rabanal
27.             Maria Mar Gomez Parejo
28.             Pilar Franco Constantino
29.             Cristina Llano ¡
30.             Jesús Rodríguez Arias
31.             Mario Armando Alvarez Martinez
32.             Francisca Quintana
33.             Pepa Gallardo
34.             José Cintas Rosa
35.             Maria Sequedo
36.             Mayra Ørtiz
37.             Maria Eugenia De Sagone
38.             Anne FFernández
39.             Anne FFernández
40.             Ana María Raffo
41.             Paloma Hammeken Peytral
42.             Lucas Garcia Micharet
43.             Adela Del Valle
44.             Cheli Alvarado
45.             Soniadelas Mercedes
46.             Alfonso Ortiz
47.             Milesio Ruiz Ureña
48.             Milesio Ruiz Ureña
49.             Maria José Antúnez Chacón
50.             Juan Bautista Lopez
51.             Juan Bautista Lopez
52.             Maria Jesus Nieto Berrocal
53.             Pilar Blanco
54.             Juan Guedes
55.             Josefa Garcia Montaño
56.             Miguel Cabezudo
57.             Juan Manuel Minguez Sanz
58.             Alfonso Otegui Mamblona
59.             Rocio Villalba
60.             Alma Rosa Zúñiga
61.             Consuelo Diaz Bueno
62.             Camen Maria Guisado
63.             Angel Molto Garcia
64.             Cristina Mellado
65.             Jose Cuello Florido
66.             Maria Antonieta Fernandez Cano
67.             Jose Ignacio Insunza Dahlander
68.             Maria Beltran
69.             Maria Perez Aranda
70.             Anne Ffernandez
71.             Maria Jose Soler Zambrano
72.             Augusto Pozuelos
73.             Petra Diosdado
74.             Lela Tejedor del Saz
75.             Adela Gonzalez Barnech
76.             Gracia Porras Gijon
77.             Olga Moguel Álvarez
78.             Mercedes Turégano Trujillo
79.             Maribel Nana Arnal Dutrus
80.             Teresa Sánchez Merino
81.             Elena Cruz Garcia
82.             Maria Ruiz
83.             Flor Cantón Yuste
84.             Orando Dios Es Fiel
85.             Concha Rosa Cedres Leal
86.             Tiita Tatí
87.             Mariela Bernardi
88.             Martha Areta
89.             Poli García
90.             Amparo Rodriguez
91.             Nivia Pisaco
92.             Miriam Perez Duran
93.             Maetha Areta
94.             Silvia Carrillo Hernandez
95.             Yajaira Mejia
96.             Ana Solari
97.             Elvia Hernandez
98.             Anduriña Martinez
99.             Carmen Parejo Pernía
100.        Jorge Hector Davila Aranda
101.        Olga Garraza
102.        Martha Areta
103.        Alejandro Marinez
104.        María Eterna Caminante
105.        Isabel Vizcaíno Agúndez
106.        Luisa Alegre Domcel
107.        Ines Gutierrez
108.        Pepa Benavente Sanguino
109.        Julian Perez

Pd. Aún, no estoy en condiciones de utilizar con normalidad el Ordenador, por lo que me iré incorporando de forma paulatina. El alta médica definitiva está prevista para el día 22 del presente mes.

martes, 1 de octubre de 2013

HASTA PRONTO, SI DIOS QUIERE


¡Prepárate! en Octubre, no dejes de rezar el Rosario

Hagamos un alto en nuestro diario vivir. Quince minutos tan solo...y con seguridad que el mundo y "nuestro mundo" será mejor.

Hoy empezamos Octubre y lo celebramos como el mes del rosario.

Rezar el rosario para algunas personas es un tiempo desperdiciado en una letanía de repetidas oraciones, que en la gran mayoría, están dichas de una manera distraída y maquinalmente. Pero no es así. El hecho de ponernos a rezarle ya es un acto de amor a la Madre de Dios. Es una súplica constante y repetida para pedir perdón y rogarle por nosotros y por todos los hombres en el presente y también en la hora de la muerte.

Rezar el rosario es meditar en los Misterios de la Vida de Cristo, de suerte que el rosario es una especie de resumen del Evangelio, un recuerdo de la vida, los sufrimientos, los momentos luminosos y transcendentales y glorificación del Señor, siempre acompañado de los momentos de grandeza de la Santísima Virgen, su Madre, siendo así una síntesis de su obra Redentora.

