"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

domingo, 18 de noviembre de 2012

VALORES.


La finalidad principal de los valores es que se constituyen en principios que guían nuestra conducta y decisiones.

¿QUÉ SON LOS VALORES?

Hemos estado hablando de valores y de cómo transmitirlos, pero ¿qué son los valores?

Muchos tenemos dificultad en definirlos. A veces los confundimos con algo que realmente no son. Conviene, pues, dar un breve repaso al tema.

LA FUNCIÓN DE LOS VALORES

Para comprender lo que son, primero es necesario conocer su función.

La finalidad principal de los valores es que se constituyen en principios que guían nuestra conducta y decisiones. Ejercen la función de un mapa.

Decía Aristóteles que la mente humana es como una hoja en blanco que se va llenando conforme vamos adquiriendo conocimientos; esa hoja es como una "copia" del mundo exterior. Esa copia constituye el mapa que guía nuestras acciones, es el modo en que vemos el mundo exterior.

Todos sabemos que el mapa no es el territorio. Un mapa es simplemente una explicación de ciertos aspectos de un territorio. Es una teoría, una explicación o un modelo de alguna otra cosa.

Supongamos que uno quiere llegar a un lugar específico del centro de Querétaro. Un plano de la ciudad puede ser de gran ayuda. Pero supongamos también que se nos ha entregado un mapa equivocado. En virtud de un error de imprenta, el plano que lleva la inscripción de «Querétaro» es en realidad un plano de Celaya. ¿Puede imaginarse la frustración y la inefectividad con las que tropezará al tratar de llegar a su destino?

Se puede entonces trabajar sobre la propia conducta: poner más empeño, ser más diligente, duplicar la velocidad. Pero nuestros esfuerzos sólo lograrán conducirnos más rápidamente al lugar erróneo.

Uno puede asimismo trabajar sobre su actitud: pensar más positivamente acerca de lo que intenta. De este modo tampoco se llegaría al lugar correcto, pero es posible que a uno no le importe. La actitud puede ser tan positiva que uno se sienta feliz en cualquier parte.

Pero la cuestión es que nos hemos perdido. El problema fundamental no tiene nada que ver con la actitud o la conducta. Está totalmente relacionado con el hecho de que nuestro mapa es un plano equivocado.

LOS VALORES SON EL MAPA DE NUESTRAS DECISIONES

Si tenemos el plano correcto de Querétaro, entonces el empeño y el esfuerzo que empleemos es importante, y cuando se encuentran obstáculos frustrantes en el camino, entonces la actitud puede determinar una diferencia real. Pero el primero y más importante requerimiento es la precisión del plano.

Hay dos categorías de mapas en nuestra cabeza:

- mapa del modo en que son las cosas (conocimientos).

- mapa del modo en que debemos actuar ante esas cosas (valores).

En base a esos dos mapas, tomamos nuestras decisiones.

A partir de estos dos mapas, se constituyen dos tipos de educación.

- Educación instructiva: la que transmite conocimientos (cómo son las cosas).

- Educación formativa: la que transmita valores (cómo comportarnos ante las cosas).

Con esos dos mapas mentales interpretamos todo lo que experimentamos.

Por ejemplo, cuando a un muchacho se le ofrece un vaso de tequila en una fiesta de amigos, sus conocimientos le dicen que ese tequila es de buena calidad, de tal marca, que es extraído del agave, que tiene cierto precio, que es embriagante, etc. Ese es su mapa de conocimientos.

Pero su mapa de valores le indica cuál es la actitud que debería tomar ante esa bebida embriagante. "¿Me conviene tomarla?"

El mapa de conocimientos se adquiere en la escuela, en los libros, en Internet, en la televisión, etc. Nuestra mente recibe conocimientos y los guarda en la memoria.

El mapa de valores se va grabando en el alma del niño mediante un proceso de transmisión que, como vimos anteriormente, se centra en el comportamiento.

La madre que dice a su hijo "no debes beber en exceso" está escribiendo en el mapa interior de ese niño una línea que en el futuro le ayudará a tomar decisiones. En la turbulencia de las situaciones complejas de la vida, esa pequeña línea, si está bien grabada, le dará luz para tomar la decisión correcta.

Incluso, si el joven u hombre adulto, en algún momento del camino llegara a perder la ruta, las líneas que la madre grabó en su mapa de niño, le ayudarán a retomar la vía.

GÉNESIS DE LOS VALORES

Todas las percepciones del ser humano van acompañadas de una valoración.

Cada vez que el hombre entra en contacto con algo, no sólo percibe sus características físicas exteriores, sino que realiza de modo espontáneo un juicio de valor. Por ejemplo, cuando vemos un coche por la calle, hacemos una valoración: "¡qué elegante!"

Esas percepciones generan también una demanda silenciosa: "quiero comprar un coche así". El objeto que percibimos nos hace un reclamo, nos llama, por así decirlo, para que tomemos una decisión en relación con él; como si ese coche nos estuviera diciendo "¡cómprame! ¡cómprame!".

Nuestra capacidad de percepción y valoración determina nuestra cultura. Por ello dice Romano Guardini que "la educación de una persona puede medirse por la capacidad de distinguir valores auténticos y falsos, y por la precisión, certeza y fuerza con que responde al grado de valor de cada cosa".

Así pues, el contacto del ser humano con las cosas que le rodean consta de tres pasos:

1. Percepción (capta los elementos físicos externos: color, dimensiones, sonido, etc.). Por ejemplo, un vestido de seda roja.

2. Valoración: hace un juicio de valor positivo o negativo de esa cosa en función de las propias expectativas. Por ejemplo, "ese vestido me vendría muy bien".

3. Demanda: toma una decisión sobre lo que ha percibido y valorado. Por ejemplo, "voy a comprar ese vestido para la fiesta de graduación".

Ahora bien, el ser humano no sólo percibe cosas; también posee la capacidad de percibirse a sí mismo y reconocerse como autor de sus actos. Es capaz, por así decirlo, de objetivarse.

Por su naturaleza espiritual, el hombre es capaz de hacer lo que en filosofía se llama "la vuelta completa". Es decir, una reflexión sobre sus actos que le lleva a reconocerse a sí mismo como autor de los mismos.

Esta auto-percepción va acompañada, como las demás percepciones, de un juicio de valor que invariablemente es este: "¡soy muy valioso!". Todos, por naturaleza, hacemos esta percepción en cuanto tomamos contacto con nosotros mismos.

Esa percepción y valoración genera una demanda silenciosa pero profundamente poderosa, la más poderosa del ser humano: "necesito que me amen por lo que soy, que me respeten, que me tomen en cuenta, que me den mi espacio, que me dejen ser, que me permitan realizarme, ser yo mismo..."

