"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

miércoles, 18 de abril de 2012

Era una vez un gran violinista...

No te desesperes...recuerda siempre aún existe la última cuerda, la de aprender de nuevo para deslumbrar y generar soluciones.
Algunos decían que él era muy extraño; otros, que era sobrenatural. Las notas mágicas que salían de su violín tenían un sonido diferente, por eso nadie quería perder la oportunidad de ver su espectáculo.

Una cierta noche, el palco de un auditorio repleto de admiradores estaba preparado para recibirlo. La orquesta entró y fue aplaudida. El maestro fue ovacionado, pero cuando la figura de Paganini surgió triunfante, el público deliró. Paganini coloca su violín en su hombro y lo que se sucede a continuación es indescriptible.

Breves y semibreves, fusas y semifusas, corcheas y semicorcheas, parecen tener alas y volar con el toque de aquellos dedos encantados.

De repente, un sonido extraño interrumpe el devaneo de la platea. Una de las cuerdas del violín de Paganini se revienta, el maestro paró, la orquesta paró, el público paró, pero Paganini no paró; mirando su partitura, él continúa a sacar sonidos deliciosos de un violín con problemas. El maestro y la orquesta, animados y confiados, vuelven a tocar.

El público se estaba calmando cuando, de repente, otro sonido perturbador distrae la atención de los asistentes, otra cuerda del violín de Paganini se rompe, el maestro paró de nuevo, la orquesta paró nuevamente, Paganini no paró. Como si nada hubiese sucedido, él olvida las dificultades y avanza sacando sonidos de lo imposible. El maestro y la orquesta, impresionados, vuelven a tocar; pero el público no podía imaginar lo que iba a suceder a continuación. Todas las personas, pasmadas, gritaron ¡OOHHH! ¡Qué eco por la ovación de aquel auditorio!

Una tercera cuerda del violín de Paganini se corta. El maestro para, la orquesta para, la respiración del público para, PERO Paganini no para, como si fuese un malabarista musical, él saca todos los sonidos de la única cuerda que sobrara de aquel violín destruido. Ninguna nota fue olvidada. El maestro, más animado todavía, acompaña a Paganini; la orquesta se motiva, el público parte del silencio hacia la euforia.

Paganini llega a la gloria. Su nombre corre a través del tiempo. Él no es sólo un violinista genial, es el símbolo del profesional que continúa adelante en medio de lo imposible.

No importa la cantidad de problemas que podamos tener; puede ser un problema personal, conyugal, familiar, profesional, emotivo, etc., cualquier cosa que te está afectando en el cultivo de tus dones y cualidades que buscan darte la paz y la felicidad, tu auto-estima o tu desempeño profesional; ten la certeza de una cosa: No todo está perdido. Aún existe una cuerda y es tocando en ella que tú ejercitarás tu talento. Tocando en ella es que tú vas a vibrar. Aprende a aceptar que la vida siempre te dejará una última cuerda. Cuando sientas desánimo, nunca dejes de luchar. Aún existirá la cuerda de la persistencia inteligente, del "probar una vez más", de dar un paso más con un enfoque nuevo.

Despierta ese Paganini que existe dentro de tí y avanza hasta vencer. La Victoria es el arte de continuar, donde los otros resuelven parar. Cuando todo parezca fracasar, date una nueva chance y camina hacia el frente. Toca la cuerda de la motivación, saca sonidos de resultados positivos; pero antes pregunta: ¿quién motiva al motivador? esto es, ¿quién motiva tu cerebro?, ¿qué motiva tu mano?, ¿qué toca tu violín?

No te frustres, no te desesperes... Recuerda siempre aún existe la última cuerda la de aprender de nuevo para deslumbrar y generar soluciones. Nunca la vida te cortará todas las cuerdas.
Y si los resultados aún siguen mal, es tu oportunidad de tocar la última cuerda. Siempre es la cuerda más olvidada la que te dará el mayor resultado. ¡Está en tus manos tocar la mejor cuerda del universo: DIOS!
Autor: P. Dennis Doren L.C.

martes, 17 de abril de 2012

Guadalupe Luz de Extremadura

Encontrarse con Cristo Resucitado desde le corazón de María

¿Qué sentía María en esos momentos? ¿qué pensaba? ¿qué recuerdos le venían a la memoria? ¿qué le decía a Jesús? ¿cuál era su experiencia interior?
Los seres humanos tenemos capacidad de sintonizar con los sentimientos de otra persona, penetrarlos y hasta cierto punto apropiarlos. Podemos ponernos en el lugar del otro, comprender sus emociones y sentimientos y sentir juntamente con él.

