Nuestros
hijos: ¿Verdaderamente se merecen todo? ¿No será mejor que se ganen las cosas?
En nuestros
días es muy común que nuestros hijos sientan que se merece todo sólo por querer
tenerlo. La sociedad nos ha cambiado la escala de valores y nos ha impuesto
que así debe ser.
Pero,
¿verdaderamente se merecen todo? ¿No será mejor que se ganen las cosas?
Aquí están 5
tips para educar a nuestros hijos en el valor de la gratitud.
PRIMERO. ENSEÑALOS A GANARSE LAS COSAS
La sociedad actual ha mal educado a nuestros hijos ya que les ha propuesto que crean que todo lo que quieren lo pueden tener con solo pedirlo y por el hecho de ser nuestros hijos; y que nosotros como papás estamos obligados a dárselos a costa de lo que sea.
La sociedad actual ha mal educado a nuestros hijos ya que les ha propuesto que crean que todo lo que quieren lo pueden tener con solo pedirlo y por el hecho de ser nuestros hijos; y que nosotros como papás estamos obligados a dárselos a costa de lo que sea.
Esto lo han
permeado en la sociedad las grandes marcas que lo único que buscan es el
consumismo y nuestros hijos, que no tienen un conciencia bien formada por su
corta edad, caen en la trampa.
Por eso debemos
enseñarlos a que no todo lo que quieren lo pueden tener en el momento, que es mejor
que las cosas se las ganan con su esfuerzo.
Esto los
hace valorar más las cosas y que por lo mismo sean más cuidadosos con ellas.
¿Cómo se las
pueden ganar? Primero pueden hacer sus labores de casa con más gusto, también pueden ganar puntos extra
haciendo labores extraordinarias como lavar el coche o barrer la calle por
poner un ejemplo.
Yo se que
nuestros hijos no trabajan como para comprarse sus cosas, pero si pueden
ahorrar sus domingos o el dinero que les vayan regalando para contribuir a
obtener lo que quieren, en caso de que sean cosas materiales; porque también
nos pueden pedir cosas como ver un programa en la televisión, comer algo a
deshoras o jugar un videojuego por horas sin fin. Y para eso es mejor ganar
puntos.
¿Por qué les
digo esto? Porque cuando no se dan cuenta nuestros hijos de lo que cuesta
tener las cosas no las agradecen y además, las desperdician.
Si están
pequeños es más fácil por que les puedes inculcar el valor poco a poco y así lo
verán como lo más normal, pero si ya son adolescente podemos hablar con ellos y
hacer un plan de acción juntos para fortaleces su voluntad y lograr que se
ganen las cosas.
Con mis
hijos llegamos a estos acuerdos y los pusimos en una cartulina en un lugar
visible para que no se les olvide y así, cuando logran puntos, los anotan para
llevar la cuenta.
SEGUNDO. ÁRMATE DE VALOR.
En verdad es algo difícil no darles todo lo que nos piden porque seguro habrá una reacción de berrinche o de reclamo pero es muy importante que comencemos con esto lo antes posible. ¡Nunca es tarde para arreglar las cosas!
En verdad es algo difícil no darles todo lo que nos piden porque seguro habrá una reacción de berrinche o de reclamo pero es muy importante que comencemos con esto lo antes posible. ¡Nunca es tarde para arreglar las cosas!
Nuestros
hijos nos deben ver tranquilos y centrados para que no sea un castigo sino que
entiendan que es una virtud lo que se les pide.
Es así que
las acciones que implementamos para inculcar un valor no puede ir rodeadas de
gritos o de castigos.
Bien
recuerdo a una querida amiga que siempre ha sido un ejemplo para mi. Nunca vi
que les gritara a sus hijos, tan sólo les decía “Acuérdate de la obediencia”
o “Acuérdate de la gratitud” con un tono de tranquilidad que convencía. La
verdad es que ahora sus hijos son hombres y mujeres de bien y lo que no les he
dicho es que ella tiene ocho.
Yo lo he
aplicado con mis hijos y he comprobado que obtengo más resultados con éste
método, además de que el ambiente familiar es de mayor tranquilidad.
TERCERO. POR FAVOR Y GRACIAS
Una forma muy buena de comenzar a agradecer las cosas es decirlo, aunque sea por costumbre o por obligación.
Una forma muy buena de comenzar a agradecer las cosas es decirlo, aunque sea por costumbre o por obligación.
Cuando
nuestros hijos están pequeños es muy importante enseñarles a decir las palabras
mágicas, “Por favor” y “Gracias”.
¿Cómo lo
logramos? Primero que nada debemos estar pendientes de que cuando nos pidan
las cosas digan por favor y si no lo hacen debemos tener cuidado de nosotros
decirlo y hacer que ellos lo repitan.
Yo les
repetía la frase completa, por ejemplo, “Me das agua por favor” así nuestros
hijos irán aprendiendo poco a poco.
Con el
tiempo ya sólo les tenía que ayudar completando su frase preguntando “¿Por?”
así ellos completaban con “Favor”. ¡Sólo fue cuestión de tiempo!
Cuando ya
están más grandes, también debemos tener cuidado de corregirlos y de exigirles
que pidan las cosas de buena manera y con las palabras adecuadas, sin olvidar
el “Por favor” y “Gracias”.
A veces
nuestros adolescentes olvidan estas palabras, un poco estimulados por las
hormonas y otras veces por sus amigos que les aconsejan que exijan lo que
quieren.
Es aquí
cuando es muy importante ser amigos de nuestros hijos y así poder platicas
todo esto para evitar que caigan en las trampas de la sociedad consumista.
CUARTO. QUE NO PONGAN SU FELICIDAD EN LAS COSAS
Otro punto importante es que debemos enseñarles a ser felices con lo que tiene y a agradecer a Dios por todo.
Otro punto importante es que debemos enseñarles a ser felices con lo que tiene y a agradecer a Dios por todo.
Debemos hace
conciencia en nuestros hijos que todo lo que tenemos es por gracias de Dios
y que no deben poner su felicidad en las cosas sino en el hecho de que Dios los
ama y nos regala lo que necesitamos, siempre que sea un medio para nuestra
salvación.
Si nuestros
hijos no comprenden esto, es seguro que serán infelices y que harán todo para
conseguir las cosas que quieran no importando que san cosas fuera de la
realidad o que van contra las normas o leyes.
Eso es un
peligro porque entonces estamos haciendo delincuentes en potencia.
La gratitud
con Dios siempre es un freno y nos da la humildad que necesitamos para no
olvidar que somos creaturas dependientes de Dios.
Y un signo
visible de ésta gratitud con Dios es que también sean agradecidos con nosotros
sus papás y con las demás personas.
QUINTO. EDUCA CON EL EJEMPLO
Creo que esto lo escribo cada semana, pero es una realidad y es muy importante que lo tengamos muy claro. Nuestros hijos aprenden más de lo que viven que de lo que escuchan.
Creo que esto lo escribo cada semana, pero es una realidad y es muy importante que lo tengamos muy claro. Nuestros hijos aprenden más de lo que viven que de lo que escuchan.
Por eso
es de vital importancia que nuestros hijos vean que le agradecemos a Dios todo
lo que tenemos, lo bueno y lo malo; así ellos verán como lo más normal ser
agradecidos con Dios y con los demás.
Por: Silvia del Valle | Fuente: www.tipsmama5hijos.com
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