"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

jueves, 7 de abril de 2022

PARA PENSARSELO

Hoy tenemos edificios más altos y autopistas más anchas, pero temperamentos más cortos y puntos de vista más estrechos.

Gastamos más, pero disfrutamos menos.

Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas.

Tenemos más compromisos, pero menos tiempo

Tenemos más conocimientos, pero menos criterio.

Tenemos más medicinas, pero menos salud.

Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores.

Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.

Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.

Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.




Tenemos mayores ingresos, pero menos moral....

Estos son tiempos con más libertad, pero menos alegría....

Con más comida, pero menos nutrición....

Son días que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios.

Son tiempo de casas más lindas, pero más hogares rotos.

Por todo esto, propongo que de hoy en adelante;

No guardes nada “Para una ocasión especial”, porque cada día que vivas es una ocasión especial.

Busca a Dios, aprende a conocerle, lee más, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas.

Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos, come tu comida preferida, visita los sitios que ames.

La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es solo para sobrevivir.

Usa tus copas de cristal, no guardes tu mejor perfume, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo.

Las frases “Uno de estos días”, “Algún día”, quitalas de tu vocabulario.

Escribamos aquella carta que pensábamos escribir, “Uno de estos días”.

Digamos hoy a nuestros familiares y amigos, cuánto los queremos.

Por eso, no retardes nada que agregaría risa y alegría a tu vida.

Cada día, hora, y minuto son especiales.


miércoles, 6 de abril de 2022

SOLO SACOS DE TIERRA

El niño vivía con su padre en un valle en la base de un gran dique. Todos los días el padre iba a trabajar a la montaña detrás de su casa y retornaba a casa con una carretilla llena de tierra. «Pon la tierra en los sacos, hijo», decía el padre. «Y amontónalos frente a la casa».

Si bien el niño obedecía, también se quejaba. Estaba cansado de la tierra.

Estaba cansado de las bolsas. ¿Por qué su padre no le daba lo que otros padres dan a sus hijos? Ellos tenían juguetes y juegos; él tenía tierra.

Cuando veía lo que los otros tenían, enloquecía. «Esto no es justo», se decía.

Y cuando veía a su padre, le reclamaba: «Ellos tienen diversión. Yo tengo tierra».

El padre sonreía y con sus brazos sobre los hombros del niño le decía: «Confía en mí, hijo. Estoy haciendo lo que más conviene».

Pero para el niño era duro confiar. Cada día el padre traía la carga. Cada día el niño llenaba las bolsas. «Amontónalas lo más alto que puedas», le decía el padre mientras iba por más. Y luego el niño llenaba las bolsas y las apilaba. Tan alto que no ya no podía mirar por encima de ellas.

Trabaja duro, hijo», le dijo el padre un día, «el tiempo se nos acaba».

Mientras hablaba, el padre miró al cielo oscurecido. El niño comenzó a mirar fijamente las nubes y se volvió para preguntarle al padre lo que significaban, pero al hacerlo sonó un trueno y el cielo se abrió. La lluvia cayó tan fuerte que escasamente podía ver a su padre a través del agua.

«¡Sigue amontonando, hijo!» Y mientras lo hacía, el niño escuchó un fuerte estruendo.

El agua del río irrumpió a través del dique hacia la pequeña villa. En un momento la corriente barrió con todo en su camino, pero el dique de tierra dio al niño y al padre el tiempo que necesitaban. «Apúrate, hijo. Sígueme».

Corrieron hacia la montaña detrás de su casa y entraron a un túnel. En cuestión de momentos salieron al otro lado, huyeron a lo alto de la colina y llegaron a una nueva casita.

Aquí estaremos a salvo», dijo el padre al niño.

Sólo entonces el hijo comprendió lo que el padre había hecho. Había provisto una salida. Antes que darle lo que deseaba, le dio lo que necesitaba. Le dio un pasaje seguro y un lugar seguro.

A veces no entendemos al Padre. Pero el sabe lo que hace. No te quejes de los sacos de tierra que has tenido que cargar. Un día sabrás que Dios estaba trabajando para tu futuro.







martes, 5 de abril de 2022

LA ORACIÓN

La oración ensancha el corazón, hasta hacerlo capaz de contener el don de Dios. Sin Él, no podemos nada».

