¿Seré yo quien no los tiene?
La libertad es el valor fundamental del individuo. Nuestros hijos son
personas libres que deben comprender esa facultad como tal para que vivan con
límites que les ayuden a ser felices. Si comprendemos que la libertad
consiste en el desarrollo de capacidades del ser humano para ponerlas al
servicio de la comunidad, heredaremos una sociedad mucho mejor.
No debemos ser el
policía de nuestros hijos que todo lo prohíbe, sino hacerles entender que no
pueden tener todo lo que desean, solo porque sus
demás amigos lo tienen, se debe en todo caso entender que educar con límites no
significa sólo prohibir, sino que los límites nos ordenan, nos dan seguridad,
algo como los carriles de una carretera, que sin ellos, estaríamos inseguros, y
nos desbordaríamos, literalmente. Los padres son los carriles de sus hijos,
los límites que les dan seguridad en la vida.
Los límites no son
exclusivos para los hijos, sino que son útiles para toda persona. Tal vez si
te detuvieras un momento a reflexionar sobre tu vida, podrías comprender la de
tus hijos y así sabrías las necesidades que tienen, para guiarlos sin importar
que seas padre o madre soltera, divorciado o casado.
¿Quién eres? ¿Ya lo
sabes? ¿Qué quieres? ¿Sabes que son los límites?, ¿estás dispuesto a vivirlos
en tu vida?, ¿estás dispuesto a enseñar a tus hijos a vivirlos en su vida?
¿Eres tan honesto que aceptarías que quién no tiene límites eres tú? ¿Estas
consciente de que la libertad absoluta es una mentira?
Te invito a un viaje
de reflexión e introspección en el que ganarás herramientas para encontrar paz
en tu hogar.
Por: Alejandra Diener
| Fuente: www.somosrc.mx
Para leer el
Evangelio de hoy, comentado, por favor pulse aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario