No tomes a la vida como una
carrera. No es la vida una competencia hacia una meta de llegada. Dios no
quiere que llegues a El por lógica inercia o con apuros fanáticos. No quiere
que al final de la vida digas: "solo se trataba de esto y nada más".
No.
La vida es más que la suma de seres vivos, la
vida es un tesoro compartido, un brillante tiempo que ilumina al universo mismo
en cuanto te ha sido dada, porque allí es donde nace la esperanza, donde hay un
soplo de vida cálido, un soplo de eternidad.
La vida es la sonrisa de una madre en el
recuerdo, es la palabra y la mirada de nuestro padre, llena de comprensión y
misterio que nos habla en algún rincón de la memoria. La vida es saber
disfrutar y compartir el cariño inmenso que nos rodea cuando estamos en
familia. Lo comprobamos en alguna fiesta, cuando nace un nuevo integrante,
cuando se casa un pariente. Los ojos llenos de esperanzas, la piel fresca de
alegría. La vida es un abrazo temprano a quienes queremos y un beso sincero en
el encuentro.
Cuando aprendas a ver el corazón de las cosas,
cuando veas con los ojos del alma la razón de lo que no tiene razón, entonces
comprenderás que la vida es más que la suma de sus partes, que es la esencia
misma bailando en el espacio, cantando en el viento, mojándote en la lluvia,
abrigándote en el silencio de una noche fría frente al fuego. Comprenderás que
el otro tiene las mismas inquietudes, los mismos miedos ocultos, que también
siente respeto por algo, que alberga culpas que no logra sacar, sonrisas que no
puede brindar, ganas de ser querido, ¡tantas cosas! .... tantas.... como
también tienes tú.
Verás que el otro es parte de tu vida y tú vives
porque hay otro que vive para verte, que aprendiste muchas cosas, porque otro
te las enseñó. Tus padres, tu escuela, tus amigos, la vida misma. Comprenderás
que la vida es siempre un camino que solo se hace al caminar con la mirada
franca y un beso lejano esperándonos en algún horizonte. Sabrás que transitamos
por un sendero único e irrepetible porque es la huella que vamos haciendo en el
mundo, nuestra marca, nuestra señal, que escribimos en los renglones de un
relato compartido. Y tan solo de nosotros depende un verso mejor, una gran
alegría, una palabra triste, un momento de olvido o una canción de amor, de
nosotros depende elegir la forma de mejorar nuestro rumbo y que cada día sea un
canto al sol.
La vida es para aprender a amar y a perdonar, a
olvidar cuando debemos olvidar, a recordar cuando debemos recordar. La vida es
para ampliar los afectos y reflexionar sobre nuestras vivencias, para que
pensemos en los frutos de nuestros actos y veamos claramente, sin ningún tipo
de adorno ni justificaciones oportunistas lo que hemos hecho en el tiempo y
todavía, si podemos, volver sobre nuestros pasos para cambiar alguna situación.
No ocupes tu tiempo en ver solo el aspecto
negativo de las cosas... sueña, imagina, planea una salida, invita a alguien a
comer a tu casa, da un abrazo y ríete con las personas que sonríen, ama con las
personas que aman, alégrate con quienes te alegren el día, haz las cosas
simples porque en los simple brilla una pequeña luz que se hace fantástica e
inmensa a los ojos de quien atesora ilusiones.
Nunca hagas o digas algo que resulte demasiado
duro a alguien solitario, porque aunque a ti te parezca que en circunstancias
normales, cualquiera lo tomaría con naturalidad, una persona solitaria podría
verse herida mortalmente, pues su mente y su corazón son más sensibles a las
influencias del exterior. Trata de llevarle un motivo de felicidad, un minuto
de alegría, un momento de amor y te lo agradecerá infinitamente.
Sabes, la felicidad es pariente de la belleza y
la belleza es el rostro de la verdad. Cuando descubrimos una verdad,
descubrimos algo bello, y lo bello solo puedo regocijarnos en el alma porque la
verdad y la belleza son atributos de Dios. No pienses en aquello de que la
verdad es "dura", lo duro, feo o desagradable no es la verdad, eso se
llama realidad, la que el ser humano crea todos los días con su insistente capacidad
de nombrar y clasificar las cosas. La verdad es otra cosa, la verdad es el
motivo de la felicidad y la libertad, porque nos libera de fantasmas y dudas al
caminar, porque nos hace bellos si la sabemos cuidar, porque es el final del
camino al que hemos de llegar.
La vida es un encuentro entre Dios y tú.
Disfruta tu tiempo sabiendo que el pasado y el futuro son instantes de una
realidad que se actualiza de acuerdo a tu conciencia, la cual se enciende a
cada instante e ilumina lo que toca, lo que ve y hasta lo que niega.
Recuerda que la vida es más que la suma de seres
vivos, es un tesoro compartido del cual formas parte. Cuando comprendas esto,
llenarás tus pulmones vacíos con un soplo de eternidad y serás uno con la vida,
y la vida te sonreirá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario