"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

jueves, 22 de noviembre de 2018

¡SACÚDETE Y SUBE!



Se cuenta de cierto campesino que tenía una mula ya vieja. En un lamentable descuido, la mula cayó en un pozo que había en la finca.
El campesino oyó los bramidos del animal, y corrió para ver lo que ocurría. Le dio pena ver a su fiel servidora en esa condición, pero después de analizar cuidadosamente la situación, creyó que no había modo de salvar al pobre animal, y que más valía sepultarla en el mismo pozo.
El campesino llamó a sus vecinos y les contó lo que estaba ocurriendo y los enlistó para que le ayudaran a enterrar la mula en el pozo para que no continuara sufriendo.
Al principio, la mula se puso histérica.
Pero a medida que el campesino y sus vecinos continuaban paleando tierra sobre sus lomos, una idea vino a su mente. A la mula se le ocurrió que cada vez que una palada de tierra cayera sobre sus lomos... ¡ELLA DEBÍA SACUDIRSE Y SUBIR SOBRE LA TIERRA!
Esto hizo la mula palazo tras palazo.
Sacúdete y sube. Sacúdete y sube. Sacúdete y sube!! Repetía la mula para alentarse a sí misma.
No importaba cuán dolorosos fueran los golpes de la tierra y las piedras sobre su lomo, o lo tormentoso de la situación, la mula luchó contra el pánico, y continuó SACUDIÉNDOSE Y SUBIENDO. A sus pies se fue elevando de nivel el piso.
Los hombres sorprendidos captaron la estrategia de la mula, y eso los alentó a continuar paleando. Poco a poco se pudo llegar hasta el punto en que la mula cansada y abatida pudo salir de un brinco de las paredes de aquel pozo.
La tierra que parecía que la enterraría, se convirtió en su bendición, todo por la manera en la que ella enfrentó la adversidad.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

LA SABIDURIA DEL DOLOR



Todos de alguna forma u otra sufrimos en la vida, nos guste o no.
Cuando aparece el dolor, cuando llega el sufrimiento por pequeño o grande que sea, es necesario aceptarlo con paz.
Decimos que el mejor maestro es el dolor...
Es que nos hace más sensibles y comprensivos ante el dolor ajeno, quien ha sufrido, siempre sabrá escuchar, comprender, disculpar.
El dolor nos madura, humaniza, nos hace humildes, nos hace capaz de pedir ayuda y dar consuelo.
Dicen que los ojos que han llorado ven mejor, y es cierto, las lágrimas limpian el alma y no le impiden la entrada a Dios en nuestro corazón.
Al dolor debemos tomarlo como una parte de la vida y aprender que es una forma de irnos madurando, nos hace crecer espiritualmente si sabemos sacarle provecho.
Cuando en nuestra vida todo es plenitud, salud, viajes, etc., no se elevan los ojos al cielo, todo al suelo, a lo terrenal.
Pero cuando se sufre de soledad, enfermedad, tristeza, vacío del alma, aprendemos a elevar los ojos hacia Dios, nuestro padre.
La alegría fabricada es mala, es como una copa de alcohol que embriaga y hace olvidar por un rato la realidad en que vivimos.
Es necesario aceptar la realidad aunque sea dolorosa, esto siempre será mejor, el dolor nos enseña a amar, a perdonar, a ser humildes, el dolor es parte de la vida y es el mejor método para madurar.

martes, 20 de noviembre de 2018



Un cargador de agua tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo que él llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía una grieta, mientras que la otra era perfecta y entregaba el agua completa al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón.
Cuando llegaba, la vasija rota solo contenía la mitad del agua. Por dos años completos esto fue así diariamente. Desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, perfecta para los fines para la cual fue creada; pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía conseguir la mitad de lo que se suponía debía hacer.
Después de dos años le habló al aguador diciéndole: "Estoy avergonzada de mi misma y me quiero disculpar contigo"...¿Por qué? le preguntó el aguador.
"Porque debido a mis grietas, solo puedes entregar la mitad de mi carga. Debido a mis grietas, solo obtienes la mitad del valor de lo que deberías."
El aguador se sintió muy apesadumbrado por la vasija y con gran compasión le dijo: "Cuando regresemos a la casa del patrón quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.
Así lo hizo y en efecto vio muchísimas flores hermosas a todo lo largo, pero de todos modos se sintió muy apenada porque al final solo llevaba la mitad de su carga. El aguador le dijo: "Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino?; siempre he sabido de tus grietas y quise obtener ventaja de ello, siembro semillas de flores a todo lo largo del camino por donde tu vas y todos los días tú las has regado. Por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Madre. Sin ser exactamente como eres, ella no hubiera tenido esa belleza sobre su mesa."
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero si le permitimos a Dios utilizar nuestras grietas para decorar la mesa de su Padre......
"En la gran economía de Dios, nada se desperdicia". "Sólo aquel que ensaya lo absurdo es capaz de conquistar lo imposible". Si sabes cuáles son tus grietas, aprovéchalas, y no te avergüences de ellas