«Orar a Cristo es amarlo y amarlo significa cumplir sus palabras. La oración significa para mí la posibilidad de unirme a Cristo las 24 horas del día para vivir con Él, en Él y para Él. Si oramos, creemos. Si creemos, amaremos. Si amamos, serviremos».

«Es imposible comprometerse en un apostolado directo, si no es desde una auténtica oración. Debemos tratar de ser uno con el Padre. Nuestra actividad no será verdaderamente apostólica si no le permitimos obrar en nosotros, a través de nosotros, gracias a su poder, a sus planes y a su amor».

«Para que la oración sea realmente fructuosa, ha de brotar del corazón y debe ser capaz de tocar el corazón de Dios».

«Yo estoy perfectamente convencida de que cuantas veces decimos Padre nuestro, Dios mira sus manos, que nos han plasmado... "Te he esculpido en la palma de mi mano"... mira Sus manos y nos ve en ellas. ¡Qué maravillosos son la ternura y el amor de Dios omnipotente!

«Orad sencillamente, como los niños, movidos por un fuerte deseo de amar mucho y de convertir en objeto de propio amor a aquellos que no son amados».

«Debemos ser conscientes de nuestra unión y de convertir con Cristo, así como El tenía clara conciencia de su unión con el Padre».

«La plegaria perfecta no consiste en una palabrería, sino en el fervor del deseo que eleva los corazones hasta Jesús».

«Nuestras acciones sólo pueden producir frutos, cuando son expresión verdadera de una plegaria sincera».

«Frecuentemente nuestra oración no produce efecto por no haber fijado nuestra mente y nuestro corazón en Jesús, por medio de quien únicamente nuestra oración puede ir directamente a Dios».

«"Yo lo miro y El me mira" constituye la perfecta oración.

«Nunca debiéramos ceder a la costumbre de aplazar nuestra oración, sino hacerla con la comunidad».

«El fracaso o la perdida de la vocación proviene también de la desidia en la oración».

«La oración ensancha el corazón delicado hasta el punto de estar en condiciones de acoger el don del propio Dios».

«Dios se compadece de la debilidad pero no quiere el desánimo».

«"En El vivimos, nos movemos y existimos"».

«No basta orar generosamente, hemos de orar con fervor y devoción».

«El conocimiento que comunicamos debe ser el de Jesús crucificado y, como dice san Agustín: "Antes de dejar de hablar a la boca, el apóstol ha de elevar su propia alma sedienta a Dios para luego poder entregar cuanto ha bebido, vertiendo en los demás aquello de lo cual estamos colmados", o como nos enseña santo Tomás: "Aquellos que son llamados a la labor de una vida activa, cometen una grave equivocación si piensan que su compromiso les dispensa de la vida contemplativa. Tal obligación se añade a aquélla y no la hace menos indispensable"».

«La oración que brota de nuestra mente y de nuestro corazón y que recitamos sin necesidad de leer en ningún libro se llama oración mental».

«Sólo por medio de la oración mental y la lectura espiritual, podemos cultivar el don de la oración. La oración mental es una gran aliada de la pureza de alma».

«Los mejores medios para alcanzar un franco progreso espiritual son la oración y la lectura espiritual».

«Si a ustedes les resulta difícil orar, rueguen insistentemente: "¡Jesús ven a mi corazón, ora dentro de mí y conmigo, hazme aprender de Ti cómo orar"».

«La Misa es el alimento espiritual que me sustenta y sin el cual no podría vivir un solo día o una sola hora de mi vida».

«La cosa más importante no es lo que decimos nosotros, sino lo que Dios nos dice a nosotros. Jesús está siempre allí, esperándonos. En el silencio nosotros escuchamos su voz».

«Debemos amar la oración. La oración dilata el corazón hasta el punto de hacerlo capaz de contener el don que Dios nos hace de Sí mismo».

LA ORACIÓN Y EL SILENCIO

«El silencio es lo más importante para orar. Las almas de oración son almas de profundo silencio. Y lo necesitamos para poder ponernos verdaderamente en presencia de Dios y escuchar lo que nos quiere decir».