Al igual que sucede con las cosas exteriores, también hace un reclamo silencioso para sí y para los que le rodean.

El contacto del ser humano consigo mismo tiene, pues, el mismo proceso que cuando entra en contacto con las cosas externas:

1. Percepción: "¡soy yo!"
2. Valoración: "¡soy muy valioso!"
3. Demanda: "¡merezco respeto!"

LOS VALORES FUNDAMENTALES.

A raíz de esta percepción nacen los tres valores que son el fundamento de todos los demás:

- Amor (se concreta en necesidad de atención).

- Dignidad (se concreta en igualdad ante los demás).

- Libertad (se concreta en capacidad de autorrealización).

Estas son las expectativas más profundas, exigentes y perdurables que se esconden en las entrañas de la estructura humana.

Todos los seres humanos tenemos estas expectativas. No están sujetas a los altibajos de la moda, del lugar, del tiempo. Se encuentran en un nivel profundo de la personalidad, tanto en la niñez como en la edad adulta.

Estos requerimientos silenciosos llevan consigo un veto: "no soy un instrumento". Ningún ser humano está hecho en función de otro. Todos poseen la misma dignidad, todos tienen un valor intrínseco y único.

De estos tres valores fundamentales, surgen todos los demás: honestidad, caballerosidad, respeto, atención, cuidado, humildad, sinceridad, justicia, honradez, puntualidad, responsabilidad, etc.

Dado que todos los valores tienen su fundamento en la dignidad de la persona, cada uno de ellos refleja un modo de guardar el respeto que merece esa dignidad. Por ejemplo, en una circunstancia concreta, el valor de la gratitud es el modo de expresar mi respeto a esa persona. En otro momento, será mi silencio la manera más adecuada de expresar mi respeto a una cierta persona, etc.

Por este mismo fundamento, todos los valores son intercomunicados, no hay contradicción entre ellos, no pueden oponerse el uno al otro. Donde hay aprecio por un valor específico, los demás también vendrán con él.
Autor: P. Juan Antonio Torres, L.C

MI HERMOSA NIÑA DE GALILEA

Dame las palabras para que pueda mostrar a mis hermanos lo buena y suave que eres conmigo.

María, así de simple. Es la forma de dirigirme y conversar con mi Madre del Cielo, llamándola simplemente María. Sé que mucha gente no la conoce, o tiene una imagen lejana de Ella, quizás demasiado formal, demasiado protocolar. ¿Cómo puede ser nuestra Mamá protocolar al presentarse a nosotros? No, Ella es sencilla, mi pequeña Niña de Galilea, así es para mí. Pero es también lógico que cada uno la vea del modo que su propio corazón indica, con la mirada del alma que todo lo convierte en la expresión del Espíritu Divino, si es que nosotros nos dejamos iluminar por dentro.

Por un instante, déjenme narrarles cómo es que mi corazón ve a la Madrecita del Verbo Divino. De un modo muy particular, la veo de unos quince o dieciséis años, que es la edad en la que Ella se convirtió en Madre Divina, dándonos a Aquel que todo lo puede por amor. A tan temprana edad, mi María se presenta ante mi corazón como una hermosa Mujer, delicada en su mirar, en su caminar. Destaca su delicado cuello, largo y estilizado para dar cabida al más hermoso rostro que Dios jamás cinceló en criatura alguna. Ella es perfecta, no existe ni existirá mujer más hermosa que María, porque Dios la modeló en un acto sublime de Su Potencia Creadora. Y su belleza sólo es superada por su pureza, su inocencia y su férrea voluntad de no desagradar al Padre que tanto ama.

Cuando veo las imágenes de las distintas presentaciones de María a lo largo de los siglos, me quedo con la convicción de que el hombre no ha podido ni podrá modelar jamás la belleza de María ni siquiera en un modo aproximado. Mi alma se esfuerza en descubrir la visión verdadera con que mi joven Reina se presentó como la Medalla Milagrosa, por ejemplo. Santa Catalina de Labouré sin dudas describió del modo más aproximado posible la celestial visión que se presentó ante ella, pero no pudo hacer que el artista cincele en la Medalla Milagrosa el verdadero rostro de la Reina de los ángeles. Esa sonrisa, esas manos siempre en posición de oración, esos ojos iluminados por la Fuente de todo el Amor.

María, joven y sonriente, fulgurante estrella de la mañana. Se presenta en mi corazón como una Rosa que se abre derramando su fragancia y frescura, haciendo de mi un ovillo de hilo que se recoge sobre sí mismo, se envuelve pliegue sobre pliegue hasta quedar extasiado mirándola sonreír, llamándome, invitándome a acompañarla en este viaje. Ella nunca se presenta en vano en nuestro corazón, como una madre nunca se acerca a sus hijos sin un profundo deseo de cuidarlos y amarlos.

María, hermosa Niña de Galilea, perfecto fruto de la Creación en cuerpo y alma. Sólo Ella pudo tener la Altísima Gracia de ser Madre del mismo Dios. El, ante el que el universo mismo se doblega, se hizo pequeñito y vivió nueve meses oculto dentro de ésta hermosa Joven Palestina. El, instante tras instante, fue tomando de su sangre todo aquello que necesitó para formar Su naturaleza humana, Su humanidad. Así, Ella es nuestra Niña de la Alta Gracia, porque ninguna Gracia puede ser tan elevada como la Maternidad Divina.

Enamorarse de María es enamorarse de su Divina Maternidad, de su Inmaculado Corazón, y de su infinita belleza humana también. La siento tan cercana, tan vivamente presente en mi vida, que no puedo más que dirigirme a Ella como María, mi María. Ella es compasiva y paciente ante mis demoras en acudir a su mirada, Madre de la Misericordia. Juntos conversamos, compartimos mis pequeñas aventuras humanas, mis decepciones y dolores, mis esperanzas y sueños. Y María, con esa hermosa sonrisa que se funde en mis pupilas, me mira y me invita a levantar los ojos al Cielo con las manos unidas sobre mi pecho. Madre de la oración, Bella Dama del clamor y la plegaria, Omnipotencia Suplicante, Ella nos enseña a ver a través de los Ojos de Aquel que todo lo puede.

Mi María, hermosa y joven Niña de Galilea, que enamoraste mi corazón porque sabías que era el modo de abrir la puerta al soplo del Amor Verdadero. Me siento tan feliz y orgulloso de ser tu hijo, y al mismo tiempo tan indigno de serlo, que no puedo más que pedirte me ayudes a seguirte en tus deseos, que no son otros que los deseos de Tu Hijo. Dame las palabras para que pueda mostrar a mis hermanos lo hermosa y pura que eres, y lo buena y suave que eres conmigo. Dales la luz que les permita enamorarse de ti como lo has hecho conmigo. Que puedan descubrirte como la más hermosa y pura Mujer que jamás existió, Inmaculada en cuerpo y alma, llena del Espíritu Santo, plena de humildad y fortaleza, escudo que protege y consejo que ilumina. Mi hermosa María, luz de mi vida.
Autor: Oscar Schmidt.

sábado, 17 de noviembre de 2012

¿INTERESA SOCIALMENTE LA FE?

