"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

lunes, 26 de diciembre de 2022

COMO UN PENTAGRAMA

Pentagrama es una serie de cinco líneas paralelas donde el compositor ubica las notas de la escala musical, compás tras compás, hasta lograr un caminar melódico.

Comentan que un día, Amadeus Mozart, a los cinco años, entusiasmado recorría las teclas del piano, como buscando algo. Se le acerca un conocido y le pregunta: ¿Qué estás buscando? El niño artista le contesta:"Las que armonizan y ubicadas, forman finalmente un hermoso concierto".

Amadeus Mozart, ubicando correctamente las notas musicales, compuso melodías inolvidables. Pero demos un paso más. Si en lugar de notas musicales ubicamos personas, nos damos cuenta que es difícil la convivencia, ponernos de acuerdo en el pentagrama de la vida. Las notas obedecen al talento del genio. Y nosotros, las personas, debemos poner ingenio para liberarnos de ataduras, egoísmo y soledades que provocan disonancias que separan.

Cristo es el que desea organizar pacíficamente toda la creación, dañada por el pecado. Él tiene la misión de reunir a todos, a pesar de tantas diferencias. La desunión aleja a unos de otros, separa a las personas, resquebraja hogares, siembra el desconcierto en los pueblos y naciones.

"La unión hace la fuerza". Juntos, hermanados es más fácil y llevadero.

Recordemos que los tizones separados, nunca harán fogón. La búsqueda de caminos para encontrar la unidad, debe estar presente en nuestro ideal de vida. Hemos progresado en todos los campos, y asombrosamente..."los hombres de hoy hemos aprendido a volar como pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el arte de vivir juntos, como hermanos".

Si cultivamos buenos sentimientos abriremos caminos que llevan a la unidad ya que los intereses mezquinos jamás han logrado uniones duraderas. Cuánto tenemos que progresar en el campo de la convivencia. El desafío que nos lanzó Jesús:"Amaos los unos a los otros", lo hemos trastocado, como decía el inspirado cómico Cantinflas, en "armaos los unos contra los otros".

Comenta el Evangelista San Mateo, que un especialista de la ley, le hizo esta pregunta a Jesús: Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?

Ante esa inquietud capciosa, Cristo respondió:"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y el más importante. Pero hay otro semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Toda la ley y los profetas se fundamentan en estos dos.

Si tomamos en cuenta estas dos orientaciones del Maestro, todo será más fácil.

Raúl Follerau, el apóstol de los leprosos, lo expresa así:"O los hombres aprendemos a amarnos y a comprendernos mutuamente o estamos condenados a desaparecer sin remedio".

En el pentagrama de la vida busquemos las notas que se aman", ubicándonos de tal manera que,

conformemos una sinfonía y así seamos protagonistas en la "Civilización del Amor".






jueves, 22 de diciembre de 2022

No lo olvidemos


En esta Navidad pidamos por todos y cada uno tendrá su rinconcito especial, por el que pedir, pero me gustaría y agradecería inmensamente que todos, aun cuando sea al final de vuestra lista hicierais con gran FE, una petición muy especial por la Familia, la Verdadera, Padres, Hijos y Abuelos, si tenéis la bendición de tenerlos.





miércoles, 21 de diciembre de 2022

martes, 20 de diciembre de 2022

SOLO LO HACE LA IGLESIA

Pagó la última ronda de unas cervezas que le habían sentado divinamente después de una intensa semana de trabajo, se lo habían pasado bomba despotricando del viaje del Papa, de la hipocresía de la Iglesia, de todo lo que les pedía el anticlericalismo que los unía como la amistad que se profesaban y que les servía para estar colocados en la misma empresa pública de la Junta.

Se fue a casa para comer algo antes de echarse una buena siesta, pero de camino se encontró con un olor que lo llevó directamente hasta el paraíso efímero de su infancia. Un olor a cocido, a caldo humeante, el aroma que lo recibía cuando llegaba a su casa después del colegio, con su madre atareada en la humilde cocina donde la olla hervía sin cesar.

 Entró en un local que le pareció un restaurante modesto, pero con encanto; iba distraído pensando en el Informe Técnico sobre Prevención de Riesgos Psicosociales de las Personas Expuestas a Situaciones de Disrupción Económica Familiar que le habían encargado en la empresa pública donde trabaja. En realidad, no era un restaurante; sino un autoservicio frecuentado por gente de toda condición. Había personas ataviadas a la antigua usanza, junto a individuos solitarios que vestían según las normas alternativas del arte povera.