«Este silencio debe ser tanto exterior como interior, dejando de lado nuestras preocupaciones. Debemos acostumbrarnos al silencio del corazón, de los ojos y de la lengua».

«El silencio de la lengua nos ayuda a hablarle a Dios. El de los ojos, a ver a Dios. Y el silencio del corazón, como el de la Virgen, a conservar todo en nuestro corazón».

«Dios es amigo del silencio, que nos da una visión nueva de las cosas. No es esencial lo que nosotros decimos, sino lo que Dios nos dice y dice a través de nosotros».

«El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz».





lunes, 4 de abril de 2022

La esperanza

Cuando el cielo esté gris: Acuérdate cuando lo viste profundamente azul.

Cuando sientas frío: Piensa en un sol radiante que ya te ha calentado.

Cuando sufras una derrota: Acuérdate de tus triunfos y de tus logros.

Cuando necesites amo : Revive tus experiencias de afecto y ternura.

Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría.

Recuerda los regalos que te han hecho, los besos que te han dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han emanado.

Si esto has tenido lo podrás volver a tener y lo que has logrado, lo podrás volver a ganar.

Alégrate por lo bueno que tienes y por lo de los demás; desecha los recuerdos tristes y dolorosos, no te lastimes más.

Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad.

Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas y vívelas otra vez. Visualiza aquel atardecer que te emocionó.

Revive esa caricia espontánea que se te dio.

Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive el bien.

Allá en tu mente están guardadas todas las imágenes.

Y solo tú decides cuáles has de volver a mirar...

Y así, un día como cualquier otro, decidí triunfar.

Decidí no esperar a las oportunidades, sino yo mismo buscarlas.

Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar la solución.

Decidí ver cada desierto, como la oportunidad de encontrar un oasis.

Decidí ver cada noche, como un misterio a resolver.

Decidí ver cada día, como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival, no eran más que mis propias debilidades.

Y que en ellas, está la única y mejor forma de superarnos.

Aquel día dejé de temer a perder, y empecé a temer no ganar.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.

Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo".

Aprendí que de nada sirve ser luz, si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.

Por eso, desde aquel día, ya no duermo para descansar.

Ahora duermo simplemente para soñar.

No pierdas la esperanza, sobre todo, en los tiempos difíciles.





domingo, 3 de abril de 2022

CONSTRUYE TU VIDA SEMBRANDO AMOR

Lo que siembres tu vida, eso te devolverá, así que elige semillas buenas, riégalas y con seguridad tendrás las flores más bellas.

A lo largo de la historia hemos conocido grandes hombres, hombres que han dejado una huella imborrable, y que su presencia ha marcado la vida de muchas personas; me viene a la mente el Papa Juan Pablo II, ¡quién no recuerda sus palabras, sus gestos, sus miradas! todo nos reporta la presencia de Dios en su vida y cómo todo lo hizo con amor.

Tenemos la figura única e irrepetible de Cristo, que como nos dice el Evangelio "pasó haciendo el bien" (Hch 10, 38), "Él es el Camino la Verdad y la Vida" (Jn 14,6), una vida dedicada a los demás, uscando el bien humano y trascendente de cada hombre, ¡cuántos hombres que conociendo el mensaje de Jesús, se han dedicado a sembrar con amor el bien!, San Francisco de Asís, San Ignacio de Loyola S.I., la Madre Teresa de Calcuta. Hoy nos toca a ti y a mí, por eso te dejo este mensaje, para que lo reflexiones.

La vida es un jardín; lo que siembres en ella, eso te devolverá, así que elige semillas buenas, riégalas y con seguridad tendrás las flores más bellas.

Cada acto, cada palabra, cada sonrisa, cada mirada, es una simiente; cada una tiene en sí el poder vital y germinativo.

A menudo sembrarás llorando, pero ¿quién sabe si tu simiente no necesita del riego de tus lágrimas para que germine?

Piensa que los vientos fuertes harán que tus raíces se hagan más profundas para que tu rosal resista mejor lo que habrá de venir. Y cuando tus hojas caigan, no te lamentes; serán tu propio abono, reverdecerás y tendrás flores nuevas.