Es posible conectar con el otro y participar de su experiencia interior. Esto abre un mundo maravilloso en la vida de oración. Con la ayuda de la gracia, es un modo de hacer oración contemplativa.

Ciertamente la empatía tiene sus límites, pues la experiencia personal será siempre personal; las vivencias de cada uno serán siempre propias y únicas.

¿En qué consiste esta "oración por empatía"?

Por ejemplo, en este tiempo litúrgico, consiste en centrar nuestra atención en la Virgen María y tratar de sintonizar con los sentimientos de María durante la pasión, muerte y resurrección de Jesús. He empleado esta modalidad de oración durante el triduo pascual y lo sigo aplicando ahora en la pascua. Me está ayudando mucho.

Tratar de meterse al corazón de la Madre de Jesús y Madre nuestra mientras en silencio y soledad acompaña a su Hijo en cada momento de su pasión y en su resurrección. Algunas preguntas que ayudan: ¿qué sentía María en esos momentos? ¿qué pensaba? ¿qué recuerdos le venían a la memoria? ¿qué le decía a Jesús? ¿qué escuchaba? ¿cuáles eran sus actitudes? ¿cuál era su experiencia interior?

Detenerse en cada paso, sin prisa. Un día se puede tomar una escena, otro día otra. O permanecer durante varios días en la que más ayude a cada uno. Este modo de orar supone un fuerte cultivo de la capacidad de escucha.

Se trata de contemplar y sentir profundo

No hacen falta muchos pensamientos, se trata de contemplar y sentir profundo, identificándose con la oración de María: durante la última cena, durante la oración en el huerto, cuando fue apresado, cuando estaba en la cárcel, cuando fue condenado a muerte, cuando subía el Calvario con la cruz a cuestas, cuando fue crucificado, durante su agonía, cuando expiró, cuando resucitó, cuando encontró a María en el huerto, cuando se apareció a los suyos...

Gozar con Cristo Resucitado desde el corazón de María

Desde el Sábado Santo me ha ayudado mucho gozar con Cristo Resucitado desde el corazón de su Madre.

En la resurrección de Jesús confluyen:
·  El amor del Padre que lleno de conmoción vio morir a su Hijo diciendo: "Todo está cumplido" (Jn 19,30), "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lc 23,45). Con la Resurrección, el Padre respondió a la súplica de Jesús en el huerto: ¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mi este cáliz (Mc 14,36).
·  El poder del Espíritu de amor que hace nuevas todas las cosas (Ap 21,5)
·  La pasión de amor de Cristo por el hombre que quiere permanecer siempre a su lado: "Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los tiempos." (Mt 28,20)

Y María participa en la Resurrección de Cristo con su dolor y su esperanza


Con la muerte de Jesús parecía fracasar la esperanza de cuantos confiaron en Él. Aquella fe nunca dejó de faltar completamente, sobre todo en el corazón de la Virgen María, la Madre de Jesús, la llama quedó encendida con viveza también en la oscuridad de la noche. (Benedicto XVI, 8 de abril de 2012) y a través de la experiencia transformante de la Pascua de su Hijo, se convierte en Madre de la Iglesia, o sea, de cada uno de los creyentes y de toda la comunidad. (Benedicto XVI, Regina Coeli, 9 de abril 2012)

¡Qué fácil es gozar con Cristo Resucitado desde el corazón de su Madre mientras le contempla vivo y glorioso!


Oración

Madre:
Mientras el sábado santo se libraba el combate entre la Luz y las tinieblas,
el Espíritu Consolador invadía tu corazón, aliviando tu dolor,
el Padre terminaba su obra maestra: Cristo Resucitado,
y tú en silenciosa espera...

¡Cuánto aprendo de tu silencio sonoro!
Gracias, Madre, por permitirme entrar en el jardín de tu alma y acompañarte en tu dolor.
No me cabe la menor duda de que fuiste tú la primera a quien buscó Jesús resucitado.