Autor: Pablo Cabellos Llorente
            Dirigiéndose al Parlamento Inglés y a representantes de la sociedad británica, el Papa afirmaba que el papel de la religión en el debate político no es el de proporcionar normas para el justo gobierno, sino más bien el de ayudar a purificar e iluminar la aplicación de la razón al descubrimiento de principio morales objetivos, propios de todos.
            Destaco lo anterior por su interés, pero ahora  voy a referirme al papel de cada cristiano actuando libremente en la sociedad sin olvidar la fe que profesa y conociendo que, dentro de su doctrina, caben soluciones muy diversas. Celebramos un Año de la Fe y quizá sea oportuno recordar algunas ideas para creyentes y no creyentes.
            Me zarandean el laicismo, por un lado, y la falta de coherencia de algunos católicos, por otro. Digo lo del laicismo porque es posible que se entienda mal el papel de los creyentes, sus deberes y obligaciones. Éstos no tratarán de imponer nada, pero sí  ofertarán  un tenor de vida -como escribía Tertuliano- al decir de todos admirable. Este comportamiento beneficia a la sociedad. Es verdad que no siempre es así y que no faltan reticencias por los sectarismos y fundamentalismos procedentes de una y otra parte, sin darnos cuenta de que constituimos una sola parte: la humanidad.
            Por el lado católico, y ciñéndome más al presente, no escasean las conductas impropias, bien por ocultamiento de la fe cuando no es la  moda ambiental, o por conducirse con géneros de vida,  pensamiento, o trato con los demás, poco a nada acordes con esa fe. Las corrupciones que nos invaden, las mentiras, el desprecio de la dignidad humana, la avaricia por el poder o el tener, las guerras, el sexo concebido como mercancía u objeto banal, la despreocupación por los pobres o dolientes, la irresponsabilidad, etc. tendrían más remedio si los cristianos profesaran su fe verdaderamente, no sólo con la boca, sino con obras. Pero tampoco es justa la oposición laicista o relativista que no valora la posibilidad de construir el bien.
            Pero falta recordar el servicio fundamental que, olvidado, arriesga la pérdida del resto: hemos de ofertar a Dios. En la homilía del comienzo de su Pontificado, decía Benedicto XVI: Nosotros existimos para enseñar Dios a los hombres. Si hemos renunciado a esa tarea, seguramente necesitamos volver a los comienzos: a buscar a Cristo en la Eucaristía y, antes, en la Confesión sacramental.

CONSOLAR A QUIEN ME CONSUELA

Jesús quiere ser consolado. Precisamente por aquellos que tantas veces hemos recibido su consuelo.
Casi puedo acostumbrarme: tras el pecado, Dios se volcó nuevamente sobre mi alma. Me invitó a la confianza, me alentó al arrepentimiento, me acercó al sacramento de la confesión, me abrazó con su misericordia. ¡Es tanto lo que Dios ha hecho y hace tantas veces por mí!

Sí: puedo acostumbrarme, hasta el punto de ver casi como algo seguro el hecho de que mi Padre volverá mañana a buscarme para limpiar pecados, para encender la esperanza, para resucitar el amor que se apagaba. Pero si tan sólo recordase qué precio fue pagado por mi rescate, si tuviese ante mis ojos los esfuerzos tan grandes que pasó el Hijo para redimirme...

Necesito, por eso, tener un alma abierta, profunda, agradecida. El amor que recibo sólo puede pagarse con amor. Por eso, al que mucho se le perdona mucho ama (cf. Lc 7,47).

Pero no me basta simplemente con la gratitud. Hay momentos en los que siento que también Él necesita algún consuelo. Su grito en el Calvario, escuchado por la Madre Teresa de Calcuta y por miles y miles de católicos de todos los tiempos, llega a mi corazón: "Tengo sed" (cf. Jn 19,28).

Es cierto: mis heridas son mayores que las suyas, pues el pecado pone en peligro el sentido bueno de mi vida, mientras que los clavos del madero no enturbiaron el amor de Cristo hacia su Padre y hacia los hombres. Pero no por ello el Señor deja de anhelar consoladores para su sed de amor, para sus sueños de encender un fuego en el mundo, para que la oveja perdida vuelva pronto al hogar donde será amada.

Jesús quiere ser consolado. Precisamente por aquellos que tantas veces hemos recibido su consuelo. Esa será la mejor manera de decirle, desde lo más íntimo de mi alma, ¡gracias! por tantas ocasiones en las que me ha susurrado, con la voz humilde de un sacerdote, "yo te absuelvo de tus pecados...".
Autor: P. Fernando Pascual LC.

viernes, 16 de noviembre de 2012

MARAVILLOSO DON DE LA FE, POR ÉL CREEMOS EN LA VIDA ETERNA

Sabemos que vamos a morir pero no queremos detenernos a pensar en ello.
No se que tiene este mes de noviembre que con su llegada nos envuelve en una especie de nostalgia, de recuerdos, de cosas y de seres que ya se fueron, que ya no están.

Cuando pase noviembre, en diciembre, será distinto. Diciembre es un mes con alegría de fiestas, de música navideña, de cascabeles, regalos y vacaciones, pero...noviembre siempre tuvo un aire solemne, un tinte gris, quizá porque es el mes en que se recuerda más profundamente a los que nos dejaron y se habla en voz baja de la muerte.

Sabemos que vamos a morir pero no queremos detenernos a pensar en ello. Es una idea latente en nuestro interior pero vivimos como si ese momento nunca nos fuera a alcanzar.

"Después de que se ha hecho lo posible para sostener en lo alto al antorcha de la vida, llegada la hora y cuando "ella" está ya a la puerta, es una locura oponerse al desenlace inevitable. En ese trance, la sabiduría aconseja colgar la espada, soltar los remos, dejarse llevar", esto nos lo dice el P Ignacio Larrañaga y añade:-" El hombre ha de hacerse amigo de la idea de tener que acabar. Serenamente, sabiamente, humildemente debe aceptar acabarse: soltar las adherencias, que como gruesas maromas lo amarraban a la orilla y... dejarse llevar mar adentro".

El pensamiento que después de que yo acabe otros comenzarán, así como muchos tuvieron que irse para que yo comenzara, nos va llenando el espíritu de una sublime paz con la certeza de que todo está bien.

Esta forma de ver las cosas nos ayuda para esforzarnos a vivir de tal manera que cuando nos llegue "la hora" podamos decir:"deber cumplido". Deber cumplido no quiere decir: todo lo hice bien, en todo sobresalí, en todo fui el primero...etcétera, etcétera. El deber cumplido es haber puesto todas las ganas en hacer lo que se nos pedía que hiciésemos según nuestro estado y forma de vida, el haber cumplido, jornada tras jornada, en la cadena de nuestros días con honestidad, con rectitud, con nobleza de corazón.

Morir dignamente, dejar este mundo serenamente, sin rebelión, aceptando. Esto en cuanto a la muerte física se refiere, porque si hay Fe, sabemos que morir es como un desdoblamiento de nuestro verdadero yo, como un renacer de nuevo, dejando nuestra envoltura corporal para que ya libre de ella, nuestro espíritu regrese a la vida eterna, al regazo del Padre sin perder su propia identidad.

Maravilloso DON el de la Fe, por él creemos en la vida eterna y en la resurrección de los muertos, porque Cristo nos dio las primicias con su propia Resurrección y nos espera en el Cielo.

Fue el mes de noviembre el que nos hizo tener esta pequeña reflexión sobre la muerte y al tenerla nos consuela el pensamiento de jamás dejaremos de existir , pues Dios nos otorgó el DON de un alma inmortal y esta es la victoria del hombre sobre la muerte.
Autor: Mª Esther De Ariño.

jueves, 15 de noviembre de 2012

CREO EN TI, SEÑOR

Creer es fiarse, es tomar la mano del amado y, sin soltarla, caminar juntos siempre, durante las horas de desierto y las horas de primavera.
Creo en Ti, Señor. Creo que existes, que vives, que eres amor. Creo que eres la misericordia infinita y que la manifiestas a raudales en tantos acontecimientos de nuestra vida.

Creo que eres el camino seguro que lleva al cielo, y que no hay otro. No hay otro cielo ni otro camino que lleve al mismo.

Creo que eres la verdad de la vida y de las cosas. Eres también la vida de todos los seres, eres mi vida... Vida plena, vida eterna...

Creo que has formado los cielos y la tierra, con todo su ornato. Si en Ti no creyera, todo sería destrucción, desorden, caos. Creo en Ti, Señor.

Crecer en la fe es crecer en el amor. Por eso, porque creo en Ti con toda mi mente, te amo con todo mi corazón. Creer es fiarse, es tomar la mano del amado y, sin soltarla, caminar juntos siempre, durante las horas de desierto y las horas de primavera.

Te gusta, Señor, que tengamos fe en Ti: "Tu fe te ha salvado", y te apena mucho nuestra falta de fe: "Hombres de apoca fe, ¿porqué habéis dudado?"

Quiero ser un hombre o una mujer que se fía de Ti totalmente, que camina por la vida no con la seguridad de sus pies o de su mente sino con la seguridad de su Dios.

1. Jesucristo, creo que eres el Hijo eterno del Padre

Creo en la Santísima Trinidad. La celebramos en su fiesta. Eres un Dios único pero en tres personas que son amor. Y creo que las tres personas habitan en mi alma por la gracia.
Tú eres el Hijo del Padre desde toda la eternidad, el hijo en el cual tiene el Padre todas sus complacencias. El Hijo enviado al mundo no para juzgarlo, sino para salvarlo.
Eres tan parecido al Padre. Nosotros debemos ser tan parecidos a Ti. No fuiste enviado por el Padre para condenarme, sino para salvarme. A mí y a cada uno de los hombres.
Pagaste un precio tremendo. Pagaste todo Tú para comprarme a mí. Hasta sin sangre en las venas te quedaste, sin vestidos, sin vida. Para salvarme a mí. Pues, ¿quién soy yo? Te quedaste infinitamente pobre, Tú que eras infinitamente rico.
Soy el precio de tu sangre, de tu muerte, de tus infinitas humillaciones. ¿Qué clase de amor es éste? ¿Puede un mendigo sentirse más feliz que yo? ¿Puede un encarcelado, prisionero de por vida experimentar más alegría que yo? ¿Puede un condenado al infierno sentirse más afortunado que yo? Pues soy un pobre hambriento convertido en rico, un encarcelado a quien han dado el indulto, un condenado al infierno liberado del eterno dolor.

2.Jesucristo, creo que eres el salvador de los hombres

Lo que implicó la salvación: Belén, Nazaret -ocultamiento perfecto-. La pasión y la Cruz -amor sin límites-
Belén, Nazaret, Jerusalén son ciudades que me recordarán eternamente el amor de mi Dios. En Belén nació por amor a mí en la máxima pobreza. Una cueva, un pesebre de amor. En Nazaret vivió por amor a mí en el ocultamiento perfecto. En Jerusalén sufrió la pasión y la muerte de un esclavo y de un "maldito" por amor a mí.
En esas ciudades me amó hasta el extremo mi Creador, mi Redentor. Siempre que te mire, veré el rostro y los ojos de mi Salvador, unos ojos que me miran con amor, con compasión y con inmensa esperanza. Siempre que piense en Ti, sentiré renacer la esperanza, porque eres Luz, Resurrección, Buen Pastor, Camino, Vedad y Vida.
Contigo siempre hay remedio, hay salida. Por tanto camino por la vida con la frente alta, el corazón alegre y paso seguro. Voy con Jesús, con el que prometió: "Yo estaré con vosotros todos los días, también hoy."

3. Jesucristo, creo que te encarnaste en el seno de la Virgen María por obra del Espíritu Santo.

Se puede decir que actuaste como si no fueras Dios durante treinta y tres años. Humillación total. Por amor.
Somos hermanitos de carne y hueso con la diferencia de que Tú eres Dios. Pero, para que no sintiéramos complejo frente a Ti, quisiste divinizarnos, convertirnos en pequeños dioses en el cielo.
Como todos los niños, como yo, estuviste encerrado en el seno de tu madre, creciendo día a día hasta que estuviste maduro para nacer. Lo mismo que yo, lo mismo que todos los niños.
Recién nacido eras como todos los bebés. La cosa más débil del mundo, Tú el Dios de los ejércitos. Quisiste sentir lo que siente un niño creciendo en el seño de su madre. Y a María le hiciste sentir tu presencia y tus movimientos.
Oh divino bebé, maravilloso niño que sobreviste al aborto. Hoy millones de niños no tienen la suerte que tuviste tú de nacer. Ten compasión de todos ellos y de sus mamás porque no saben lo que hacen.