 De pronto abrió los ojos y se quedó pasmado al comprobar que, quien le servía la comida en la bandeja, era una monja. Aquello era un comedor social y se vio rodeado de eso que nunca se nombra en los informes ni en los dosieres que prepara: pobres.

 Quiso retirarse; pero la monja no lo dejó. Le sonrió y le dijo que no se preocupara, que la primera vez es la más complicada, que no debía avergonzarse de nada, que el cocido estaba buenísimo y que, de segundo, había filete empanado; que no se perdiera las vitaminas de la ensalada ni de la fruta, y que podía rematar la comida con un helado de los que había regalado una fábrica cuyo nombre obvió. Se vio sentado a una mesa donde un matrimonio mayor, y bien vestido, comía en silencio, sin levantar los ojos de la bandeja. Enfrente, un tipo con barba descuidada sonreía mientras devoraba el filete empanado y le contaba su vida; había perdido el trabajo, el banco se había quedado con su casa, después del divorcio no sabía a dónde ir; menos mal que las monjas le daban comida y ropa, y que dormía en el albergue bajo techo. Al final, he tenido suerte en la vida, compañero; así que no te agobies, que de todo se sale...

 No podía creer lo que estaba sucediendo. Nadie le había pedido nada por darle de comer, ni le habían preguntado por sus creencias. Se limitaban a darle de comer al hambriento, sin adjetivos.

 Al salir, no le dio las gracias a la monja que le había dado de comer. Pero no fue por mala educación, sino porque no podía articular palabra. Una inclinación de cabeza. Ella le contestó con una sonrisa leve.

Vuelve cuando lo necesites y, si no estoy, di que vienes de parte mía. Me llamo Esperanza.

 Pregunta:

¿Hay algún comedor social regido por ateos o por los sindicatos?

Respuesta:

NO,No,NO. “SOLO LO HACE LA IGLESIA CATOLICA”.






lunes, 19 de diciembre de 2022

FELIZ NAVIDAD 2022

Desde aquí quiero desear a todos una muy Feliz Navidad y que en el nuevo año se vean cumplido todos vuestros deseos.






sábado, 17 de diciembre de 2022

FABRICANDO UN PADRE

En el taller más extraño y sublime conocido, se reunieron los grandes arquitectos, los afamados carpinteros y los mejores obreros celestiales que debían fabricar al padre perfecto:

"Debe ser fuerte", comentó uno.

"También, debe ser dulce", comentó otro experto.

"Debe tener firmeza y mansedumbre: tiene que saber dar buenos consejos".

"Debe ser justo en momentos decisivos, alegre y comprensivo en los momentos tiernos".

"¿Cómo es posible, interrogó un obrero, poner tal cantidad de cosas en un solo cuerpo"?

"Es fácil", contestó el ingeniero. "Sólo tenemos que crear un hombre con la fuerza del hierro y que tenga corazón de caramelo".

Todos rieron ante la ocurrencia y se escucho una voz (era el Maestro, dueño del taller del cielo):

"Veo que al fin comienzan, comentó sonriendo. No es fácil la tarea es cierto, pero no es imposible si ponen interés y amor en ello".

Y tomando en sus manos un puñado de tierra, comenzó a darle forma.

"¿Tierra?, preguntó sorprendido uno de los arquitectos. ¡Pensé que lo fabricaríamos de mármol, o marfil o piedras preciosas!.

"Este material es necesario para que sea humilde, le contestó el Maestro.

Y extendiendo su mano sacó de las estrellas oro y lo añadió a la masa.

"Esto es para que en pruebas brille y se mantenga firme".

Agregó a todo aquello, amor, sabiduría, le dio forma, le sopló de su aliento y cobró vida, pero... faltaba algo, pues en su pecho le quedaba un hueco.

"¿Y qué pondrás ahí?", preguntó uno de los obreros.

Y abriendo su propio pecho, y ante los ojos asombrados de aquellos arquitectos, sacó su corazón, y le arrancó un pedazo, y lo puso en el centro de aquel hueco.

Dos lágrimas salieron de sus ojos mientras volvía a su lugar su corazón ensangrentado.

¿Por qué has hecho tal cosa?", le interrogó un ángel obrero.

Y aún sangrando, le contestó el Maestro:

"Esto hará que me busque en momentos de angustia, que sea justo y recto, que perdone y corrija con paciencia, y sobre todo, que esté dispuesto aún al sacrificio por los suyos y que dirija a sus hijos con su ejemplo, por que al final de su largo trabajo, cuando haya terminado su tarea de padre allá en la tierra, regresará hasta mí. Y satisfecho por su buena labor, yo le daré un lugar aquí en mi reino. Le extenderé mi mano, descansará en mi pecho y tendrá Vida Eterna.