¿Rompió el alba y ha nacido el día? ¡Salúdalo y Siembra!

¿Llegó la hora cuando el sol te azota?

¡Abre tu mano y arroja la semilla!

¿Ya te envuelven las sombras porque el sol se oculta?

¡Eleva tu plegaria y Siembra! y cuando llegue el atardecer de tu vida, enfrentarás la muerte con los brazos cargados y una sonrisa de satisfacción.

CADA ACTO, CADA PALABRA, CADA SONRISA, CADA MIRADA ES UNA SIMIENTE. PROCURA SIEMPRE: "UNA SIEMBRA DE AMOR". AL FINAL DE LA VIDA, CUANDO NOS PIDAN CUENTAS, NOS PEDIRÁN CUENTAS DEL AMOR, DE LO QUE HAYAMOS HECHO POR DIOS Y POR NUESTROS HERMANOS LOS HOMBRES.

Autor: P. Dennis Doren L.C.


sábado, 2 de abril de 2022

COMO UN PENTAGRAMA

Pentagrama es una serie de cinco líneas paralelas donde el compositor ubica las notas de la escala musical, compás tras compás, hasta lograr un caminar melódico.

Comentan que un día, Amadeus Mozart, a los cinco años, entusiasmado recorría las teclas del piano, como buscando algo. Se le acerca un conocido y le pregunta: ¿Qué estás buscando? El niño artista le contesta:"Las que armonizan y ubicadas, forman finalmente un hermoso concierto".

Amadeus Mozart, ubicando correctamente las notas musicales, compuso melodías inolvidables. Pero demos un paso más. Si en lugar de notas musicales ubicamos personas, nos damos cuenta que es difícil la convivencia, ponernos de acuerdo en el pentagrama de la vida. Las notas obedecen al talento del genio. Y nosotros, las personas, debemos poner ingenio para liberarnos de ataduras, egoísmo y soledades que provocan disonancias que separan.

Cristo es el que desea organizar pacíficamente toda la creación, dañada por el pecado. Él tiene la misión de reunir a todos, a pesar de tantas diferencias. La desunión aleja a unos de otros, separa a las personas, resquebraja hogares, siembra el desconcierto en los pueblos y naciones.

"La unión hace la fuerza". Juntos, hermanados es más fácil y llevadero.


Recordemos que los tizones separados, nunca harán fogón. La búsqueda de caminos para encontrar la unidad, debe estar presente en nuestro ideal de vida. Hemos progresado en todos los campos, y asombrosamente..."los hombres de hoy hemos aprendido a volar como pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el arte de vivir juntos, como hermanos".

Si cultivamos buenos sentimientos abriremos caminos que llevan a la unidad ya que los intereses mezquinos jamás han logrado uniones duraderas. Cuánto tenemos que progresar en el campo de la convivencia. El desafío que nos lanzó Jesús:"Amaos los unos a los otros", lo hemos trastocado, como decía el inspirado cómico Cantinflas, en "armaos los unos contra los otros".

Comenta el Evangelista San Mateo, que un especialista de la ley, le hizo esta pregunta a Jesús: Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?

Ante esa inquietud capciosa, Cristo respondió:"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y el más importante. Pero hay otro semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Toda la ley y los profetas se fundamentan en estos dos.

Si tomamos en cuenta estas dos orientaciones del Maestro, todo será más fácil.

Raúl Follerau, el apóstol de los leprosos, lo expresa así:"O los hombres aprendemos a amarnos y a comprendernos mutuamente o estamos condenados a desaparecer sin remedio".

En el pentagrama de la vida busquemos las notas que se aman", ubicándonos de tal manera que,

conformemos una sinfonía y así seamos protagonistas en la "Civilización del Amor".





viernes, 1 de abril de 2022

QUIERO Y DEBO, VOLVER A CONFIAR

Adoro mi mundo simple y común.

Tener el amor, la caridad, la solidaridad como base.

La indignación delante de la falta de ética, moral, respeto, prepotencia e injusticia.

