Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal. Pero sé paciente, no
pretendiendo que todo te llegue de inmediato. Haz tiempo para todo, y todo lo
que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno. Aprende a esperar el
momento exacto para recibir los beneficios que reclamas.
Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder
apreciar debidamente su dulzura. No seas esclavo del pasado y los recuerdos
tristes. No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y
sufrimientos antiguos. ¡Lo que pasó, pasó!
De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida
hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás. Haz como el sol
que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó.
Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla.
No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.
No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar. No trates que
otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú.
Deja que el amor te toque y no te defiendas de él. Vive cada
día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo. No
sufras por lo que viene, recuerda que "cada día tiene su propio
afán".
Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la
libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. Si tu
felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin
pedirle nada a cambio.
Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo
precioso. Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti. Que tu
alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te
rodean.
La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido,
iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan
a nosotros. Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma,
por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán
iluminados por tu luz.
Trabajo es sinónimo de nobleza. No desprecies el trabajo que te
toca realizar en la vida. El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con
entusiasmo y amor. No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser
bien o mal realizados. Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño y
así te valorarás a ti mismo.
Dios nos ha creado para
realizar un sueño. Vivamos por él, intentemos alcanzarlo. Pongamos la vida en
ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un
alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas. Así, con
otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos. No
te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida, es porque sabe que
tú puedes con ella. El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino
por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino. Tú y sólo tú
escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones
son de lo que se trata la vida. "Que este día sea el mejor de tu vida para
alcanzar tus sueños".
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