"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

lunes, 5 de octubre de 2020

EL ENTUSIASMO CONTAGIOSO


Cuando tanto se habla –y se vive- de crisis, de problemas, angustias, agobios y quejas es más necesario que nunca compartir un grito de coraje, una palabra de alegría, un brindis por todo aquello que es humano y grande, todo aquello que no se nos puede arrebatar. Miramos alrededor y quizás vemos demasiados jirones rotos, demasiados sueños truncados y demasiados semblantes sombríos. Pero miremos mejor. Miremos, con atención, porque también hay sueños realizados. Y hay sonrisas invencibles, y flores que crecen y se abren paso entre los resquicios del duro cemento. Miremos a los rostros arrugados por un millón de sonrisas previas. Miremos a la gente que vive enamorada, y que hace de la ternura su mejor arma. Y al que encuentra, en Dios, refugio y hondura. Miremos, juntos al mundo que, vibrante, late con tanta vida en su seno.

 


 

 

domingo, 4 de octubre de 2020

¿QUE ES SERVIR A OTROS?


Servir es sembrar...sembrar semillas buenas.
No es preciso haberlas recibido o cosechado...
ella mana milagrosamente de las recónditas alforjas
de nuestro espíritu y del corazón.
Servir es, servir a todos y
a cualquiera que nos llame,
no preferentemente a quienes, a su vez,
puedan alguna vez servirnos a nosotros.
Servir es sembrar siempre... siempre...
sin descanso, aunque solo sean otros los que recojan
y saboreen las cosechas.
Servir es mucho más que dar con las manos algo que tienes...
es dar con el alma lo que tal vez...
nunca nos fue concedido.
Servir es distribuir afecto, bondad, cordialidad,
apoyo moral, amor por sí mismo y a veces, ayuda material.
Servir es repartir alegría, es infundir fe, estima,
admiración, respeto, gratitud, sinceridad,
honestidad, libertad, optimismo, confianza y esperanza.
Servir es... en verdad,
dar más de lo que recibimos en la vida y de la vida...
"SERVIR ES SER COMO EL ÁRBOL DEL SÁNDALO....
QUE PERFUMA EL HACHA QUE EN OCASIONES LE HIERE"

 


 

 

sábado, 3 de octubre de 2020

“SI UN NIÑO…”


Si un niño vive con tolerancia, aprenderá a ser paciente.
Si un niño vive con aliento, aprenderá a tener confianza en sí mismo.
Si un niño vive entre críticas, aprenderá a condenar a su prójimo.
Si un niño vive entre pleitos, aprenderá a pelear.
Si un niño vive en el ridículo, aprenderá a ser tímido.
Si un niño vive con venganza, aprenderá a sentirse culpable.
Si un niño vive con estímulo, aprenderá a apreciar a las demás personas.
Si un niño vive con rectitud, aprenderá lo que es justicia.
Si un niño vive con seguridad, aprenderá a tener fe.
Si un niño vive con aprobación, aprenderá a valorarse.
Si un niño vive con amor, ternura y amistad, aprenderá a amar, amar, amar.....

 


 

 

viernes, 2 de octubre de 2020

MADURAR ES OPCIONAL


El primer día en la universidad nuestro profesor se presentó y nos pidió que
procuráramos llegar a conocer a alguien a quien no conociéramos todavía.
Me puse de pie y miré a mi alrededor, cuando una mano me tocó suavemente el
hombro. Me di la vuelta y me encontré con una viejita arrugada cuya sonrisa le
alumbraba todo su ser.
Hola, buen mozo. Me llamo Rose. Tengo ochenta y siete años. ¿Te puedo dar un abrazo?. Me reí y le contesté con entusiasmo: ¡Claro que puede! Ella me dió un abrazo muy fuerte. ¿Por qué está usted en la Universidad a una edad tan temprana, tan inocente?, le pregunté.
Riéndose, contestó: 'Estoy aquí para encontrar un marido rico, casarme, tener unos dos
hijos, y luego jubilarme y viajar'.
'Se lo digo en serio', le dije. Quería saber qué le había motivado a ella a afrontar ese desafío a su edad.
'Siempre soñé con tener una educación universitaria y ahora la voy a tener!', me dijo.
Después de clases caminamos al edificio de la asociación de estudiantes y
compartimos un batido de chocolate. Nos hicimos amigos enseguida. Todos los
días durante los tres meses siguientes salíamos juntos de la clase y hablábamos
sin parar. Me fascinaba escuchar a esta "máquina del tiempo". Ella compartía su
sabiduría y experiencia conmigo.
Durante ese año, Rose se hizo muy popular en la Universidad; hacía amistades a
donde iba.
Le encantaba vestirse bien y se deleitaba con la atención que recibía de los
demás estudiantes. Se lo estaba pasando de maravilla.
Al terminar el semestre le invitamos a Rose a hablar en nuestro banquete de fútbol.
No olvidaré nunca lo que ella nos enseñó en esa oportunidad.
Luego de ser presentada, subió al podio. Cuando comenzó a pronunciar el discurso que había preparado de antemano, se le cayeron al suelo las tarjetas donde tenía los
apuntes. Frustrada y un poco avergonzada se inclinó sobre el micrófono y dijo
simplemente, 'disculpen que esté tan nerviosa. Dejé de tomar cerveza por
cuaresma y ¡este whisky me está matando!'