Rezar el rosario es un método fácil y adaptable a toda clase de personas, aún las menos instruidas y una excelente manera de ejercitar los actos más sublimes de fe y contemplación. El Padrenuestro con el que se empieza cada Misterio es la oración que Cristo nos enseñó y quienes lo han penetrado a fondo no pueden cansarse de repetirlo. En cuanto el Avemaría, toda ella está centrada en el Misterio de la Encarnación y es la oración más apropiada para honrar dicho Misterio. Aunque en el Avemaría hablamos directamente a la Santísima Virgen e invocamos su intercesión, esa oración es sobre todo una alabanza y una acción de gracias a su Hijo por la infinita misericordia que nos mostró al encarnarse en Ella y hacerse hombre para su Misión redentora.

La Santísima Virgen en sus repetidas apariciones , siempre ha sido la súplica más importante que en sus mensajes nos ha dado. Ella nos ha pedido que recemos el rosario. Ella nos lo pide insistentemente porque tiene su rezo un GRAN VALOR. Quiere que repitamos una y otra vez la súplica, la alabanza, con la esperanza puesta en su gran amor por toda la Humanidad.

Tal vez, por lo repetitivo del rezo, como decía Santa Teresa, la "loca de la casa", nuestra mente, se nos vaya de aquí para allá en pertinaz distracción, pero aún así nuestro corazón y nuestra voluntad está puesto a los pies de la Madre de Dios, y esas Avemarías son como el incienso que sube en oscilantes volutas hasta el corazón de nuestra Madre la Virgen Santísima.

Nuestro mundo se está olvidando de rezar. Tenemos fe, creemos en Dios pero no hablamos con El. El mundo actual, ahora más que nunca, necesita de muchos rosarios.

Hagamos un alto en nuestro diario vivir. Quince minutos tan solo...y con seguridad que el mundo y "nuestro mundo" será mejor.


Autor: Ma Esther de Ariño.

lunes, 30 de septiembre de 2013

SCALFARI SÍ TIENE QUIEN LE ESCRIBA

Autor: Pablo Cabellos Llorente

            Han pasado más de cincuenta años desde que García Márquez publicó su novela "El Coronel no tiene quien le escriba",  narración de la historia de un militar jubilado que pasa sus días esperando la carta  anunciadora del cobro de una pensión jamás recibida. Por asociación de ideas, seguramente, he recordado el título de esta novela, al pensar en la carta escrita por el Papa Francisco al fundador del diario italiano La Repubblica, quien de algún modo había expresado la necesidad de respuestas en dos artículos publicados en su periódico haciendo al Papa un rimero de preguntas sobre la Fe a propósito de la encíclica Lumen Fidei. Sin embargo, tal vez Scalfari estuviera menos esperanzado en una respuesta, que llegó, que el Coronel de García Márquez siempre con la expectativa de una contestación nunca recibida.
        El Papa escribe sobre dos circunstancias que hacen necesario y fructífero el dialogo:  la primera  es la separación ente razón y fe derivada de que, a lo largo de los siglos de la modernidad, se produjo una paradoja: la fe cristiana, cuya novedad e incidencia sobre la  vida del hombre desde el principio han sido expresadas precisamente a través del símbolo de la luz, a menudo ha sido calificada como la oscuridad de la superstición que se opone a la luz de la razón. Así, entre la Iglesia y la cultura de inspiración cristiana por una parte, y la cultura moderna de carácter iluminista,  por otra, se ha llegado a la incomunicación. El Papa recuerda que ya el Vaticano II comenzó a romper esa distancia y agradece a Scalfari la oportunidad de diálogo que le ofrece alguien que se define como" un no creyente por muchos años, interesado y fascinado por la predicación de Jesús de Nazaret".
        La segunda circunstancia, para quien busca ser fiel al don de seguir a Jesús en la luz de la fe, viene del hecho de que este diálogo no es un accesorio secundario de la existencia del creyente: es en cambio una expresión íntima e indispensable. Permítame citarle una afirmación en mi opinión muy importante de la Encíclica: visto que la verdad testimoniada por la fe es aquella del amor –subraya– "está claro que la fe no es intransigente, sino que crece en la convivencia que respeta al otro". El creyente no es arrogante; por el contrario, la verdad lo hace humilde, consciente de que, más que poseerla nosotros, es ella la que nos abraza y nos posee. "Lejos de ponernos rígidos, la seguridad de la fe nos pone en camino, y hace posible el testimonio y el diálogo con todos" . Este es el espíritu que anima las palabras que le escribo.
        Francisco escribe mucho más, pero permítaseme detenerme aquí para subrayar, en primer lugar, el modo positivo con el que el Papa busca el encuentro en lo que, de momento, les une: la fascinación por Cristo. Sin renunciar en modo alguno a la fe de la Iglesia, es más, recordándola amablemente cuando es preciso, sale al encuentro de un muy conocido periodista, tanto por su trabajo como por su fama de anticlerical. Es una salida del Papa a las periferias de la fe, un ejemplo de cómo debemos acercarnos, con cariño y respeto a  quienes no profesan nuestra mismas creencias.
        Ya Juan Pablo II y Benedicto XVI buscaron ahondar en la primera de las citadas circunstancias, el distanciamiento entre fe y razón en base al pensamiento  en una Iglesia oscura y supersticiosa. Bastaría recordar el empeño mostrado por Juan Pablo II con la encíclica Fides et Ratio o extraer del enorme caudal del Papa Emérito el esfuerzo realizado en pro de esas justas relaciones en reiterados momentos que tal vez tienen su cumbre en los discursos pronunciados en la Universidad de Ratisbona, ante el Parlamento alemán, en el Colegio Des Bernardins de París y lo manifestado al Parlamento y sociedad británicos.
        Indudablemente, el empeño de Francisco no es nuevo pero lo es la forma. Si Scalfari ha tenido quien le escriba, además ha tenido un remitente absolutamente excepcional. Es la primera vez que un Papa se dirige a un periódico de forma directa. Y de ahí hemos de extraer consecuencias todos los católicos y cualquiera que prefiera el diálogo a la pedrada. Si Francisco habla de salir a las periferias, es muy útil, pero si él mismo lo hace tanto yendo al puerto de Lampedusa donde desembarcan muchos emigrantes ilegales -para denunciar "la globalización de la indiferencia"-, como escribiendo en un periódico de ese talante para tender puentes amables, seguro que algo hemos de cambiar en nosotros, en nuestro modo de acercarnos a la gente, en la manera de exponer positivamente la fe traída por Cristo.

        Ni el diálogo es un accesorio para el católico ni la fe que testimonia el amor puede ser intransigente. Ya escribió Benedicto XVI que no somos poseedores de la verdad sino que, todo caso, la verdad nos posee a nosotros y la ofertamos -saliendo a los caminos- desde la humildad, sin arrogancia, pero saliendo como hace Francisco. Dijo en Brasil que Cristo "no balconea".

JUSTICIA, DERECHO, PAZ

Autor: Pablo Cabellos Llorente
        Vamos a comenzar, una vez más, con la vieja definición de Ulpiano sobre el Derecho: dar a cada uno lo suyo, o por recordar los tres pilares en los que el jurista romano lo apoya: Honeste vivere, alterum non laedere, cuique suum tribuere -Vivir honestamente, no dañar a otros y dar a cada uno lo suyo. Me han venido a la mente estos sabios principios, ante el peligro de agrandar la ya triste guerra en Siria.

        El Papa Francisco no ha dudado un momento en oponerse a la intervención de Estados Unidos y ha convocado para el día en que escribo una jornada de ayuno y oración para rogar por la paz. Me he preguntado en cuál de las tres columnas se apoya el presidente Obama para intervenir en el citado país. ¿Es honesto intervenir sin ninguna autorización internacional en una nación que no es la propia? ¿Quién le ha dotado de tal capacidad? ¿Cómo se asegura que no daña a inocentes? ¿De qué modo decide el derecho que cada uno tiene a recibir lo suyo?

        En el famoso discurso de Benedicto XVI al Parlamento Federal de Alemania, afirmaba que la política debe ser un compromiso por la justicia para crear las condiciones básicas de la paz. Otra forma de actuar abriría la puerta a la desvirtuación del derecho y a la destrucción de la justicia. El Papa emérito citaba una frase fuerte de san Agustín: "Quita el derecho y, entonces, ¿qué distingue al Estado de una banda de bandidos?" Como era evidente, citaba el caso de su propio país en la época nazi.

