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Balance
de la Asamblea Plenaria del Episcopado
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«La
credibilidad nos va en la transparencia económica», aseguró ayer el secretario
general al presentar los presupuestos de la Conferencia Episcopal
Transparencia en los
presupuestos, en la acción. Es el mensaje que lanzó ayer en su segunda
comparecencia, el nuevo secretario general de la Conferencia Episcopal, José
María Gil Tamayo, acompañado del vicesecretario de Asuntos Económicos, Fernando
Jiménez Barriocanal, al presentar los presupuestos del Episcopado para el
próximo año. Es uno de los acuerdos adoptados por la CII Asamblea Plenaria de
la Conferencia Episcopal, reunida desde el lunes hasta ayer. Así, aunque no se
disponen todavía de los datos sobre la última campaña de la declaración de la
Renta, los obispos confían y trabajan sobre la hipótesis de que la Iglesia
recibirá la misma cantidad del año anterior. Con este punto de partida, el
Fondo Común Interdiocesano estará dotado con 231,6 millones, la misma cantidad
que este año, mientras que el presupuesto de la CEE será de 4,4 millones, un
1,5 por ciento más que en 2013.
«Hay un deber de transparencia
y claridad», relató Gil Tamayo, que subrayó como «la credibilidad nos va en
este asunto». Así, recordó que «la Iglesia está en clave de autofinanciación,
no vive del Estado. Lo hace por intermediación de la Administración Pública,
pero se somete a un referéndum anual», explicó en relación a la decisión de los
ciudadanos de marcar la cruz de la Iglesia en su declaración de la renta.
Preguntado por si desde el
Gobierno les ha comunicado ya la inclusión de la Iglesia en la futura Ley de
Transparencia, Jiménez Barriocanal señaló que «no es un tema que se esté
tratando en las relaciones que mantienen los técnicos de Hacienda y los de la
Conferencia Episcopal». Acto seguido, dijo que «nosotros vamos a hacer lo que
se nos diga, pero ya estamos avanzando en esa línea. Se habla de presentar los
presupuestos, una memoria de actividades, someter a revisión estas actividades».
Poco antes, en declaraciones a
Radio Nacional, Gil Tamayo pidió que «el PSOE y otros partidos del espectro
político expresen sus ideas y cumplan sus programas pero dejen de usar a la
Iglesia como bandera para distraer de asuntos que son graves e importantes». En
esta línea, ha pedido que «los experimentos se hagan con gaseosa y no con las
cosas que van bien» en referencia a la intención del Partido Socialista de
modificar los acuerdos del Estado con la Santa Sede. «España lleva una
trayectoria democrática lo suficientemente amplia y los acuerdos que fueron
firmados después de la Constitución y ratificados por el Congreso están dando
resultados», aseguró.
«El inmigrante no es un
peligro»
Asignatura de Religión
Gil
Tamayo justificó la presencia de la asignatura de Religión en el aula desde «el
derecho esencial de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones
en el marco escolar».
Cuchillas en la valla de
Melilla
Preguntado por la instalación
de las cuchillas en la valla de Melilla, el secretario se confesó hijo de
inmigrantes en Alemania, y destacó que «esa no es la manera, habrá que regular
desde el respeto básico y esencial a la vida. El inmigrante no es un peligro.
Nosotros no podemos estar en una cultura del descarte».
El aborto
En relación a la reforma del
aborto, se mostró partidario de «desclericalizar las cosas» y tomar la defensa
de la vida como un derecho humano.
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