Autor: Jose Maria Murillo Garcia
Siempre se dijo, al menos así lo oí yo, que el
gentilicio de los nacidos en Badajoz era pacense, hoy parece que todos se
inclinan por badajocenses. Como no voy a discutir el tema, ya que me da igual
el adjetivo que me asignen, doctores hay que podrán resolverlo, solo quiero
haceros ver algunas cosas en las que pienso, sobre nuestro querido Badajoz.
Y una de ellas, es simple y llanamente, que es
una pena que con lo que tiene esta ciudad, dentro de ella, -sus gentes- no le
acompañe su diríamos, vestido.
Con estar en la frontera, expuesta a
incursiones de uno u otro lado, aquí no hubo ni palacios, ni grandes templos o
edificios emblemáticos, lo mejor de nuestra tierra, como decía antes, los
pacenses o badajocenses, del vestido de presentación, no nos queda más que las
murallas, que un día valieron para una mejor defensa, pero en otro, se pensó, y
no muy acertadamente, que eran un autentico cinturón, que hacia prácticamente
imposible el aumento de zona urbana, después hemos visto que no era así,
también es cierto, que a toro pasado es fácil hacer críticas.
¿Qué podremos hacer hoy, para lucir mejor
nuestro único vestido?
Dar mayor entidad a nuestras murallas.
No restarle la importancia, quedándolas como
las tenemos hoy, totalmente, yo diría enterradas.
Lo podemos ver en lo que queda de la muralla,
a espaldas del palacio de Justicia, y no digamos las que rodean el monumento a
Menacho, ( traseras del Gobierno ) y siguiendo en dirección a San Roque, nos
encontraremos con puerta Pilar, y lo que hoy es Palacio de Congreso, en mis
tiempos, plaza de toros, en esa muralla había unas poternas, cuyas troneras
daban a lo que fue salto de caballos. Pues bien esas troneras estaban a dos o
tres metros del suelo, hoy ni se ven. ¿No es esto quitarle esbeltez a lo
edificado y no presentarlas como en realidad son?
Siguiendo la dirección de puerta Trinidad,
¿Cuántos edificios sobre o contra la muralla? ¿Quién podrá admirarlas si no hay
acceso desde donde se puedan contemplar?
Llegamos a los jardines de la Legión (no sé si
le habrán cambiado el nombre) pero lo cierto, es que con la arboleda que las
oculta no hay forma de ver un paño completo.
Hace muy poco tiempo en los días de invierno
duro, que ha pasado media España, hemos visto casi a diario, las murallas de Ávila,
si, están más completas o enteras, pero sobre todo, delante, tapándolas no hay
nada.
¿No podríamos pedir a nuestra Junta y Ayuntamiento, que se pusieran como meta
dejar al menos las partes que hoy quedan con su primitiva altura y libres de
elementos adosados?
Creo que no es mucho pedir.
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