'No voy a poder volver a poner mi discurso en orden, así que permítanme
simplemente decirles lo que sé.'
Mientras nos reíamos, ella se aclaró la garganta y comenzó: 'No dejamos de jugar porque estamos viejos; nos ponemos viejos porque dejamos de jugar. Hay sólo cuatro secretos para mantenerse joven, ser feliz y triunfar.' Tenemos que reír y encontrar el buen humor todos los días. Tenemos que tener un ideal. Cuando perdemos de vista nuestro ideal, comenzamos a morir.
¡Hay tantas personas caminando por ahí que están muertas y ni siquiera lo
saben!' Hay una gran diferencia entre ponerse viejo y madurar. Si ustedes tienen diecinueve años y se quedan en la cama un año entero sin hacer nada productivo se convertirán en personas de veinte años. Si yo tengo ochenta y siete años y me quedo en la cama por un año sin hacer nada tendré ochenta y ocho años.
Todos podemos envejecer. No se requiere talento ni habilidad para ello. Lo importante es que maduremos encontrando siempre la oportunidad en el cambio.
'No me arrepiento de nada. Los viejos generalmente no nos arrepentimos de lo que hicimos sino de lo que no hicimos.
Los únicos que temen la muerte son los que tienen remordimientos.
Terminó su discurso cantando 'La Rosa'. Nos pidió que estudiáramos la letra de la canción y la pusiéramos en práctica en nuestra vida diaria.
Rose terminó sus estudios. Una semana después de la graduación, Rose murió tranquilamente mientras dormía.
Más de dos mil estudiantes universitarios asistieron a las honras fúnebres para
rendir tributo a la maravillosa mujer que les enseñó con su ejemplo que nunca es demasiado tarde para llegar a ser todo lo que se puede ser.

No olviden que: "ENVEJECER ES OBLIGATORIO; MADURAR ES OPCIONAL."

 


 

 

 

jueves, 1 de octubre de 2020

TOMAR DECISIONES Y SER CONSTANTES


En la pequeña escuelita rural había una vieja estufa de carbón muy anticuada. Un chiquito tenía asignada la tarea de llegar al colegio temprano todos los días para encender el fuego y calentar el aula antes de que llegaran su maestra y sus compañeros.

Una mañana, llegaron y encontraron la escuela envuelta en llamas. Sacaron al niño inconsciente más muerto que vivo del edificio. Tenía quemaduras graves en la mitad inferior de su cuerpo y lo llevaron urgente al hospital del condado.

En su cama, el niño horriblemente quemado y semi inconsciente, oía al médico que hablaba con su madre. Le decía que seguramente su hijo moriría que era lo mejor que podía pasar, en realidad -, pues el fuego había destruido la parte inferior de su cuerpo.
Pero el valiente niño no quería morir. Decidió que sobreviviría.

De alguna manera, para gran sorpresa del médico, sobrevivió.

Una vez superado el peligro de muerte, volvió a oír a su madre y al médico hablando despacito. Dado que el fuego había dañado en gran manera las extremidades inferiores de su cuerpo, le decía el médico a la madre, habría sido mucho mejor que muriera, ya que estaba condenado a ser inválido toda la vida, sin la posibilidad de usar sus piernas.
Una vez más el valiente niño tomó una decisión. No sería un inválido.

Caminaría. Pero desgraciadamente, de la cintura para abajo, no tenía capacidad motriz. Sus delgadas piernas colgaban sin vida.
Finalmente, le dieron de alta.

Todos los días, su madre le masajeaba las piernas, pero no había sensación, ni control, nada.

No obstante, su determinación de caminar era más fuerte que nunca.

Cuando no estaba en la cama, estaba confinado una silla de ruedas.
Una mañana soleada, la madre lo llevó al patio para que tomara aire fresco.

Ese día en lugar de quedarse sentado, se tiró de la silla. Se impulsó sobre el césped arrastrando las piernas.

Llegó hasta el cerco de postes blancos que rodeaba el jardín de su casa. Con gran esfuerzo, se subió al cerco. Allí, poste por poste, empezó a avanzar por el cerco, decidido a caminar.
Empezó a hacer lo mismo todos los días hasta que hizo una pequeña huella junto al cerco. Nada quería más que darle vida a esas dos piernas.

Por fin, gracias a las oraciones fervientes de su madre y sus masajes diarios, su persistencia férrea y su resuelta determinación, desarrolló la capacidad, primero de pararse, luego caminar tambaleándose y finalmente caminar solo y después correr.
Empezó a ir caminando al colegio, después corriendo, por el simple placer de correr. Más adelante, en la universidad, formó parte del equipo de carrera sobre pista.

Y aun después, en el Madison Square Garden, este joven que no tenía esperanzas de sobrevivir, que nunca caminaría, que nunca tendría la posibilidad de correr, este joven determinado, Glenn Cunningham, llegó a ser el atleta estadounidense que ¡corrió el kilómetro más veloz el mundo!

Moraleja:

Haz lo que puedas y Dios hará lo que no puedas.