La Navidad no es solo para una noche y
de esta noche un ratito y tal vez mañana otro poquito. Es mucho más...es todos
los días.
Una vez más hemos limpiado la casa. Hemos pulido los metales, hemos abrillantado
las maderas.
Una vez más hemos sacudido el polvo, hemos encendido las luces...
Una vez más hemos hecho estrellas de papel plateado, hemos colgado
guirnaldas, una vez más está engalanado el árbol de Navidad, una vez más,
Señor, tienen nuestra casa ambiente de fiesta navideña.
Una vez más hemos andado con el vértigo del tráfico, de acá para
allá buscando regalos y una vez más, Señor, hemos dispuesto la mesa y preparado
la cena con esmero... una vez más, Señor...
Y una vez más todo esto pasará y será como fuego de artificio
que se pierde en la noche de nuestras vidas, si todo esto ha sido meramente
exterior. Si no hemos encendido la luz de Tu amor en nuestro corazón. Si
nuestra voluntad no se inclina ante ti y te adora incondicionalmente.
Tu no quieres tibios , ya lo dijiste cuando siendo hombre habitabas entre
nosotros, no quieres "medias tintas", a ratos si y a ratos no.
Trajiste la paz pero también la guerra. La guerra dentro de nosotros mismos
para vencer nuestro egoísmo, nuestra soberbia, nuestra envidia, nuestra gran
pereza para la entrega total.
La Navidad no es solo para esta noche y de esta noche un ratito y tal vez
mañana otro poquito. Es mucho más que eso, es todos los días, todos los meses y
todos los segundos del año en que tenemos que vivir la autenticidad de nuestro
Credo.
Ser auténticos con nuestra Fe no solo es: no robar, no matar, no hacer mal a
nadie. Busquemos en nuestro interior y veamos esos pecados de omisión: el no
hacer el bien, el no preocuparnos de los que están a nuestro lado, del hermano
que nos tiende la mano y hacemos como que no lo vemos, como que no lo oímos...
Veamos si en nuestra vida hay desprendimiento y generosidad o vivimos solo para
atesorar y cuando nos parece que tenemos las manos llenas, las tenemos vacías
ante los ojos de Dios.
Que esta Noche sea Nochebuena de verdad en nuestro corazón. Vamos a limpiar y
quitar el polvo del olvido para las buenas obras. Vamos a colgar para siempre
la estrella de la humildad donde antes había soberbia, vamos a poner una
guirnalda de caridad donde antes había desamor.
Vamos a cambiar nuestra vida interior fría y apática, por una valiente y plena
de autenticidad. Vamos a darte, Señor, lo que viniste a buscar en los hombres
una noche como esta hace ya muchos años: limpieza de corazón y buena voluntad.
Empezamos esta pequeña reflexión con: Una vez más Señor... pues
bien, ya no será una vez más, será: Siempre más, Señor.
Y como es una Noche muy especial, en nuestra primera oración, en nuestra
primera conversación contigo te pedimos:
POR LOS ENFERMOS, POR LOS QUE NADA TIENEN Y NADA ESPERAN, POR LA PAZ EN EL
MUNDO, POR LOS QUE TIENEN HAMBRE, POR LOS QUE TIENEN EL VACÍO DE NO SER
QUERIDOS, POR LOS QUE YA NO ESTÁN A NUESTRO LADO, POR LOS NIÑOS Y LOS JÓVENES,
POR LOS MATRIMONIOS, POR EL PAPA FRANCISCO, POR EL PAPA EMERITO BENEDICTO XVI,
POR LA IGLESIA, POR LOS SACERDOTES.
A TODOS DANOS TU BENDICIÓN EN ESTE AÑO DE LA MISERICORDIA Y PARA TODOS LOS
VISITANTES DE CATHOLIC.NET, UNA MUY FELIZ NAVIDAD.
Por: Ma Esther De Ariño
No hay comentarios:
Publicar un comentario