        Justicia, Derecho y Paz son tres conceptos íntimamente unidos, pero ¿cómo podemos reconocer lo que es justo? ¿Cómo podemos distinguir entre el bien y el mal, entre el verdadero derecho y el derecho sólo aparente? No sin razón, se hacía también estas preguntas el Papa Ratzinger, porque las respuestas son decisivas para la justicia y la paz. Es casi universal la protesta contra los deseos de Obama, pero ¿no hemos relativizado todo de tal modo que cada uno acaba haciendo, y dando por bueno, aquello que le es posible realizar?


        Contrariamente a lo que han hecho otras religiones, el cristianismo nunca ha impuesto al Estado y a la sociedad un derecho revelado. Cosa bien distinta han sido los estados confesionales. Desde la vinculación precristiana entre derecho y filosofía se inició un camino que lleva, a través de la Edad Media cristiana al desarrollo jurídico de la Ilustración, hasta la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Pero se ha perdido el Derecho Natural, considerado algo puramente católico y hasta vergonzoso en el propio término. ¿No estará ahí, en la propia naturaleza humana, la base del derecho a vivir honestamente, no dañar a otros y dar a cada uno lo suyo?

Los ángeles del cielo

Servidores de Dios y amigos de los hombres: así son los ángeles. 


¿Qué son los ángeles? Espíritus que contemplan a Dios y que viven en medio del misterio. Espíritus que participan de la alegría divina y colaboran en sus planes sobre los hombres débiles y necesitados de ayuda y protección.

Por eso los ángeles sufrirán, de algún modo que no podemos imaginar, al ver que hay corazones que se cierran al amor o pierden la esperanza. O se alegrarán profundamente cuando vean que otros corazones lloran por sus pecados e inician el camino del regreso al Amor de Dios.

El Evangelio nos habla de fiestas y gozo entre los ángeles por cada pecador convertido. Cada vida es importante para Dios, es observada por los ángeles, es bendecida de mil formas por compañeros celestes que nos invitan a soñar en el cielo que nos espera.

Dios desea que algunos ángeles intervengan en nuestras vidas. Por eso en la Biblia encontramos la narración de presencias angélicas. Especialmente bella resulta la salida de san Pedro de la cárcel, guiado por un ángel. Ya en la calle exclama fuera de sí: "Ahora me doy cuenta realmente de que el Señor ha enviado su ángel y me ha arrancado de las manos de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos" (Hch 12,11).

Es muy conmovedora la historia de Tobit y de su hijo Tobías, a los que Dios envió el arcángel Rafael. Sólo al final, cuando Tobías ha podido contraer matrimonio con Sarra, y cuando Tobit ha recuperado la vista, los dos descubren que habían sido ayudados por un ángel.

El mismo Rafael les explica cómo había intervenido en sus vidas:

"Cuando tú y Sarra hacíais oración, era yo el que presentaba y leía ante la Gloria del Señor el memorial de vuestras peticiones. Y lo mismo hacía cuando enterrabas a los muertos. Cuando te levantabas de la mesa sin tardanza, dejando la comida, para esconder un cadáver, era yo enviado para someterte a prueba. También ahora me ha enviado Dios para curarte a ti y a tu nuera Sarra. Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presentes y tienen entrada a la Gloria del Señor" (Tb 12,12-15).

Rafael añade inmediatamente, para tranquilizar a sus amigos, estas palabras llenas de afecto: "No temáis. La paz sea con vosotros. Bendecid a Dios por siempre. Si he estado con vosotros no ha sido por pura benevolencia mía hacia vosotros, sino por voluntad de Dios. A él debéis bendecir todos los días, a él debéis cantar. Os ha parecido que yo comía, pero sólo era apariencia. Y ahora bendecid al Señor sobre la tierra y confesad a Dios" (Tb 12,17-20).

Servidores de Dios y amigos de los hombres: así son los ángeles. Las palabras de Rafael nos llenan de alegría y esperanza. Con la ayuda angélica podemos descubrir el amor de Dios y recibir una fuerza concreta, oportuna, en tantas pruebas de la vida.

Por eso hemos de sentirnos invitados a dar gracias a Dios, porque no deja sin recompensa ningún gesto de amor que podamos ofrecer a los hermanos nuestros más necesitados. Porque nos envía, en ocasiones totalmente inesperadas, un ángel que rompa nuestras cadenas y nos lleve a descubrir lo inmensamente bello que es el Amor del Padre de los cielos.


