Según lo informo Harvard y Virginia en un estudio.
Según una investigación científica realizada en la Universidad de Virginia
(EE UU), los esposos que van a la iglesia juntos dicen ser “muy felices” o
“extremadamente felices” nueve puntos porcentuales más que aquellos
matrimonios que no van a la iglesia. Los resultados obtenidos son
similares en parejas de raza blanca, negra y latinos.
El estudio confirma el dicho popular de “Familia que reza unida, permanece unida”.Según la investigación académica, llevada a cabo con matrimonios estadounidenses blancos, latinos y negros, fe y vida familiar se apoyan mutuamente.
El estudio confirma el dicho popular de “Familia que reza unida, permanece unida”.Según la investigación académica, llevada a cabo con matrimonios estadounidenses blancos, latinos y negros, fe y vida familiar se apoyan mutuamente.
La investigación
concluye que la práctica religiosa favorece la felicidad, una mayor
estabilidad y un sentido más profundo del significado de la vida familiar,
si los miembros de la familia –especialmente los esposos– comparten la misma
fe.
El 80%,
muy feliz
El estudio, dirigido por el profesor de Sociología W. Bradford Wilcox, muestra que el 80% de las parejas que están unidas en matrimonio religioso practicante se declara al menos “muy feliz”. Mientras que las parejas no religiosas que se declaran felices rondan el 70% de los matrimonios blancos, negros y latinos (ver gráfico).
En el eje vertical, porcentaje de parejas felices. En el horizontal, resultados por grupos (blancos, negros y latinos). En color marrón, parejas que no van a la iglesia. En azul, las que sí van.
Según la investigación
de la Universidad de Virginia, una de las razones de estos resultados es que
la fe promueve el compromiso de fidelidad conyugal. Otra de las causas es
que casi la mitad de las parejas que asisten a la iglesia suelen establecer
amistades con otros feligreses; y las parejas que tienen amigos compartidos en
su iglesia suelen ser más felices que otras parejas. Esto es debido a que
dichas amistades ofrecen modelos de relaciones felices y saludables, además de
apoyo en momentos de dificultad.
La
oración en común ayuda
Por otra parte, los matrimonios en los que los dos cónyuges asisten a la iglesia responden que a menudo rezan juntos, lo cual también está relacionado con la felicidad. Otros estudios anteriores han demostrado que la oración ayuda a las parejas a lidiar con el estrés; les permite tener creencias compartidas y esperanzas para el futuro; y les ayuda a afrontar constructivamente los retos y problemas en su relación y en sus vidas.
El profesor Wilcox ha dirigido la investigación.
W. Bradford Wilcox es
profesor de Sociología en la Universidad de Virginia, director del National
Marriage Project de dicha universidad, profesor visitante del American
Enterprise Institute y miembro senior del Institute for Family Studies. Sus
investigaciones académicas se han centrado en el matrimonio, la paternidad y la
cohabitación. Es autor de numerosos libros, artículos científicos y
colaboraciones para periódicos como The New York Times o The Wall Street
Journal.
Menos
divorcios entre personas practicantes
Disfrutar de un matrimonio feliz no elimina las probabilidades de divorcio, pero sí las reduce de forma significativa. Así se deduce de otra investigación, realizada por el profesor Tyler VanderWeele, de la Universidad de Harvard (EE UU).
Tras realizar un
seguimiento de una muestra de miles de mujeres de mediana edad de Estados
Unidos, VanderWeele concluyó que las mujeres que iban con regularidad a la
iglesia tienen un 47% menos probabilidades de divorciarse que las mujeres que
no suelen ir a la iglesia.
Otras investigaciones
han llegado a conclusiones similares: la asistencia regular a la iglesia se
asocia con una reducción de las tasas de divorcio de más del 30%.
El profesor
VanderWeele ofreció cuatro pistas que explican por qué la práctica religiosa
está ligada a menos divorcio:
1. Las
enseñanzas religiosas suelen explican que el matrimonio es algo sagrado, y que
la boda genera un vínculo importante y perpetuo. Asistir a los servicios
religiosos refuerza este mensaje.
2.
La moral religiosa censura el divorcio. Además, las tradiciones religiosas
suelen tener enseñanzas claras contra el adulterio y la infidelidad conyugal,
las cuales son una de las causas de los divorcios.
3.
Las enseñanzas religiosas a menudo ponen un gran énfasis en el amor y en dar
prioridad a las necesidades de los demás, por encima de las propias. Esto
también suele mejorar la calidad de la vida matrimonial y disminuir las
probabilidades de divorcio.
4.
Con frecuencia, las instituciones religiosas proporcionan apoyo a las familias.
Esto incluye actividades y lugares para que las familias se conozcan y
construyan relaciones; programas para niños, acompañamiento prematrimonial y
matrimonial, retiros y talleres enfocados en construir matrimonios sanos y
felices.
Por: Enrique García Romero | Fuente: Religión en
Libertad
No hay comentarios:
Publicar un comentario