Las vacaciones estivales, periodo de descanso al que todo trabajador tiene derecho, que preparan con la mayor ilusión, e incluso, hay quien las tiene preparadas desde la Semana Santa. Apartamento, Chalet, Hotel etc., cada uno con arreglo a sus posibilidades, se hacen proyectos, Se preparan los elementos para allí donde hayamos elegido practicar nuestro deporte preferido, el ordenador portátil. La PDA etc. etc. ¿Qué hare tras despertar? Un paseíto por el puerto, luego a casa a por la familia, la Playa, sitios para comer, luego un pequeño descanso, tal vez Playa nuevamente, a la caída del día las copitas el tapeo, se queda con algunos amigos, e incluso que hemos conocidos en las mismas vacaciones, y así hasta las tantas, pues mañana no hay que madrugar, pero entre las copas y el cansancio caigo rendido en la cama y sin nada más, hasta otro día. Y esta monotonía dura todas las vacaciones, y pregunto yo. ¿Pues yo no era cristiano, y practicante? Rezaba por mí y por los demás, pedias a Dios por un amigo, por un familiar, leía y hacia un poco de meditación. Y ahora que estoy de vacaciones, ¿Qué pasa? ¿Dios está de Vacaciones? ¿O le he dado yo vacaciones?
Dios que lo tenemos a veces como el 112 de nuestra alma, esta los 365 días del año velando por nosotros, y ante la menor dificultad o contratiempo recurrimos de inmediato a él, este, no se toma vacaciones. Nosotros cuando más tiempo teníamos para dedicarle a él, o simplemente pensar con más tranquilidad en él, pues lo hemos olvidado plenamente. Los domingos va… aquí no sé dónde oír Misa y así sin más pasamos nuestros quince días o el mes de vacaciones. ¿Qué pena? ¿No?
Todo esto ocurre en un gran porcentaje de familias, que a su regreso se comportan de una manera totalmente distinta, no cabe duda que hay familias en las que nada de esto sucede, pero poquitas, y ¿Saben lo peor de todo? El ejemplo que en el caso de tener hijos, y sobre todo menores les estamos dando a ellos. Pero claro luego con decir mi hijo recibe una buena Formación pues va a tal o cual Colegio, que es de Opus Dei, o de la Compañía de María, Jesuitas etc. etc.
Pues el colegio solo es una ayuda a esa Formación y Educación, que a quien más corresponde es a sus Padres, y aun cuando sea salirse algo del tema, pero es algo importante. ¿Cuántos padres van al colegio de sus hijos a hablar con el tutor o con la dirección del colegio a preguntar, ¿Cómo va mi Hijo/a? ¿Cómo se comporta? ¿Qué trato tiene tanto con los profesores como con el resto de compañeros?
En la primera pregunta ¿Cómo va mi Hijo/a?, no me refiero al tema académico, si no como persona. Ya que para mí la primera premisa es, que sea una buena persona, con buenos principios y una buena escala de valores, pues sacar un cinco o sacar un ocho solo es estudiar más, y si como decía antes, si es buena persona, todo llegara, de lo contario si es una persona conflictiva, o tiene algún tipo de problema si no lo atajamos pronto y siempre de común acuerdo con el Colegio, mala cosa. Creo que podría ser otro tema a tratar, y lo haremos.
Como decía me he desviado un poco de lo que hoy se trataba, pero creo merecía la pena, esta simple pincelada. Mañana, seguiremos con el tema de las vacaciones.
Autor: Manuel Murillo Garcia.
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