Autor: P. Fernando Pascual LC.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Pedro Casquero Agundez

Carta que ha sido publicada en el Diario regional Hoy de 29 de Septiembre en su sección Obituario, página 27.

Para adaptarla al tamaño máximo admitido, como podrán comprobar, le ha cortado un par de párrafos, que si aparecen en esta que le reproduzco, al ser el original.



Nacido el diez de octubre de 1.951 en Puebla de Obando, pueblo extremeño, que se sitúa en el ámbito de las Sierras de Loriana y el Vidrio a mitad del camino entre las capitales de Cáceres y Badajoz.

Miembro de una familia integrada por cinco hermanos, a quienes siempre permanece unido y lo que le hace ser un gran hijo y un buen hermano. Desde edad temprana comienzan a resaltar sus virtudes y valores que poco a poco lo fueron curtiendo y hacen de él la gran persona, que los que lo hemos conocido, nos sentimos muy muy orgullosos de él.

En el año 1977 contrae Matrimonio con una gran Mujer, Isabel, quien más tarde fue un ejemplo como Esposa y  Madre, fruto de este matrimonio nacen sus dos hijos Conchi y Manuel, este último era un niño muy especial, por el que se desvivieron y fue todo un ejemplo de padres, como el de su hermana Conchi.

Cabe destacar la figura de la Madre, tranquila, fuerte, alegre y entregada plenamente a su hijo Manuel, demostrando una gran capacidad de trabajo. Dios quiso llevárselo en plena juventud, lo que hoy le hará estar al lado de su Padre.

Hace un año su hija Conchi le hizo abuelo, mayor felicidad imposible, estaba pletórico con su linda Nieta.

Su carrera profesional se desarrolla en el Complejo Hospitalario Infanta Cristina, comenzando en el año 1976,  done destaca de principio a fin, es un trabajador incansable, para el no existía horario, cuantas veces en mis guardias localizadas como Informático, he ido a las cinco o las seis de la mañana y allí estaba Pedro trabajando, así y  desde hace ya muchos años, ocupaba el puesto de Jefe de Servicio de Contabilidad, puesto ganado a base de trabajo y de tesón, y no haber abandonado jamás su formación.

Era un hombre muy muy querido por todos los integrantes del Complejo Hospitalario.

Espero y deseo que el Servicio Extremeño de Salud, aun cuando sea a título póstumo,  sepa premiar y distinguir de alguna manera, su entrega total a esa Institución.

Llevaba también la administración de la Farmacia de la Madre de otro gran Amigo, Javier Blanco, desgraciadamente también fallecido. Las cuatro o cinco personas que integran la plantilla de esa Farmacia, lo han querido siempre y lo tenían como algo muy suyo, muy en especial Leonor la joven Farmacéutica a la que él le tuvo siempre, un cariño muy especial, cierto es, que con todo merecimiento.

Pedro tenia, grandes virtudes y valores, entre lo que solo voy a destacar aquellas que de una manera notoria, a todos nos han llamado la atención.

Su humildad, su bondad y algo que sobresalía por encima de todo, era su gran afán de ayudar a los demás, pero sin aspavientos, de una manera lo más silenciosa posible, eso sí, sin escatimar esfuerzo, por ayudar al que fuera, esto fue siempre digno del mayor elogio.

Pedro siempre tenía una sonrisa para regalar, ante cualquier adversidad, siempre sabia sacarle la parte positiva, su carácter tranquilo, su inmensa bondad, hacían sentirte seguro a su lado.

Ese afán de ayudar, se manifestaba también, cuando alguien tenía algún problema y llevado por esa confianza, que todos tenían en él, se le consultaba y el siempre respondía “tranquilo que todo tiene solución”  sus sabios, tranquilos y acertados consejos, te obligaban a ver las cosas de otra manera.

La muerte repentina,  estando de vacaciones en Marbella, concuerda con su humildad, su sencillez y el querer hacer las cosas en silencio, pues como digo, hasta su muerte ha sido así. ¡¡Qué gran persona se nos ha ido!!  ¡¡Qué gran Esposo!! ¡¡Qué gran Padre!! ¡¡Qué gran Abuelo!! Y para mí, ¡¡Inmejorable amigo!!

Su muerte, nos ha quedado a todos aturdidos, con un inmenso dolor, era tan gran hombre, tan inmejorable persona, que deja tal vacío en nuestros corazones,  imposible de volver a llenar.

Decía yo en una carta que le dirigí, al día siguiente de su muerte: “Si pudiéramos hacer una escalera con todas las personas a las que has ayudado, llegaríamos al Cielo.

Pero a Dios no le hace falta la escalera y ya te tiene a su lado y junto a su hijo Manu, a quien tanto quiso, desde aquí, donde tantísimas veces hemos estado juntos y mirando hacia arriba solo me resta enviarte un gran abrazo de todos los que le hemos conocido y decirte: ¡¡¡Pedro seguiremos siendo amigos!!! “

Manuel Murillo Garcia

¡Madre, danos tu mirada!

¡Llevemos al corazón de Dios a través de María, toda nuestra vida, cada día! 
Autor: SS Francisco.


Fragmento de la homilía del Papa Francisco en la Santa Misa en el Santuario de Nuestra Señora de Bonaria. 22 septiembre 2013 


En (Cfr. Hc 1, 12-14) nos muestra a María en oración en el Cenáculo, junto a los Apóstoles, en espera de la efusión del Espíritu Santo (Cfr. Hc 1, 12-14). María reza, reza junto a la Comunidad de los Discípulos y nos enseña a tener plena confianza en Dios, en su misericordia. ¡La potencia de la Oración! No nos cansemos de llamar a la puerta de Dios. ¡Llevemos al corazón de Dios a través de María, toda nuestra vida, cada día!

Jesús nos confía a la custodia materna de su Madre, en cambio, en el Evangelio, acogemos sobre todo la última mirada de Jesús hacia su Madre. Desde la cruz, Jesús mira a su Madre y a ella le confía el Apóstol Juan, diciendo: "Éste es tu Hijo". En Juan estamos todos, también nosotros, y la mirada de Amor de Jesús nos confía a la custodia materna de su Madre. María habrá recordado otra mirada de Amor, cuando era una jovencita: la mirada de Dios Padre, que había mirado su humildad, su pequeñez. María nos enseña que Dios no nos abandona, puede hacer grandes cosas también con nuestra debilidad. ¡Tengamos confianza en Él! Llamemos a la puerta de su corazón.

Encontremos la mirada de María, porque allí está el reflejo de la mirada del Padre que la hace Madre de Dios, y la mirada del Hijo desde la cruz, que la hace Madre nuestra. Y con aquella mirada hoy María nos mira. 

Tenemos necesidad de su mirada de ternura, de su mirada materna que nos conoce mejor que cualquier otro, de su mirada llena de compasión y de cuidado. María, hoy queremos decirte: ¡Madre, danos tu mirada! Tu mirada nos lleva a Dios, tu mirada es un don del Padre bueno, que nos espera en cada encrucijada de nuestro camino. Es un don de Jesucristo en la cruz, que carga sobre sí nuestros sufrimientos, nuestras fatigas, nuestros pecados. Y para encontrar este Padre, lleno de amor, hoy le decimos: ¡Madre, danos tu mirada! Lo decimos todos juntos: ¡Madre, danos tu mirada!

En el camino, muchas veces difícil, no estamos solos, somos tantos, somos un pueblo, y la mirada de la Virgen, nos ayuda a mirarnos entre nosotros de modo fraterno. ¡Mirémonos de un modo más fraterno! María nos enseña a tener esa mirada que busca acoger, acompañar, proteger. ¡Aprendamos a mirarnos, los unos a los otros, bajo la mirada materna de María! Hay personas que instintivamente no tenemos en cuenta, y que sin embargo tienen más necesidad: los más abandonados, los enfermos, aquellos que no tienen de qué vivir, aquellos que no conocen a Jesús, los jóvenes que están en dificultad, que no tienen trabajo. No tengamos miedo de salir y mirar a nuestros hermanos y hermanas con la mirada de la Virgen. Ella nos invita a ser verdaderos hermanos. Y no permitamos que alguna cosa o alguno se interponga entre nosotros y la mirada de la Virgen.

¡Madre, danos tu mirada! ¡Que ninguno nos esconda tu mirada! Nuestro corazón de hijos sepa defenderla de tantas palabras que prometen ilusiones; de aquellos que tienen una mirada ávida de vida fácil, de promesas que no se pueden cumplir. Que no nos roben la mirada de María, que está llena de ternura. Que nos da fuerza, que nos hace solidarios entre nosotros. Digamos todos: ¡Madre, danos tu mirada!

sábado, 28 de septiembre de 2013

El dolor es un reloj

La explicación del dolor, el porqué de la enfermedad, la incógnita del sufrimiento es una: el amor. 


El dolor es un reloj. Es algo lleno de ingenio que sirve para partir el tiempo en una enormidad de trozos pequeños, muy pequeños. Es algo realmente útil, porque con sus dos agujas divide las horas de alegría y las de abatimiento. El dolor puede ser muy perjudicial, si no se vive bien. El dolor es mágico, porque una hora puede transformarse en sesenta minutos de aflicción o en segundos de dicha. 

Examinemos algunos relojes que han dado la hora correctamente. Algunos, al inicio, se retrasaron. Pero después han funcionado con la fidelidad del cuarzo. No podría valorar el precio de estos quilates... 

Recuerdo el testimonio del doctor Vallejo-Nágera. Le habían diagnosticado una úlcera de duodeno. Le hicieron volver todos los lunes. Después de una revisión más profunda, le dijeron:-Tienes un cáncer de la cabeza del páncreas-. 
-¿Es operable?
-Por la metástasis en el hígado no lo juzgamos conveniente.
-¿Y quimioterapia?
-Lo hemos consultado y no hay ninguna adecuada.
¿Entonces?
-Esto puede durar unos meses... Podrás llevar una vida de cierta actividad en este tiempo.

Días después mandaron el expediente a Houston, para mayor tranquilidad. No había nada que hacer. Juan Antonio continúo su vida normal, pero en otra dimensión. Hacía menos cosas, pero mejor, con más gravedad. 

Un periodista y amigo suyo recogió el siguiente testimonio: "Religiosamente estaba un poco descuidado. Tenía una buena formación, pero con una práctica moderada. Y, sin embargo, sin ningún mérito por mi parte. Al oír eso del cáncer me vino instantáneamente una gran serenidad y pensé: Dios mío, muchas gracias, me has mantenido hasta los sesenta y tres años con una vida sumamente agradable; he tenido ocasión de situar a mis hijos; ya está casada la menor; no me queda nada importante en la vida por resolver y has hecho el favor de avisarme". 

Otro reloj. Es el caso de "Lolo". ¿Quién sabe si en unos años no lo invocaremos como San Lolo Garrido? Su historia es muy luminosa. A los 22 años, recién terminados sus estudios de magisterio, una enfermedad comenzó a paralizar su cuerpo. Sus días transcurrían en una silla de ruedas. Le entró una fiebre literaria: leía libros y devoraba artículos. Escribió. Cuando se le paralizó la mano derecha, aprendió a escribir con la izquierda. Al perder incluso la sensibilidad en ésta, pidió que la amarraran una pluma a su mano insensible con una cuerdita. Quería seguir escribiendo. Lolo no perdía el buen humor: "Señor, ahí tienes mi pila de revistas. Y si no te valen, que los ángeles las vendan como papel de envolver".

Luego la enfermedad le llegó a los ojos. Al quedar ciego, grababa sus libros. En los últimos 10 años de su vida publicó nueve libros. Su testimonio constituye un canto a la dignidad del dolor y del sufrimiento. Estoy seguro que estas palabras le acompañaron en la cabecera de su lecho de dolor e iluminaban más su alma que las miradas de los visitantes. Estas frases bien valen un marco o una estatua: "¡Señor, líbrame de esta tentación de apreciar el tiempo de la enfermedad como un período estéril y sin valor! Una vida de enfermo no es una vida fracasada. Aceptar mi enfermedad, ofreceros alegremente mi sufrimiento, esto no demanda más que un momento".

La silla de ruedas, la cama. El misterio de encontrarse con uno mismo. El dolor, la enfermedad valen no tanto por lo que quitan, sino por lo que dan.

El dolor es un misterio, como la misma vida de las personas. Nunca lograremos explicarnos totalmente a nosotros mismos, nunca nos comprenderemos. La explicación del dolor, el porqué de la enfermedad, la incógnita del sufrimiento no es una respuesta abstracta. Yo sólo encuentro una: el amor.

No cabe duda de que la enfermedad y el sufrimiento siguen siendo un límite y una prueba para la mente humana, algo así como un tapón para el corazón. Sin embargo, quienes lo han vivido han aumentado su estatura humana.