4. Jesucristo, creo que padeciste y morirse en la cruz para redimirnos de nuestros pecados.

Y tengo que decir como san Pablo: Líbreme Dios de gloriarme en nada si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Me amaste y te entregaste por mí en la cruz.
Amor escrito con sangre. Para que no me quedaran dudas de que me amas. "Si fuera necesario para salvarte, volvería a sufrir de buena gana por ti solo todo lo que sufrí por el mundo entero"...Palabras dichas por Ti a una santa. Cuanto amor, cuánto dolor. Cuánto dolor, cuanto amor. Por mí.
Pordiosero miserable, condenado al infierno, todo esto y más he sido. Pero de todo esto me ha librado Jesús. A costa de tormentos, salivazos, flagelos, espinas y humillaciones he sido arrancado del infierno que era mi lugar merecido.
La eternidad no será suficiente para agradecer, para amar, para bendecir y adorar a la persona que mizo tanto bien. Con Pablo digo y diré: "Líbreme Dios de gloriarme en nada si no es en la cruz de mi Salvador."
¿Será tan difícil amar entrañablemente a un ser que tanto amor me ha demostrado? ¿Podré negar yo, criatura miserable, algo a mi Dios Omnipotente, sobre todo en el amor?

5. Jesucristo, creo que resucitaste al tercer día.

Recuperaste tu divinidad. Te enterraron como hombre y resucitaste como Hombre-Dios glorificado. Y ya la muerte no podrá dominarte jamás. Vives eternamente en el cielo para interceder por nosotros ante el Padre.
Con san Pablo afirmamos: Cristo ha resucitado. Ahí se apoya nuestra fe y nuestra religión triunfadora. La religión de un Dios-Hombre que se dejó vencer y humillar hasta un grado inaudito para resucitar y vencer tan solo tres días después a todos sus enemigos de un solo golpe.
El fundador de nuestra religión es un gran triunfador. Seguimos a un Caudillo que nos lleva a la victoria segura. "Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella". Un optimismo radical debe prevalecer en muestra vida en medio de las tormentas del mundo moderno.
De los fundadores de religiones -que son numerosos- sólo uno vive resucitado, habiendo vencido a la muerte. Los demás son un puñado más de polvo que hay dentro de la Tierra.
Al resucitar con tu cuerpo humano nos has confirmado que nosotros, de manera semejante y a su tiempo, resucitaremos contigo para vivir eternamente contigo felices en el cielo. Así como creo en tu resurrección, creo también en la mía.

6. Jesucristo, creo que estás sentado a la derecha del Padre.

Es decir, tu Humanidad ha sido glorificada y está junto a Dios. Eres un Dios Hombre para siempre con una humanidad glorificada y, como eres hombre, nos has elevado hasta el trono de Dios, buscando hacernos semejantes a Ti.
Todo lo ha puesto Dios bajo tus pies. Eres el rey del universo no sólo como Dios sino también como hombre. Pero al mismo tiempo has elevado a la naturaleza humana hasta el trono de Dios, la has divinizado.
Tu amor va mucho más allá de lo que pidiéramos imaginar o anhelar. La frase "seréis como dioses" se realizará. San Juan lo confirma: "Seremos semejantes a Él porque lo verismos al cual es." ¿Qué mas podías hacer por nosotros, por mí?
Por eso, el no corresponder a tanto amor, el dar la espalda a semejante bondad representa una ingratitud tan grande como el universo. Aún desconozco la altura, la anchura y la profundidad de semejante amor. Si yo conociera, si yo creyera en semejante amor...
Autor: P Mariano de Blas LC.

martes, 13 de noviembre de 2012

LA ORACIÓN, ENCUENTRO DE DOS LIBERTADES


Cada hombre decide libremente hacia dónde quiere caminar, lo que quiere ser. Dios no le impone nada.
Un amigo quería entender en qué consistía la oración. Le llamó la atención que definiera la oración como un encuentro interpersonal entre Dios y el hombre. Y yo creo que su sorpresa no se debía al desconocimiento de esta realidad, sino a la maravilla que esto supone. ¡Tratar con Dios Padre! ¡Tratar de yo a Tú con Jesucristo! ¡Ver que su mirada se clava en tus ojos, verle acercarse a ti, acogerle, escucharle, responderle, abrazarle...!

1. Dios invita al hombre al diálogo con Él.

Aquí tenemos uno de los misterios más grandes: Dios que se basta, que no necesita de nada y de nadie, sueña al hombre, lo crea y le da la dignidad de hijo suyo para desarrollar una vida familiar con él, en el tiempo y en la eternidad.

"Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien, capaz de conocerse, de poseerse, de entregarse libremente y de entrar en comunión con otras personas. Al mismo tiempo, por la gracia, está llamado a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y amor que nadie más puede dar en su lugar."(Benedicto XVI, Mensaje para la jornada mundial de la paz, 1 de enero de 2007).

La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios. El hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento; pues no existe sino porque, creado por Dios por amor, es conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la verdad si no reconoce libremente aquel amor y se entrega a su Creador (GS 19,1).

Y le da la capacidad para ello: "Al revelarse a sí mismo, Dios quiere hacer a los hombres capaces de responderle, de conocerle y de amarle más allá de lo que ellos serían capaces por sus propias fuerzas." (cfr. Catecismo n 52)

2. La relación del hombre con Dios es un acto libre.

Cada hombre decide libremente hacia dónde quiere caminar, lo que quiere ser. Dios no le impone nada. Dios atrae, invita, mendiga nuestra atención y nuestra respuesta. Corresponde a cada uno acoger el don de Dios, es un acto personal, libre.

Todo comienza el día de nuestro Bautismo. En nuestro Bautismo recibimos el don de la fe. Y con la fe una nueva vida, la vida de Cristo Resucitado en nosotros. El desarrollo de esa vida en Cristo y con Cristo supone una aceptación libre por parte nuestra. Así que, por un lado tenemos a Dios que libremente nos invita a entrar en su intimidad y por otro al hombre que libremente lo acepta o lo rechaza. Una llamada, una respuesta y un encuentro.

En la catequesis del miércoles pasado, el Papa nos explicó que: "El acto de fe es un acto eminentemente personal, que tiene lugar en lo más profundo y que marca un cambio de dirección, una conversión personal: es mi vida que da un giro, una nueva orientación.

Pero este creer no es el resultado de mi reflexión solitaria, no es el producto de mi pensamiento, sino que es el resultado de una relación, de un diálogo en el que hay un escuchar, un recibir, y un responder; es el comunicarse con Jesús, el que me hace salir de mi "yo", encerrado en mí mismo, para abrirme al amor de Dios Padre. Es como un renacimiento en el que me descubro unido no solo a Jesús, sino también a todos aquellos que han caminado y caminan por el mismo camino; y este nuevo nacimiento, que comienza con el Bautismo, continúa a lo largo del curso de la vida." (Catequesis de Benedicto XVI, 31 de octubre 2012).

En eso consiste la vida de oración: en vivir nuestra condición de hijos de Dios, en desarrollar una relación personal con nuestro Padre, Redentor y Guía; en poner nuestra fe en acto. Dios nos creó para hacer vida con Él, para vivir en comunión con Él, para caminar con Él en el jardín del Edén en la brisa de la tarde (cfr. Gn 3,8), y espera nuestra respuesta.

Esto es simplemente maravilloso.

Como dice la canción que les pongo al fondo de este artículo: "Y hay gente que no reza, ¡qué pena!"

3. El anhelo de Jesús: instaurar Su Reino en mí y a través de mí.

"He venido a traer fuego a la tierra y qué quiero sino que arda" (Lc 12, 49). En el Bautismo Dios nos hace hijos suyos y nos traza un ideal: Jesucristo. Somos hijos destinados a ser como el Hijo. El día de nuestro Bautismo Dios prendió fuego en nuestra alma, el Espíritu Santo se estableció en nosotros, desde entonces somos templo de la Trinidad. Pero el fuego debe arder. Debemos dejarnos quemar por el fuego de Su amor, Cristo ha de reinar en cada uno de nosotros. El Reino de Cristo que debe establecerse en nuestros corazones es Cristo mismo.

Esto supone un proceso de purificación, de renuncia al pecado y apertura a la gracia de Dios, para que sea Él quien viva en nosotros. En este proceso, Su gracia nos penetra y nosotros nos penetramos de Él. Podemos imaginar que nosotros mismos somos una materia fría como el acero, a veces dura y resistente. O como el carbón, una materia oscura, opaca. Cuando la gracia se acerca y "se encarna" en nuestras vidas como un fuego encendido e incesante, nos convertimos en acero incandescente, en brasas ardientes y luminosas. No se encuentran ya el fuego por un lado y el acero por otro, sino tan sólo acero incandescente. No vemos ya una llama que abraza un leño, sino una brasa.

Así es como a través del trato con Cristo en la oración le vamos conociendo con un conocimiento interior fundado en la fe y en el amor, un conocimiento personal, vivo, experiencial, y nos vamos dejando transformar por Él, caminando hacia la identificación con Él.
Autor: P Evaristo Sada LC

lunes, 12 de noviembre de 2012

LA RUTA DE LA EDUCACIÓN

La transmisión de los valores también tiene un proceso,....Los valores son semillas que se deben sembrar y cultivar.
¡Todo comunica!

Hemos repasado anteriormente algunas características personales que es importante cultivar en los hijos. Ahora es el momento de estudiar por separado el proceso de la transmisión de los valores.

La transmisión de los valores también tiene un proceso, unos pasos que hay que seguir para obtener los resultados deseados. No es lo mismo educar a un bebé, que a un adolescente de 14 años. A cualquier edad los valores son los mismos siempre, pero cambia el modo de comunicarlos.

Para comunicar con eficacia, hay que partir del hecho de que no basta una acción o una sola táctica. Como en una orquesta donde cada sonido tiene su lugar y su momento, en la labor educativa cada uno de los elementos comunica algo; puede ser positivo o negativo, pero algo comunica: un grito, un silencio, un regaño, una negativa, un premio, una decisión, un beso, un abrazo, una caricia, una ausencia... todo dice algo.

Por ello, no hay que dar nada por supuesto. Los valores son semillas que se deben sembrar y cultivar. No se dan por generación espontánea. Lo sí que se da por generación espontánea es todo lo contrario, es decir, los anti-valores. Esos sí nacen sin que uno quiera.

Si no hacemos un cultivo consciente y laborioso de los valores, comenzarán a crecer los comportamientos y actitudes indeseados que luego nos darán sorpresas.

Hay papás que dicen, "pero si yo no le enseñé nunca eso..." Sí, es verdad, pero tampoco le enseñaste lo contrario... Cuando hay omisión y falta de cuidado en un jardín, las hierbas malas saldrán por sí solas, tarde o temprano. No podemos dar por supuesto que el hijo que soñamos vendrá por generación espontánea.

Sabemos que es muy difícil esquematizar y que no hay fórmulas mágicas, pero puede ser de utilidad el tener presentes los siguientes siete elementos para contar con una visión de conjunto en el proceso educativo.

1. Declaración de principios y valores.

Es importante que los papás, al momento de emprender la labor de educación, tengan lo más claro posible qué valores enseñarán a nuestros hijos, de manera que luego no haya contradicciones.

A veces la mamá da menos importancia a un valor cuando el papá no tienen ningún interés. Ese tipo de desacuerdos son los que siembran inseguridad y conflicto en los hijos.

Conviene poner unos pocos valores (3-5 máximo) como prioritarios, con el fin de unificar las decisiones y la formación que se dará a los hijos.

2. La disciplina y adiestramiento (corrección-rectificación).

El niño debe adquirir un comportamiento que no le viene de modo espontáneo. Es como un animalito que obedece a sus impulsos y necesita un instructor que le vaya adiestrando a comportarse en un cierto modo.

Siempre, en todas las familias, se requiere mucha paciencia para corregir la conducta instantánea de los hijos y sustituirla por otra. "No subas los codos a la mesa", "no comas con la boca abierta". Todas estas instrucciones son sumamente desgastantes pero insustituibles.

3. Los modelos y mentores (guías cercanos).

En el 80% los niños imitan el comportamiento de los papás. Los estudios sobre adicciones señalan que, si el papá es alcohólico, hay 80% de probabilidad que el hijo lo sea también. Y lo mismo se puede decir de cualquier tipo de comportamiento.

Alguien dijo que "enseñamos lo que sabemos, pero contagiamos lo que vivimos".

De ahí que la presencia constante y la cercanía sean insustituibles. La presencia física no se suple con nada. Todos los niños necesitan modelos tangibles. Más que un buen colegio, un buen club o buenos programas de televisión, la mejor inversión que se puede hacer para la buena educación de los hijos es el tiempo, el tiempo que los papás están con ellos.

Y obviamente, es importante cuidar sus amistades y el talante de las personas que están mucho tiempo con ellos: profesores, entrenadores, parientes, etc.

4. Las premiaciones y la competencia (estímulos).

Desde siempre, las premiaciones y la competencia han sido parte importante en la labor educativa. Son de los instrumentos más efectivos para descubrir el potencial que se esconde bajo las apariencias, o para desarrollar los talentos que están en germen.

Pero no hay que premiar todo. Lo que es ordinario o fácil no merece un premio. Si eso se llegara a recompensar, realmente se está deseducando al muchacho; se debe premiar sólo aquello que exige un esfuerzo extra de su parte.

