Invitación a rezar por los que más lo necesitan, por
una mejor convivencia
“¡Qué podamos en esos momentos (de vacaciones de
verano) entender la invitación de Dios a cuidar de este mundo, a hacer de él,
allí donde vivamos, un mundo más cálido, más humano, más fraterno!”. “Recemos
por lo que más lo necesitan, por la paz, por una mejor convivencia entre
nosotros”.
Hasta aquí unas
palabras dedicadas al descanso, al cambio de aires, de actividades, a las
vacaciones de verano. Sorprenden, sobre todo, las palabras de la segunda frase:
esa invitación a rezar por los que más lo necesitan, por una mejor convivencia.
Pero lo que realmente les dan una nueva dimensión es que fueron escritas por el
P. Jacques Hamel días antes de su asesinato, lo que las hacen una especie de
testamento espiritual. Un asesinato por odio a la fe, el pasado 26 de julio, en
pleno corazón de la Francia laica, republicana, progresista…
Esa “vida de
sofá” que llevan muchos cristianos europeos (parafraseando al Papa Francisco en
sus palabras a los jóvenes en Cracovia durante la JMJ), se ha visto abofeteada
con el asesinato del párroco francés. Es de todos conocido que su martirio tuvo
lugar mientras celebraba Misa, y que además era un hombre totalmente dedicado a
los demás, incluidos los musulmanes, a los cuales había cedido un terreno de la
parroquia para que pudieran construir ellos una mezquita para su oración.
No era algo que
se venía venir. Para muchos, el terrorismo era cosa que atacaría al
materialismo laico: centros comerciales, discotecas, paseos marítimos, etc. En
otras palabras, el estilo de diversión Occidental y que, al parecer, tanto
molesta a algunos. Ahora bien, la posibilidad de que algún día los cristianos
como tal o sus templos fueran atacados por terroristas se veía más bien
imposible.
Lo cierto es
que ahora que se ha hecho público la última carta pastoral de este párroco
francés, no tiene desperdicio. Las perlas con las que comienza este artículo
continúan con otras en las que califica las vacaciones de verano como “un
momento para cuidar de los otros, sean quienes sean”. O “un tiempo para
compartir, compartir nuestra amistad, nuestra alegría”.
Toda una
oportunidad para descubrir cómo era el corazón de un sacerdote entregado a su
parroquia. El P. Hamel estaba oficialmente jubilado, pero siguió estando, como
el Buen Pastor, junto a sus ovejas, aunque eso le supusiera dar la vida por
ellas.
A continuación
puedes leer su carta.
El verano,
tiempo de vacaciones.
La primavera ha
sido más bien fría. Si nuestra moral ha estado un poco de capa caída,
paciencia, el verano acabará llegando. Y también el periodo de vacaciones.
Las vacaciones,
un momento para tomar distancia de nuestras ocupaciones habituales. Pero no son
sólo un paréntesis. Es un tiempo de descanso, pero también de renovación, de
encuentro, de compartir, de convivialidad.
Un tiempo de
renovación: algunos se cogerán unos días para hacer un retiro o una
peregrinación. Otros volverán a leer el Evangelio, solos o con otros, como una
palabra que hace vivir la actualidad.
Otros podrán
renacer ante el gran libro de la Creación admirando los paisajes, tan distintos
y tan magníficos, que nos elevan y nos hablan de Dios.
¡Qué podamos en
esos momentos entender la invitación de Dios a cuidar de este mundo, a hacer de
él, allí donde vivamos, un mundo más cálido, más humano, más fraterno!
Un tiempo de
encuentro con los más cercanos, con los amigos. Un momento para vivir algo
juntos. Un momento para cuidar de los otros, sean quienes sean.
Un tiempo para
compartir, compartir nuestra amistad, nuestra alegría. Compartir nuestro apoyo
a los niños, demostrando que son importantes para nosotros.
Un tiempo de
oración, también, atentos a lo que pasará en nuestro mundo en ese momento.
Recemos por lo que más lo necesitan, por la paz, por una mejor convivencia
entre nosotros.
Este será aún
el año de la misericordia. Hagamos que nuestro corazón esté atento a las cosas
hermosas, a cada una de las personas que corren el riesgo de sentirse un poco
solas.
¡Qué las
vacaciones nos permitan llenarnos de alegría, amistad y renovación! Entonces
podremos, mejor equipados, retomar nuestro camino juntos.
¡Buenas
vacaciones a todos!
Padre Jacques
Por: Fernando de Navascués | Fuente: ACC Agencia de Contenido Católico
No hay comentarios:
Publicar un comentario