Fui criado con principios morales comunes cuando era niño: madres, padres, profesores, abuelos, tíos, vecinos eran autoridades dignas de respeto y consideración. Cuanto más próximos o más viejos, más afecto. Inimaginable responder maleducadamente a los más ancianos, ni a maestros o autoridades. Confiábamos en los adultos porque todos eran padres, madres o familiares de todos los chicos de la cuadra, del barrio, de la ciudad. Teníamos miedo apenas de lo oscuro, de los ratones, de películas de terror.

Hoy tengo una tristeza infinita por todo lo que hemos perdido, por todo lo que los niños un día temerán, por el miedo en la mirada de los niños, jóvenes, viejos y adultos.

Quiero sacar las rejas de mi ventana para tocar las flores.

Quiero sentarme en la vereda y tener la puerta abierta en las noches de verano.

Quiero la honestidad como motivo de orgullo.

Quiero la rectitud de carácter, la cara limpia y la mirada a los ojos.

Quiero la vergüenza y la solidaridad.

Quiero la esperanza, la alegría, la confianza, la fe.

Quiero callarle la boca a quien dice "a nivel de", al hablar de una persona. ¿Qué bien trae el "tener", si se pierde el ser"? ¡Y viva, sí, viva el retorno de la verdadera vida, simple como la lluvia, limpia como un cielo de abril, leve como la brisa de la mañana! Y definitivamente, común, como yo.

Adoro mi mundo simple y común. Tener el amor, la caridad, la solidaridad como base. La indignación delante de la falta de ética, de moral, de respeto, de prepotencia e injusticia.

¿Vamos a volver a ser "gente"? Tenemos una misión, única en nuestra sociedad actual: construir un mundo mejor, más justo, donde las personas respeten a las personas. ¿Utopía? No..., ¿sí?, ¿quién sabe?... Hoy es día para hacer el intento, es el día para marcar la diferencia.




jueves, 31 de marzo de 2022

SIEMBRA

Siembra amor, y recogerás unión,

siembra unión, y recogerás paz,

siembra paz, y recogerás armonía,

siembra armonía, y recogerás ilusiones.

Siembra ilusiones, y recogerás vida,

siembra vida, y recogerás regalos,

siembra regalos, y recogerás alegría,

siembra alegría y recogerás fe.

Siembra fe, y recogerás esperanza,

siembra esperanza, y recogerás confianza,

siembra confianza, y recogerás unidad,

siembra unidad, y recogerás carácter.

Siembra carácter, y recogerás hábitos,

siembra hábitos, y recogerás destinos,

siembra destinos, y recogerás felicidad,

siembra felicidad, y recogerás éxito.

Y con ese éxito, crecerá tu sueño,

con ese sueño, crecerá tu realidad,

con esa realidad, crecerá tu verdad,

y esa verdad, te llevará a Dios.





miércoles, 30 de marzo de 2022

PENSAMIENTOS SOBRE LA CORTESÍA

Las reglas básicas de la cortesía son sencillas:

Alabar siempre lo bueno de los otros, suprimir los reproches, darles importancia a los demás y prestarles atención.

Citar siempre errores propios antes de referirte a los ajenos, así nunca parecerá que presumes de tus virtudes.

Según la educación de las personas que conocemos, de unas deseamos la presencia y de otras deseamos la ausencia.

Tratando con los demás, hay ciertos momentos de emoción. Para convertirlos en cortesía, solo hace falta que sepamos expresar con palabras esa emoción.

Tratar bien a las personas es un tema diario, que se ha de resolver bien todos los días.

Con la cortesía sucede lo mismo que con la bondad. Quienes no la usan, dan la impresión de ignorancia.

Solo llegaremos al corazón de los demás, si les convencemos, en la forma de tratarlos, que reconocemos en algo, su clase o categoría.

La atención de los demás, nos da el límite que hemos de poner a nuestras palabras.

Todo el mundo suele agradecer que nos interesemos, sin exageración, por los pequeños detalles de su vida.

No debemos perder las bellas ocasiones de callar, que a diario nos regala la vida.