Todos sufrimos y de muy diversas maneras. La enfermedad y las dolencias se compran en cualquier rincón de nuestro mundo. Uno sufrirá un infarto, otro un cáncer. A alguna la nostalgia y el desaliento le enredarán entre sus telarañas. Los que sigamos, nos haremos viejos. Nos dolerá la espalda, perderemos la memoria... Pero la paz y la vida están seguros. Un Hombre ha roto la piedra del sepulcro y ha dado sentido a la vida. Desde ese momento se han sincronizado todos los "relojes".


Autor: Marcelino de Andrés y Juan Pablo Ledesma

viernes, 27 de septiembre de 2013

En el mundo… el dolor del hombre

Jesús, te quedaste en la Eucaristía, ahí precisamente porque sabías que en el mundo... hay dolor. ¡Vaya que si lo hay! 


Hoy hay sombras en la Capilla...quizá sea porque está atardeciendo...

Tu, Jesús, estás como siempre, silencioso en tu eterna espera....pero tienes el oído atento para todo el que llega, para todo el que te quiere decir algo....penas, anhelos, sueños, alegrías y tristezas....Tu corazón abierto está para quién a ti llega....y yo se que te quedaste ahí precisamente porque sabías que en el mundo... hay dolor. ¡Vaya que si lo hay!

En muchas ocasiones este dolor es provocado por el hombre mismo: terrorismo, rencores, odios, venganzas, ambiciones, ansias de poder con el juego sucio y mal intencionado que no se detiene ante nada y llega hasta el crimen... niños que desean vivir y nunca lo harán. Siembra de dolores que parecería no tener límites...

Pero también el hombre sufre por enfermedades incurables y por cataclismos de la naturaleza: terremotos, tifones, lluvias torrenciales que desbordan ríos y rompen presas, fuegos que empiezan por una chispa y se incrementan destruyendo todo lo que alcanza y esto podría ser una lista interminable de dolor y de muerte que constantemente vemos que hay sobre la tierra.

Y el hombre, todos nosotros, Señor, nos preguntamos ¿por qué?

Y esta es una pregunta difícil de contestar...

En silencio te miro Jesús, cierro los ojos y espero...

Pienso en este Planeta donde vivimos... él es como es....tiene nieves que se desploman y forman aludes, tiene lluvias que desbordan ríos, tienen vientos que por circunstancias atmosféricas se convierten en ciclones, tiene movimientos telúricos de acomodación de su corteza terrestre que a veces son sismos catastróficos y mortales, tiene volcanes que están activos y de hecho han llegado a hacer erupción destruyendo a ciudades enteras.

En ese vaivén de acontecimientos vivimos desde que apareció el hombre sobre el planeta Tierra y sabemos que nuestra existencia está sobre la fragilidad de lo que es hoy y mañana no. 

Pero para todos los sufrimientos hay una luz en el túnel negro y angustiante del dolor... y tu, mi Señor, me lo estás diciendo: Esa luz está en el misterio de tu Cruz. Tu Cruz permanecerá mientras el mundo gire. 

¿Podrías tu Señor, digamos justificarte ante la Historia del hombre, tan llena de sufrimientos, de otro modo que no fuera poniendo en el centro de esa "historia" TU CRUZ?

Tu, además de ser Omnipotente, infinitamente Sabio, infinitamente Justo, no eres el Absoluto y Poderoso que está "fuera del mundo" y al que por lo tanto le es indiferente el sufrimiento humano porque eres... AMOR.

Y por "ese " AMOR, te pones, en libre elección, al servicio de las criaturas.

Si en la historia de la humanidad está presente el sufrimiento, entiendo entonces por qué tu omnipotencia se manifestó con la omnipotencia de la humillación mediante la Cruz. 

Mi amado Jesús Sacramentado, El escándalo de tu Cruz - decía el Papa Juan Pablo II en su maravilloso libro "En el umbral de la esperanza"- sigue siendo la clave para la interpretación del GRAN MISTERIO DEL SUFRIMIENTO, que permanece de modo tan integral a la historia del hombre

Ya ha caído la noche. Yo te miro, Tu me miras.... siento la humedad de las lágrimas en los ojos cuando te digo: 

Gracias, Señor, por esa Cruz... por tu cruz, que nos redime y que nos da la fuerza para seguir...

¡AUNQUE EL DOLOR NOS ALCANCE!


Autor: Ma Esther De Ariño.