La competencia igualmente constituye un instrumento estimulador del talento, pero es un arma de doble filo que requiere destreza por parte del educador. Fácilmente puede provocar riñas, revanchas, etc.

Ante todo hay que dejar claro que la competencia es individual, es decir, el niño está compitiendo consigo mismo. La sana rivalidad nos ayuda a explotar nuestros talentos, pero también puede provocar incomprensiones.

5. Interiorización y reflexión (maduración-razonamiento).

El niño siempre necesita las razones que justifican el comportamiento que le es impuesto: "no toques porque lo vas a romper..."; "no robes porque es deshonesto".

Cuando el joven ha llegado a captar las razones de un cierto tipo de comportamiento y lo ha hecho suyo, podemos decir que ha llegado a su madurez. La disciplina ya no será exterior, sino interior. Actuará por convicción y no por influencia del ambiente o de los regaños de los papás. "Yo no quiero robar, yo no quiero emborracharme".

6. La constancia e integridad (hábitos).

La educación en valores requiere mucha, muchísima paciencia. Dicen que un comportamiento repetido 30 días seguidos, se convierte en hábito, es decir, llega a hacerse algo casi natural.

Cualquier jugador profesional, necesita repetir y ensayar hasta la saciedad los movimientos de un toque específico, hasta que le salga de modo natural.

Lo mismo ocurre con los hijos. Hay que ser constantes y no desmayar; no creer que con una o diez veces ya bastó.

Es necesario repetir los valores continuamente y de diversas formas, hasta la saciedad: que tienen que ser honestos, justos, trabajadores, respetuosos, responsables. Nunca es suficiente.

7. La inercia de la costumbre.

Finalmente, cuando ya se ha hecho el proceso con uno de los hijos, el bebé que le sigue aprenderá más fácilmente, casi por ósmosis, los comportamientos que ve en sus hermanos mayores.

Es así como se forma una cultura o ambiente familiar. Lo que los niños ven en sus papás, tíos, abuelos, primos, les será más fácil incorporarlo al propio comportamiento. De ahí la importancia de la convivencia familiar frecuente.
Autor: P. Juan Antonio Torres, L.C.

¿SIN ALTERNATIVAS? NO, CON FE

Desde la fe, es posible seguir en camino, porque sabemos que más allá de los problemas existe un Dios providente y bueno.
Hay momentos en que no sabemos por dónde ir. Los problemas avanzan y crecen con el pasar del tiempo. La mente analiza posibles soluciones y en cada una de ella encuentra dificultades más o menos serias.

Surge entonces en el alma un extraño deseo de rendirse. Sin alternativas viables, la parálisis está a la vuelta de la esquina.

Desde la fe, sin embargo, es posible seguir en camino. Porque sabemos que más allá de los problemas existe un Dios providente y bueno. Porque la gracia puede iluminar hasta los corazones más oscurecidos. Porque el amor rompe las barreras levantadas por el odio.

La fe verdadera lleva a mirar más arriba y más lejos. Con Dios siempre hay alternativas. Basta con descubrirlas desde la oración, con la fuerza que ofrece el saber que Dios camina con su Pueblo, que ama a cada uno de sus hijos, que está vivo y ha vencido al mundo, que lo tocamos y lo vemos en el misterio de la Eucaristía.

El mundo adquiere un tono distinto cuando lo miramos todo desde la fe. No hay problemas sin solución, no hay caídas sin medicina, no hay pecados a los que no pueda llegar la misericordia.

Cada existencia humana, vivida con la fe de la Iglesia, que es la fe que nos llega del mismo Jesucristo, adquiere una luminosidad y unas energías insospechadas.

Hoy es un día lleno de esperanza. Los miedos quedan vencidos. Brilla, en lo más íntimo del alma, la certeza que nace de la fe. Llega el momento de poner manos a la obra. El "resto" (es decir, todo) queda puesto en las manos de un Dios que nos ama personalmente y al que llamamos, simplemente, Padre nuestro.
Autor: P. Fernando Pascual.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Breve, pero la verdadera Historia de Los Play Boys.


En la contraportada del disco “Los Play Boys, Grabaciones Inéditas”, de la colección, Club Amigos del Disco Antiguo y publicado por Dial Discos, S.A.  Numerado como 560025 viene una pequeña Historia del Mítico Grupo Los Play Boys, unida a un también breve historial de cada componente en esos momentos. Voy a resaltar mucho las fechas para de esta forma demostrar que en la entrevista que el 11 de mayo de 2012 que se le hizo a los componentes del grupo actual, en la Televisión autonómica Extremeña y en la que actuó como cabeza o portavoz del mismo Tony Méndez, se dieron unas fechas erróneas y se adueñaron de acontecimientos que  solo eran de estos Play Boys, (a los que no pertenecía ninguno de los actuales), quienes dieron el grupo por cerrado, y veremos como incluso algunos de sus componentes llegan a juntarse nuevamente saliendo con otro nombre, veamos que dice en la Contraportada del citado disco:

Nacen los Play Boys en Junio de 1961, lo dicen ellos mismos, luego malamente pueden existir archivos del grupo en 1960 como se dice el Sr. Méndez en la entrevista.

Los Play Boys, tras la incorporación de Jesús Herrero.


Sus fundadores,  fueron; Leo Mendiola, Pepe Vela y Nicolás Cruz.

 A los pocos meses se le une un buen amigo procedente de los Kindler, Jesús Herrero, este venia  con una gran experiencia, ya que había estado en varias formaciones a las que llevo a lo más alto, no cabe la menor duda que venia avalado con el mejor “currículum vitae” musical, que en esos momentos había en Badajoz,  cosa que quedo mas que patente en este grupo. Lógicamente impregna al grupo con su gran experiencia, y algo innato en el, era un gran showman, lo que se ve reflejado en el grupo, haciendo las delicias de todo aquel que asistía a alguna de sus actuaciones. Jesús permanece en el grupo ininterrumpidamente hasta mediados de 1965 que se macha fuera de Badajoz para cumplir el Servicio Militar.

Algo que caracteriza a este grupo es su admirable aceptación a participar en todos los festivales Benéficos que en Badajoz se celebraban. Actuaron en lo sitios mas destacados del Badajoz de aquella época, Teatro Menacho, López de Ayala, Piscina Conde, Piscina Florida,  Circulo Pacense, Terraza López de Ayala, Casino de Badajoz, Sociedad Hípico Lebrera, entre otros.

Radio Extremadura Badajoz EAJ-42 le concede al grupo un programa llamado “Los Play Boys en Antena”  que se emitía tres días en semana a las 23 horas y con una hora de duración. Era la época que en esa Emisora estaban Julio Luengo, María José Soto,  Julián Mojedano y Mercedes Moreno, entre otros.