Pues yo también soy Padre y por él, por su bien, para otorgarle vida, me arranqué del corazón un pedazo de amor y lo puse en su pecho. Para que a mí regrese, guiado por la sangre que derramé por él en una cruz, para darle perdón, para mostrarle que aunque es duro ser padre, cuando extiendes tus brazos y perdonas, la recompensa es vida, gozo y amor eterno.






viernes, 16 de diciembre de 2022

LAS RANAS

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.

Cuando vieron cuán hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.

Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se desplomó y murió.

La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.

Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir luchando.

Pero la rana saltó cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del hoyo.

Cuando salió, las otras ranas le dijeron: “nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos".

La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.

Moraleja

1. La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo y finalizar el día.

2. Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que lo acabe por destruir. Tengamos cuidado con lo que decimos.

3. Una persona especial es la que se da tiempo para animar a otros.

Una referencia relacionada:

En los Estados Unidos de Norteamérica, en la NASA, hay un poster muy lindo de una abeja, el cual dice así:

"Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no está hecho para volar;

lo bueno es que la abeja no lo sabe".






jueves, 15 de diciembre de 2022

EL LOCO

En un pueblo rodeado de cerros habitaba un loco, la gente del pueblo le llamaba así: "EL LOCO", ¿y porqué le llamaban así?, ¿Qué acaso hacía cosas disparatadas, cosas raras, cosas diferentes a lo que hacen la mayoría de las personas, al menos en ese pueblo?.

La gente al verlo pasar se reía y se burlaba de él, humildemente vestido, sin posesiones, sin una casa que se dijera de su propiedad, sin una esposa ni unos hijos; *un desdichado*, pensaba la gente, alguien que no beneficiaba a la sociedad, **un inútil** comentaban otros.

Más he aquí que este viejo ocupaba su vida sembrando árboles en todas partes donde pudiera, sembraba semillas de las cuales nunca vería ni las flores ni el fruto, y nadie le pagaba por ello y nadie se lo agradecía, nadie lo alentaba, por el contrario, era objeto de burla ante los demás.

Y así pasaba su vida, poniendo semillas, plantando arbolitos ante la burla de los demás. Y he aquí que ese ser era un gran Espíritu de Luz, que poniendo la muestra de como se deben hacer las cosas, sembrando, siempre sembrando sin esperar a ver el fruto, sin esperar a saborearlo.

Y sucedió que un día cabalgaba por esos rumbos el Sultán de aquellos lugares, rodeado de su escolta y observaba lo que sucedía verdaderamente en su reino, para no escucharlo a través de la boca de sus ministros.

Al pasar por aquel lugar y al encontrarse al Loco le preguntó: _ ¿Qué haces, buen hombre?

Y el viejo le respondió: _ Sembrando Señor, sembrando.

Nuevamente inquirió el Sultán: _ Pero, ¿cómo es que siembras?. estás viejo y cansado, y seguramente no verás siquiera el árbol cuando crezca. ¿Para qué siembras entonces?

A lo que el viejo contesto: _ Señor, otros sembraron y he comido, es tiempo de que yo siembre para que otros coman.

El Sultán quedo admirado de la sabiduría de aquel hombre al que llamaban LOCO, y nuevamente le preguntó:

_ Pero no verás los frutos, y aun sabiendo eso continuas sembrando... Por ello te regalaré una monedas de oro, por esa gran lección que me has dado.

El Sultán llamo a uno de sus guardias para que trajese una pequeña bolsa con monedas de oro u las entregó al sembrador.

El sembrador respondió : _Ves, Señor, como ya mi semilla ha dado fruto, aún no la acaba de sembrar y ya me está dando frutos, y aun más, si alguna persona se volviera loca como yo y se dedicara solamente a sembrar sin esperar los frutos sería el más maravilloso de todos los frutos que yo hubiera obtenido, porque siempre esperamos algo a cambio de lo que hacemos, porque siempre queremos que se nos devuelva igual que lo que hacemos. Esto, desde luego, sólo cuando consideramos que hacemos bien, y olvidándonos de lo malo que hacemos.

El Sultán le miró asombrado y le dijo : _ ¡Cuánta sabiduría y cuánto amor hay en ti!, ojalá hubiera más como tú en este mundo, con unos cuantos que hubiese, el mundo sería otro; más nuestros ojos tapados con unos velos propios de la humanidad, nos impiden ver la grandeza de seres como tu. Ahora me retiraré porque, si sigo conversando contigo, terminaré por darte todos mis tesoros, aunque sé que los emplearlas bien, tal vez mejor que yo. ¡Qué Alá te Bendiga!.