lunes, 19 de noviembre de 2018

TRES PALABRAS



En estos últimos momentos del año, heme aquí, Señor, en el silencio y en recogimiento.
Para darte: GRACIAS;
para solicitarte: AYUDA;
para implorarte: PERDON.
G R A C I A S
Señor, por la paz, por la alegría, por la unión que los hombres, mis hermanos me han dado:
Por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron,
por esa mano oportuna que me levantó,
por esos labios cuyas palabras y sonrisas me alentaron,
por esos oídos que me escucharon,
por ese corazón que amistad, cariño y amor me dió,
Gracias, Señor. . . me cuesta trabajo decírtelo. . .
por el insulto, por el engaño, por la injusticia, por el fallecimiento del ser querido.
Tú lo sabes, Señor, cuán difícil fue aceptarlo; quizá estuve al punto de la desesperación, pero ahora me doy cuenta que todo esto me acercó más a Ti. ¡Tú sabes lo que hiciste!
Gracias, Señor, sobre todo por la fe que me has dado en Ti y en los hombres.
Por esa fe que se tambaleó pero que Tú nunca dejaste de fortalecer cuando tanta veces encorvado
bajo el peso del desánimo me hizo caminar en el sendero de la verdad a pesar de la oscuridad.
A Y U D A
Te he venido también a implorar para el año que muy pronto va a comenzar.
Lo que el futuro me depara, lo desconozco, Señor, vivir en la incertidumbre, en la duda, no me gusta, me molesta, me hace sufrir.
Pero sé que Tú siempre me ayudarás.
Yo te puedo dar la espalda. Soy libre. Tú nunca me la darás. Eres fiel.
Yo sé que contaré con tu ayuda. Tú sabes que no siempre cooperaré.
Yo sé que me tenderás la mano. Tú sabes que no siempre la tomaré.
Por eso hoy te pido que me ayudes a ayudarte, que llenes mi vida de esperanza y generosidad. No abandones la obra de tus manos, Señor.
P E R D Ó N
No podía retirarme sin pronunciar esa palabra que tantas veces te debería de haber dicho por que por negligencia y orgullo he callado.
Perdón; Señor, por mis negligencias, descuidos y olvidos, por mi orgullo y vanidad, por mi necedad y capricho, por mi silencio y mi excesiva locuacidad.
Perdón, Señor, por prejuzgar a mis hermanos, por mi falta de alegría y entusiasmo, por mi falta de fe y confianza en Ti, por mi cobardía y mi temor en mi compromiso.
Perdón porque me han perdonado y no he sabido perdonar.
Perdón por mi hipocresía y doblez, por esa apariencia que con tanto esmero cuido pero que sé en el fondo no es más que engaño a mí mismo.
Perdón por esos labios que no sonrieron, por esa palabra que callé, por esa mano que no tendí, por esa mirada que desvié, por esa verdad que omití, por ese corazón que no amó. . . por ese YO que se prefirió.
Señor, no te he dicho todo. Llena con tu amor mi silencio y cobardía.
GRACIAS por todos los que no te dan gracias.
AYUDA a todos los que te imploran Tu ayuda.
PERDON por todos los que no te piden perdón.
Señor, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar.
Valor para cambiar las cosas que si puedo y sabiduría para distinguir la diferencia.
Me has escuchado. . . Ahora, Señor, te escucho.

domingo, 18 de noviembre de 2018

¿QUE LE ENSEÑARÍAS A TUS HIJOS PAR LA ÉPOCA ACTUAL?



Que aprendan que lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino a quien tienen en sus vidas.
Que aprendan que no es bueno compararse con los demás porque siempre habrá alguien mejor o peor que ellos.
Que aprendan que no pueden hacer que alguien los ame, lo que pueden hacer es dejarse amar.
Que aprendan que "rico" no es el que más tiene, sino el que menos necesita.
Que aprendan que deben controlar sus actitudes o sus actitudes los controlarán.
Que aprendan que hay gente que los quiere mucho, pero que simplemente no saben cómo demostrarlo.
Que aprendan que los grandes sueños no requieren de grandes alas sino de un tren de aterrizaje para lograrlos.
Que aprendan que no siempre es suficiente ser perdonados por otros, algunas veces deben perdonarse a sí mismos.
Que aprendan que la felicidad no es cuestión de suerte sino producto de decisiones.
Que aprendan que dos personas pueden mirar una misma cosa y ver algo totalmente diferente.
Que aprendan que, al retener a la fuerza a las personas que aman, las alejan más rápidamente de ellos y, al dejarlas ir, las tienen para siempre a su lado.
Que aprendan que amar y querer no son sinónimos sino antónimos: el quererlo exige todo, el amar lo entrega todo.
Que aprendan que tardas años construir la confianza y sólo segundos destruirla.