En 1962 se va a producir una de las grandes anécdotas del grupo, en Badajoz.  Era el mes de diciembre, Salón de Actos de la Escuela Normal de Magisterio de Badajoz, actuación de Los Play Boys, en una jornada organizada por los alumnos de dicha escuela para recaudar fondos para el Viaje Fin de Carrera.

Comienza la actuación de Los Play Boys, con música de la época, que calienta un poco los ánimos de la juventud asistente, de entre bastidores se les invita a que suspendan de inmediato la actuación, a lo que el grupo no accede y continúan con la canción “Long Tall Sally”, se hablo de histerismo colectivo, aunque no llego la sangre al rio.

De este episodio, se habla también en la famosa entrevista, en la que a preguntas del entrevistador, sobre ¿que paso ese día?, el portavoz del grupo en la entrevista, Tony Méndez, dice: “Nos cortaron la luz”, sigue preguntando el entrevistador, ¿Y ustedes que hicieron?, Nada seguimos tocando, contesta tan tranquilo Tony Méndez.

La verdad es que respuesta mas insólita, (por ponerle un calificativo, no ofensivo) no puede haber, salvo que los equipos y guitarra en aquella época funcionaran con pilas. Es mas ninguno de los entrevistados ni siquiera el portavoz actuó ese día con Los Play Boys, ya que no pertenecían al grupo ni han pertenecido como veremos, poco a poco.

En junio de 1963 II Festival de la canción del Guadiana, donde triunfan sin la menor discusión, así van cosechando éxitos actuación tras actuación moviéndose por toda la geografía extremeña.

Pero es en 1964 donde van a marcar su gran hito, se presentan a la selección para el Concurso de Salto a la fama de TVE, son seleccionados por Martí Maqueda y el día 25 de Marzo de 1964 se produce la actuación  en los estudios de TVE retrasmitido en directo para toda España.

Presentados por el famoso José Luis Uribarri, quedan  los segundos clasificados, delante de los Relámpagos, aun cuando por error en la contraportada del disco pone como ganadores a Los Relámpagos.  Fueron los TNT con su canción “Tienes eso” los ganadores del concurso, seguidos por los Play Boys y tras ellos Los Relámpagos.

Tras su regreso a Badajoz y después de renunciar a varias ofertas para actuaciones en Madrid, unos optan por seguir la aventura, como Pepe Vela, Nico y Patricio otros y debido a sus estudios dejan la formación.

Hay que resaltar que en aquella época y debido a los estudios, la estancia en los grupos solía ser corta,  ya que era difícil compaginar guitarra, grupo y estudios y los padres aun ejercían autoridad sobre sus hijos, incluso hasta  en los jóvenes,  ya que la media seria de los 18 a 20 años.

A principios del 1965 se retira Pepe Vela, entrado Chely Núñez en su lugar, ya se había incorporado al grupo Puchy Escudero que junto a Nico y Juanin Bote completan la formación.

Se presentan  al Festival del Atlántico, en Sanlúcar de Barrameda, con una canción compuesta por Puchy Escudero,  ganan el Primer Premio del Festival y el II Premio en  interpretación.

Acompañan en ese Festival donde actuaba fuera de concurso y como figura ya consagrado a la gran Karina, todo un éxito ver a Los Play Boys en plena actuación con Karina. Otro tema que se adjudican en la citada entrevista los actuales Play Boys, me refiero al acompañar a Karina.

Al poco tiempo se retira Nico y entra José Ramón Mejías, gran amigo y que el, con Pepe Pagador, Gonzalo Fernández , José Díaz y yo, creamos los Walker, donde estuvimos solo un par de años, pues bien, como les digo, entra José Ramón y estos son los últimos Play Boys. Meses después, José Ramón y Chely Nuñez crean Los Quijotes, formación que perdura muy poco tiempo. Pero Los Play Boys han acabado.

Chely Núñez, hizo un intento de relanzar Los Play Boys, aun cuando tuvo la gran delicadeza de llamarlos, "Los New Play Boys",  por distintas circunstancias aquello no cuajo.

La Historia de Los Play Boys se ha acabado, dicho por ellos mismos que dan por finiquitada su historia en el último trimestre de 1965.

Tras un largo periodo, años y años de tiempo, alguien crea un grupo y aprovechándose del renombre ganado con todo merito, vuelve a ponerle Los Play Boys y lo que es peor, a quererse adueñar de los éxitos conseguidos por los auténticos Play Boys.

Vemos en la famosa entrevista que se llega a decir que ellos actuaron acompañando a Karina, todo un mal montaje, que los años y la historia pondrán a cada uno en su sitio y saldrá a la luz, la verdadera y brillante historia de Los auténticos Play Boys.

La movilidad de NICO

En la misma entrevista se dice que el que más tiempo permaneció en el grupo fue el amigo NICO pues le doy un pequeño detalle de su movilidad. (Lo pone el mismo en la contraportada del disco)

En 1965 y antes de disolverse el grupo se marcha a Cáceres para formar parte de los Maika Boys.

En 1966  se traslada a Plasencia para integrarse en los Castores, donde permanece cuatro años como guitarra Rítmica y cantante.

En 1971 se enrola en los Child de Almendralejo, Badajoz

En 1972  con dos compañeros mas crea el grupo Ceniza, poco duraron ya que el  verano de este mismo año  se une a Los Lentos  como cantante.

Poco dura su estancia ya que a comienzos de curso tiene que marcharse a tierras alicantina, como profesor de E.G.B.

Alterna sus clases con las actuaciones como Solista en Hoteles grades cafeterías del mayor prestigio en la región.

En 1980 y hasta 1982  crea y actúa con el grupo Salamandra.

Vemos tras este pequeño relato, la vida musical de Nico y que los Play Boys desaparecieron en el 1965,  como decia en el tecer trimeste de ese año.

Lógicamente tras tantos años como habían pasado,( de 1965 a 1983, mínimo) no puede hablarse de relanzamiento ya que no hay un porcentaje que haga representativo o de derecho a utilizar ese nombre.

Alguien, actuando de forma no muy correcta, al menos moralmente, sale nuevamente con ese nombre dado el gran renombre y prestigio que estos habían dejado, aun peor, queriéndose adueñar de su historia de sus éxitos y de algunas anécdotas.

Creo que un día y me consta que ya se esta haciendo, alguien escribirá la historia de los grupos en Badajoz y hará resplandecer la verdad, que al menos de este grupo es la que le acabo de contar de forma muy resumida para no resultar aburrido.


¿Quiere leer el otro artículo sobre el mismo tema?, siga este enlace:
http://murillomanolo.blogspot.pt/2012/09/los-play-boys-tanto-va-el-cantaro-la.html
Manuel Murillo Garcia.