Y terminado esto, partió el Sultán junto con su séquito, y el Loco siguió sembrando y no se supo de su fin, no se supo si termino muerto y olvidado por ahí en algún cerro, pero él había cumplido su labor, realizó la misión, la misión de un Loco.

Reflexión:

Este cuento sirve para ilustrarnos lo que muchos seres hacen en este mundo, pero callados, sin esperar recompensa y he aquí que se requieren muchos locos en el mundo, seres que repartan la Luz, que den la enseñanza, que sean guías en este mundo tan hambriento de la enseñanza espiritual.






miércoles, 14 de diciembre de 2022

DECIDIR Y SER CONSTANTES

En la pequeña escuelita rural había una vieja estufa de carbón muy anticuada. Un chiquito tenía asignada la tarea de llegar al colegio temprano todos los días para encender el fuego y calentar el aula antes de que llegaran su maestra y sus compañeros.

Una mañana, llegaron y encontraron la escuela envuelta en llamas. Sacaron al niño inconsciente más muerto que vivo del edificio. Tenía quemaduras graves en la mitad inferior de su cuerpo y lo llevaron urgente al hospital del condado. 

En su cama, el niño horriblemente quemado y semi inconsciente, oía al médico que hablaba con su madre. Le decía que seguramente su hijo moriría que era lo mejor que podía pasar, en realidad -, pues el fuego había destruido la parte inferior de su cuerpo.

Pero el valiente niño no quería morir. Decidió que sobreviviría.

De alguna manera, para gran sorpresa del médico, sobrevivió.

Una vez superado el peligro de muerte, volvió a oír a su madre y al médico hablando despacito. Dado que el fuego había dañado en gran manera las extremidades inferiores de su cuerpo, le decía el médico a la madre, habría sido mucho mejor que muriera, ya que estaba condenado a ser inválido toda la vida, sin la posibilidad de usar sus piernas.

Una vez más el valiente niño tomó una decisión. No sería un inválido.

Caminaría. Pero desgraciadamente, de la cintura para abajo, no tenía capacidad motriz. Sus delgadas piernas colgaban sin vida.

Finalmente, le dieron de alta.

Todos los días, su madre le masajeaba las piernas, pero no había sensación, ni control, nada. 

No obstante, su determinación de caminar era más fuerte que nunca.

Cuando no estaba en la cama, estaba confinado una silla de ruedas.

Una mañana soleada, la madre lo llevó al patio para que tomara aire fresco.

Ese día en lugar de quedarse sentado, se tiró de la silla. Se impulsó sobre el césped arrastrando las piernas.

Llegó hasta el cerco de postes blancos que rodeaba el jardín de su casa. Con gran esfuerzo, se subió al cerco. Allí, poste por poste, empezó a avanzar por el cerco, decidido a caminar.

Empezó a hacer lo mismo todos los días hasta que hizo una pequeña huella junto al cerco. Nada quería más que darle vida a esas dos piernas.

Por fin, gracias a las oraciones fervientes de su madre y sus masajes diarios, su persistencia férrea y su resuelta determinación, desarrolló la capacidad, primero de pararse, luego caminar tambaleándose y finalmente caminar solo y después correr.

Empezó a ir caminando al colegio, después corriendo, por el simple placer de correr. Más adelante, en la universidad, formó parte del equipo de carrera sobre pista.

Y aun después, en el Madison Square Garden, este joven que no tenía esperanzas de sobrevivir, que nunca caminaría, que nunca tendría la posibilidad de correr, este joven determinado, Glenn Cunningham, llegó a ser el atleta estadounidense que ¡corrió el kilómetro más veloz el mundo!

Moraleja:

Haz lo que puedas y Dios hará lo que no puedas.






martes, 13 de diciembre de 2022

EL CIEGO

Había un ciego sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera que, escrito con tiza blanca, decía:

"POR FAVOR AYÚDEME, SOY CIEGO".

Un creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra.

Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio.

Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue.

Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas.

El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él, el que re escribió su cartel y sobre todo, qué había escrito.

El publicista le contestó:

"Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras".

Sonrió y siguió su camino.

El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía:

"HOY ES PRIMAVERA, Y NO PUEDO VERLA".

Cambiemos de estrategia cuando no nos sale algo, y verán que puede que resulte mejor de esa manera.

Te deseo un Feliz Día... y ten en mente que todo cambio, renueva día a día tu vida...

Lo difícil es encontrar nuevas estrategias para lograr respuestas diferentes.

Decía Einstein:

"Si hace lo que siempre ha hecho,

obtendrá los resultados que siempre ha obtenido"

Bastante obvio, tanto que se nos olvida...