¿Qué pasó en tu corazón cuando al tercer día brilló el Sol Naciente con toda su gloria?
¿Cómo celebraron juntos aquél momento? Me imagino lo que sentiste.

Déjame ver con tu mirada el rostro de tu Hijo Resucitado,
alegrarme y regocijarme en Él como tú lo hiciste.

A ti te constituyó en Madre de la Iglesia,
que a mí me conceda resucitar con Él;
que me haga un hombre nuevo,
que piense en las cosas de arriba,
y las busque por encima de todo
Amen
Autor: P Evaristo Sada LC.

jueves, 12 de abril de 2012

La Pascua es lo más grande de nuestra fe

¿Podemos decir que nuestra Pascua ha sido "hacia adentro", que hemos sentido que el Señor ha dejado alguna huella de su paso por nuestra vida?
Estamos en la Pascua, la Pascua Florida. Llegó con el Domingo de Resurrección.

Los vacacionistas regresaron..... otros lamentablemente no volverán. Salieron felices y animosos pero ya no hubo regreso. Los recordamos y pedimos por ellos.

La Pascua es el Misterio más grande de nuestra fe. Cristo ha resucitado y la Muerte quedó vencida porque su Resurrección la mató. San Agustín nos dice: - "Mediante su Pasión, Cristo pasó de la muerte a la vida. La Pascua es el paso del Señor"

Ya dejamos atrás los días de Pasión y muerte. Seguiremos venerando la cruz que fue el medio que nos hizo cruzar a la otra orilla de luz y de vida eterna. Sin cruz.... no se llega. No se alcanza la resurrección. ¡Cristo resucitó y su tumba quedó vacía!

Volvemos a los días de trabajo, a la rutina... ¿qué ha dejado este paso de Dios en nuestras almas? ¿Podemos decir que nuestra Pascua ha sido "hacia adentro", que hemos sentido que el Señor ha pasado y ha dejado alguna huella de su resurrección en nuestra vida?

Jesús realiza la Pascua. Jesús pasa al Padre. ¿Es solo El quien pasa de este mundo al Padre? ¿Y nosotros ?...

Dios es Omnipotente y puede hacerlo Todo, pero... "no puede" obligarnos a tener un corazón arrepentido. Nos deja en libertad para amarlo o para ofenderlo, para querer estar unidos a El o para olvidarlo y esa libertad es tan traicionera que nos puede DAR o QUITAR el derecho a nuestra propia y gloriosa resurrección. Porque resucitar eso si, lo haremos todos. Ya que así lo decimos y creemos en nuestro Credo - creo en la resurrección de los muertos.

Lo que hemos vivido estos días no puede pasar sin dejarnos algo, sin dejarnos una huella en el alma, ahora que proseguimos el camino de nuestro quehacer de siempre.

Cristo resucitó y los apóstoles, uno a uno, dieron su vida por esta VERDAD que deslumbra.
Pedro comió y bebió con Jesús después de su Resurrección, Tomás metió sus dedos en las llagas del Cristo resucitado y Pablo nos recuerda que si hemos resucitado con Cristo por el Bautismo, debemos de vivir la nueva vida en espera de su regreso y tenemos el compromiso de llevar por el mundo la palabra de Dios.
Autor: Ma Esther De Ariño.

miércoles, 11 de abril de 2012

Déjate fundir, no te resistas...

Dejarnos moldear, no poner resistencia para que Dios haga su obra en nosotros. Nos prueba como el oro en el crisol, hay que fundirse para brillar.
Dios nos prueba como el oro en el crisol, hay que fundirse para brillar, ¿realmente es necesario pasar por la vida con tantas pruebas, por tantos desencantos?, ¿la vida no sería más bella y más amable sin tantos contratiempos?

Platicando con un joven le dije: todo sirve de bien para quien ama y tiene fe, realmente es aquí cuando entendemos que Dios escribe recto en líneas torcidas.

Necesitamos dejarnos moldear, no poner resistencia; para que Dios vaya haciendo su obra en nosotros. Entender, seguir y dejarnos conducir por este principio no es fácil, pero es aquí en donde está la verdadera solución.

Estoy seguro que todos nosotros queremos alcanzar la auténtica felicidad y sobre todo la realización personal en nuestra vida, es decir, cumplir la misión para la cual Dios N.S. nos ha creado. No nos debemos desanimar, no nos podemos desanimar, el camino es arduo y complejo, pero sabemos que no estamos solos.

Un árbol para que dé buenos frutos necesita ser podado, tiene que experimentar el dolor de que alguien corte todas aquellas ramas secas, inútiles y que le restan fuerzas, así es nuestra vida.

Espero que esta historia que a continuación te narro, te ayude un poco más en tu camino:

Se cuenta la historia del herrero que, después de una juventud llena de excesos, decidió entregar su alma a Dios. Durante muchos años trabajó con ahínco, practicó la caridad, pero a pesar de toda su dedicación, nada parecía andar bien en su vida, muy por el contrario, sus problemas y sus deudas se acumulaban día a día.

Una hermosa tarde, un amigo que lo visitaba, y que sentía compasión por su situación difícil, le comentó:
"Realmente es muy extraño que justamente después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, nada ha mejorado"

El herrero no respondió enseguida, él ya había pensando en eso muchas veces sin entender lo que acontecía con su vida, sin embargo, como no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a hablar y terminó por encontrar la explicación que buscaba. He aquí lo que dijo el herrero:

"En este taller yo recibo el acero aún sin trabajar y debo transformarlo en espadas. ¿Sabes tú cómo se hace esto?

Primero, caliento la chapa de acero a un calor infernal hasta que se pone al rojo vivo; enseguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada. Luego la sumerjo en un balde de agua fría y el taller entero se llena con el ruido y el vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura.

Tengo que repetir este proceso hasta obtener la espada perfecta, una sola vez no es suficiente". El herrero hizo una larga pausa, y siguió: "A veces el acero que llega a mis manos no logra soportar este tratamiento; el calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenarlo de rajaduras. En ese momento, me doy cuenta de que jamás se transformará en una buena hoja de espada y entonces, simplemente lo dejo en la montaña de fierro viejo que ves a la entrada de mi herrería".

Hizo otra pausa más, y el herrero terminó: "Sé que Dios me está colocando en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, y a veces me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero. Pero la única cosa que pienso es: Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí. Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me pongas en la montaña de fierro viejo de las almas".

Para que un día yo también pueda decir....."He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe." (2 Timoteo 4, 7)
Autor: P. Dennis Doren L.C.

martes, 10 de abril de 2012

Resucitó Cristo, mi esperanza!

Si Jesús ha resucitado, entonces - y sólo entonces- ha ocurrido algo realmente nuevo, que cambia la condición del hombre y del mundo.
Mensaje pascual, Domingo de Resurrección, de SS Benedetto XVI, 8 abril 2012

Queridos hermanos y hermanas de Roma y del mundo entero:

Resucitó Cristo, mi esperanza (Secuencia pascual).

Llegue a todos vosotros la voz exultante de la Iglesia, con las palabras que el antiguo himno pone en labios de María Magdalena, la primera en encontrar en la maña de Pascua a Jesús resucitado. Ella corrió hacia los otros discípulos y, con el corazón sobrecogido, les anunció: He visto al Señor»(Jn 20,18). También nosotros, que hemos atravesado el desierto de la Cuaresma y los días dolorosos de la Pasión, hoy abrimos las puertas al grito de victoria:

¡Ha resucitado! ¡Ha resucitado verdaderamente!.

Todo cristiano revive la experiencia de María Magdalena. Es un encuentro que cambia la vida: el encuentro con un hombre único, que nos hace sentir toda la bondad y la verdad de Dios, que nos libra del mal, no de un modo superficial, momentáneo, sino que nos libra de él radicalmente, nos cura completamente y nos devuelve nuestra dignidad.

He aquí porqué la Magdalena llama a Jesús mi esperanza:porque ha sido Él quien la ha hecho renacer, le ha dado un futuro nuevo, una existencia buena, libre del mal. «Cristo, mi esperanza», significa que cada deseo mío de bien encuentra en Él una posibilidad real: con Él puedo esperar que mi vida sea buena y sea plena, eterna, porque es Dios mismo que se ha hecho cercano hasta entrar en nuestra humanidad.

Pero María Magdalena, como los otros discípulos, han tenido que ver a Jesús rechazado por los jefes del pueblo, capturado, flagelado, condenado a muerte y crucificado. Debe haber sido insoportable ver la Bondad en persona sometida a la maldad humana, la Verdad escarnecida por la mentira, la Misericordia injuriada por la venganza.

Con la muerte de Jesús, parecía fracasar la esperanza de cuantos confiaron en Él. Pero aquella fe nunca dejó de faltar completamente: sobre todo en el corazón de la Virgen María, la madre de Jesús, la llama quedó encendida con viveza también en la oscuridad de la noche.

En este mundo, la esperanza no puede dejar de hacer cuentas con la dureza del mal. No es solamente el muro de la muerte lo que la obstaculiza, sino más aún las puntas aguzadas de la envidia y el orgullo, de la mentira y de la violencia. Jesús ha pasado por esta trama mortal, para abrirnos el paso hacia el reino de la vida. Hubo un momento en el que Jesús aparecía derrotado: las tinieblas habían invadido la tierra, el silencio de Dios era total, la esperanza una palabra que ya parecía vana.

Y he aquí que, al alba del día después del sábado, se encuentra el sepulcro vacío. Después, Jesús se manifiesta a la Magdalena, a las otras mujeres, a los discípulos. La fe renace más viva y más fuerte que nunca, ya invencible, porque fundada en una experiencia decisiva:

Lucharon vida y muerte / en singular batalla, / y, muerto el que es Vida, triunfante se levanta». Las señales de la resurrección testimonian la victoria de la vida sobre la muerte, del amor sobre el odio, de la misericordia sobre la venganza: Mi Señor glorioso, / la tumba abandonada, / los ángeles testigos, / sudarios y mortaja.

Queridos hermanos y hermanas: si Jesús ha resucitado, entonces - y sólo entonces - ha ocurrido algo realmente nuevo, que cambia la condición del hombre y del mundo. Entonces Él, Jesús, es alguien del que podemos fiarnos de modo absoluto, y no solamente confiar en su mensaje, sino precisamente en Él, porque el resucitado no pertenece al pasado, sino que está presente hoy, vivo.

Cristo es esperanza y consuelo de modo particular para las comunidades cristianas que más pruebas padecen a causa de la fe, por discriminaciones y persecuciones.

Y está presente como fuerza de esperanza a través de su Iglesia, cercano a cada situación humana de sufrimiento e injusticia.

[...]


¡Feliz Pascua a todos!
Autor: SS Benedicto XVI.

lunes, 9 de abril de 2012

COSAS DE MI EXTREMADURA

Hace algún tiempo, comencé poniendo en la Red Social Facebook, un serie de vídeos dedicados a dar a conocer tantos y tantos bellos rincones, como esta tierra Extremeña posee, parece que Dios se detuvo y se recreo en la creación de tan bonita región con parajes naturales, que son la admiración de cuanto los visitan.

En principio y pensando en que todo aquel que entrara en mi muro (así se denomina el espacio personal de  cada uno en la Red)  identificara y encontrara lo antes posible el vídeo de cada día, todos llevan como encabezamiento “COSAS DE MI EXTREMADURA”.

Ha sido tal, la buena acogida que ha tenido en la Red, que me ha llevado a crear dentro de este blog un rincón denominado también “Cosas de mi Extremadura” aquí iré recopilando vídeos sobre, Monumentos, Pueblos, Monasterios y todo aquello que merezca darlo a conocer.

Espero no hacer distinciones entre ninguna de las dos provincias, aun siendo Pacense nunca, o al menos intencionadamente,  pondré mas sobre la provincia de Badajoz.

Espero que este nuevo balcón que abre hoy este blog, sea del agrado de todos los lectores y admitiendo todo tipo de sugerencia que puedan mejorarlo.

Solo me resta como administrador único de este blog, dar nuevamente las gracias a todos por las visitas realizadas al mismo.
Reciban un cordial saludo.
Manuel Murillo.

Casares de las Hurdes "Extremadura"

Baños de Montemayor "Extremadura "

LA CUMBRE UN PUEBLO MUY EXTREMEÑO