La cortesía de la amistad más distinguida, consiste en respetar a los amigos en su ausencia. Este respeto es signo de elegancia.





martes, 29 de marzo de 2022

LOS VERDADEROS MILAGROS

Tres personas iban caminando por una vereda de un bosque: un sabio con fama de hacer milagros, un poderoso terrateniente del lugar y, un poco atrás de ellos y escuchando la conversación, iba un joven estudiante alumno del sabio.

Poderoso: "me han dicho en el pueblo que eres una persona muy poderosa, inclusive puedes hacer milagros".

Sabio: "soy una persona vieja y cansada... ¿cómo crees que yo podría hacer milagros?".

Poderoso: "pero me han dicho que sanas a los enfermos, haces ver a los ciegos y vuelves cuerdos a los locos..... esos milagros sólo los puede hacer alguien muy poderoso".

Sabio: "¿te referías a eso?, tú lo has dicho, esos milagros sólo los puede hacer alguien muy poderoso... no un viejo como yo; esos milagros los hace Dios, yo sólo pido se conceda un favor para el enfermo, o para el ciego ,todo el que tenga la fe suficiente en Dios puede hacer lo mismo".

Poderoso: "yo quiero tener la misma fe para poder realizar los milagros que tú haces..... muéstrame un milagro para poder creer en tu Dios".

Sabio: "Esta mañana ¿volvió a salir el sol?".

Poderoso: "sí, claro que sí!!".

Sabio: "pues ahí tienes un milagro..... el milagro de la luz".

Poderoso: "No, yo quiero ver un VERDADERO milagro, oculta el sol, saca agua de una piedra.... mira hay un conejo herido junto a la vereda, tócalo y sana sus heridas".

Sabio: "¿quieres un verdadero milagro?, ¿no es verdad que tu esposa acaba de dar a luz hace algunos días?".

Poderoso: "sí!!, fue varón y es mi primogénito".

Sabio: "ahí tienes el segundo milagro.... el milagro de la vida".

Poderoso: "sabio, tú no me entiendes, quiero ver un verdadero milagro..."

Sabio: "¿acaso no estamos en época de cosecha?, ¿no hay trigo y sorgo donde hace unos meses sólo había tierra?".

Poderoso: "sí, igual que todos los años".

Sabio: "pues ahí tienes el tercer milagro...."

Poderoso: "creo que no me he explicado, lo que yo quiero...." (el sabio lo interrumpe)

Sabio: "te has explicado bien, yo ya hice todo lo que podía hacer por ti.... si lo que encontraste no es lo que buscabas, lamento desilusionarte, yo he hecho todo lo que podía hacer". Dicho esto, el poderoso terrateniente se retiró muy desilusionado por no haber encontrado lo que buscaba. El sabio y su alumno se quedaron parados en la vereda; cuando el poderoso terrateniente iba muy lejos como para ver lo que hacían el sabio y su alumno, el sabio se dirigió a la orilla de la vereda, tomó al conejo, sopló sobre él y sus heridas quedaron curadas; el joven estaba algo desconcertado.

Joven: "maestro: te he visto hacer milagros como éste casi todos los días, ¿por qué te negaste a mostrarle uno al caballero?, ¿por qué lo haces ahora que no puede verlo?".

Sabio: "lo que él buscaba no era un milagro, era un espectáculo. Le mostré 3 milagros y no pudo verlos.... para ser rey primero hay que ser príncipe, para ser maestro primero hay que ser alumno... no puedes pedir grandes milagros si no has aprendido a valorar los pequeños milagros que se te muestran día a día. El día que aprendas a reconocer a Dios en todas las pequeñas cosas que ocurren en tu vida, ese día comprenderás que no necesitas más milagros que los que Dios te da todos los días sin que tú se los hayas pedido".

Cuando estamos en problemas siempre pedimos ayuda a Dios y eso está bien porque no hay nadie que pueda ayudarnos más que Él, pero pídele la cordura para pensar claramente, la paciencia necesaria para mantenerte tranquilo y actuar bien, la fortaleza necesaria para afrontar los retos y la fe suficiente para seguirlo amando sin importar lo que pase.... Pídele esos milagros, no le pidas simplemente que resuelva tus problemas sólo porque te da miedo afrontarlos por ti mismo...