"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

sábado, 5 de diciembre de 2020

LA FUERZA DEL AMOR

El núcleo del amor es la fuerza, el valor que mostramos para luchar por lo que amamos, la fortaleza para defender lo que más apreciamos, enfrentar desafíos, superar barreras, derribar obstáculos.

Cuando el amor es auténtico surge con la fuerza de la audacia, el atrevimiento, la osadía que nos lanza a correr riesgos para conquistar lo que amamos; es en esa entrega sin condiciones donde surgen fortalezas donde antes no las había.

El amor nos da el valor de:

> - Luchar por nuestros sueños.

> - Dar la vida por los que llevamos en el corazón.

> - Modificar nuestra propia existencia.

> - Cambiar nuestro ser.

> - Rebasar el límite de nuestras potencialidades.

El amor nos da la fuerza:

> - Para respetar a los seres que amamos.

> - Para sonreír a pesar de las adversidades.

> - De la humildad para pedir perdón.

> - La grandeza de la comprensión.

> - La nobleza de perdonar.

El amor nos da el poder:

> - Para manifestar nuestras emociones.

> - Para alcanzar estrellas.

> - Para convertir nuestros sueños en realidades.

> - Entregar nuestra vida por un ideal.

El amor nos transforma en seres superiores, nos despierta nuestra capacidad de asombro, nos da la sensibilidad de la contemplación, nos impulsa a niveles infinitos, nos da la fuerza para recorrer nuestra vida con un espíritu invencible y nos impulsa a alcanzar lo imposible.

El amor es la fuerza que Dios deposita en el corazón de todos los seres humanos, a cada uno corresponde decidir vivir como un paladín o un cobarde, como un conquistador o un conformista, como un ser excelente o un mediocre, como un ser lleno de luz o quien permanece por siempre en la oscuridad, el amor hace nacer la fuerza para atrevernos a ser auténticos colaboradores en la grandeza de la creación.

Pregúntate: Si de verdad amas, ¿estás luchando con todas tus fuerzas para conquistar lo que deseas?

> - El valor para luchar por tus hijos.

> - Cuidar de tus padres.

> - Hacer feliz a tu pareja.

> - Conceder el perdón a tu enemigo.

> - Pedir humildemente perdón a quien ofendiste.

Pregúntate:

> ¿Tienes la fuerza para amarte a ti mismo, de convertirte en el ser que estás llamado a ser?

> ¿Te atreverías a hacer de tu vida una obra magistral digna de las manos que te crearon?

> ¿Tendrás el valor de ser un auténtico hijo de Dios?

> ¿Tienes la fuerza del amor?

 


 

 

 

viernes, 4 de diciembre de 2020

QUE DESCUBRAS

• Que descubras la serenidad y tranquilidad en un mundo imposible de entender.

• Que el dolor que has vivido y los problemas que has experimentado, te den el poder de caminar por la vida enfrentando cada situación con optimismo y valor.

• No olvides que habrá seres cuyo amor y comprensión siempre estarán contigo, aun cuando te sientas solo.

• Que descubras suficiente bondad en otros para creer en un mundo de paz.

• Que una palabra generosa, un abrazo y una sonrisa sean tuyos todos los días de tu vida.

• Que que puedas dar estos regalos tanto como recibirlos.

• Recuerda el sol aun en medio de la tormenta.

• Enseña amor a aquellos que odian, y deja que ese amor te fortalezca.

• Recuerda que aquellos seres cuyas vidas has tocado y aquellos otros que han dejado su huella en ti, siempre ocuparán un lugar especial en tu corazón.

• No importa si el encuentro fue corto y no lo que tu esperabas o deseabas.

• No te preocupes demasiado por lo material.

• Valoriza más la bondad y generosidad que habitan en tu corazón.

• Que encuentres tiempo cada día para apreciar la belleza y el amor que te rodean.

• Realiza que como seres humanos tenemos muchas cosas en común pero en el fondo todos somos diferentes.

• Aprecia y respeta las diferencias.

• Lo que sientes que careces en el presente puede ser tu fortaleza en el futuro.

• Que veas un futuro lleno de posibilidades.

• Que encuentres suficiente fortaleza en tu interior para determinar por tí mismo tu valor, y no dependas de la opinión de otros para reconocer tus habilidades.

 


 

 

 

jueves, 3 de diciembre de 2020

LA VAQUITA

Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar.

Durante la caminata le comentó al discípulo sobre la importancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de estas experiencias.

Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes, una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado. Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó:..."En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?" El señor calmadamente respondió: "Amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo."

El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue.

En el medio del camino, se volvió hacia su fiel discípulo y le ordenó: "Busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y empújela al barranco." El joven espantado vio al maestro y le advirtió sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia.

Pero como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden.

Así que empujó la vaquita por el precipicio y la vió morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años.

Un bello día el joven agobiado por la culpa deicidio abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín. El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy simpático. El joven preguntó por la familia que vivía allí hacía unos cuatro años, el señor respondió que seguían viviendo allí.

Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hacía algunos años con el maestro. Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita):

"¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?"

El señor entusiasmado le respondió: "Nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, y así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora."