"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

domingo, 26 de junio de 2011

Que lindo es mi Cristo


Nunca nos deja
Siempre está con nosotros….

Una de las mayores Virtudes, LA CARIDAD

ADORO TE ...

"Santísimo Cuerpo y Sangre de Jesucristo"
Hermanos:
El Cáliz de la bendición con el que damos gracias, ¿ no nos une a Cristo por medio de su sangre? Y el pan que partimos ¿ no nos une a Cristo por medio de su cuerpo? El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un sólo cuerpo, porque todos comemos del mismo pan. 1Co.10,16-17.
Palabra de Dios.
Hermoso video!!! hermoso!!!
Dios les bendiga infinitamente...

Una de las Grandes Virtudes, LA CARIDAD

sábado, 25 de junio de 2011

El AMOR en el jardín del alma...

El AMOR es un ejercicio de jardineria...
arránca lo que hace daño,
prepara el terreno,
siembra...
sé paciente, riega y cuida...
...Debes estar preparado porque habrán plagas, sequías
y exceso de lluvia...
más, por eso no abandones tu jardín...
AMA... es decir, acepta... valora...respeta... dá afecto y ternura... admira y comprende.
eso es todo...
AMA...
Dios te bendiga...

Que lindo es mi Cristo...

                                           Nunca nos deja...
                                           Siempre está con nosotros...

LA AMISTAD Y SUS VALORES

Inicios


Una de las grandes satisfacciones que tiene el ser humano en su vida cotidiana, es la gran seguridad de contar con grades amigos. Con el paso del tiempo, la amistad se fortalece sin darnos cuenta, la convivencia ha traído consigo aficiones, gustos e intereses en común, compartiendo preocupaciones, alegrías, tristezas, y la seguridad de contar con un apoyo incondicional.

La esencia principal de la amistad, radica en los valores que son el cimiento de las relaciones duraderas, porque nuestra amistad sobrepasa con mucho la superficialidad. Siempre quedamos en lo anecdótico, la broma, el buen momento ó pasivamente en disposición para lo que se ofrezca.

Es de gran utilidad considerar la gran importancia que tienen los valores para fortalecer el valor de la amistad, entre los más importantes se encuentran:

La Coherencia

Es de fundamental importancia mostrar una personalidad única con todas las personas y en todos los ambientes: vocabulario, modales, actitudes, opinión, y nuestra conducta en general. Nada es más desconcertante que descubrir distintas formas de ser en una misma persona, esto afecta significativamente la comunión expedita, a la vez provoca desconfianza y demuestra falta de madurez.

La Flexibilidad

Es la adaptación a los distintos ambientes, y facilita la comunicación y permite a su vez acrecentar nuestro círculo de amistades. Debemos tomar en cuenta que la persona flexible es amable y a la vez servicial, en todo lugar, si sólo tenemos atenciones con las personas que conocemos, no se puede hablar de flexibilidad.

Hay signos evidentes de flexibilidad son: ceder la palabra; rectificar la opinión, pedir disculpas públicas; participar de las actividades y aficiones que gustan a los demás ( siempre y cuando permitan la vivencia de los valores ), aceptar de buen grado los consejos sanos, y las recomendaciones sobre nuestra persona con sencillez y serenidad.

Como detalle importante, podemos señalar que una persona puede tener varios amigos con intereses diametralmente opuestos; la flexibilidad nos permite alejar ese sentimiento de exclusividad que muchas personas equivocadamente reclaman. Cada persona por ser naturlmente diferente aporta definitivamente algo distinto en la vida de los demás, en eso consiste el enriquecimiento personal y el cultivo de amistades.

La Comunicación

La verdadera comunicación, no es una agradable conversación que muchas veces puede ser también superficial. Comunicarse significa participar de nuestro yo a nuestros amigos, conla sinceridad de las palabras, transmitiendo de verdad nuestros verdaderos punto de vista, y la manera de sentir, sólo así existe un intercambio real y verdadero de pensamientos que desembocan en la comprensión y el entendimiento formal.

La forma más simple de conservar una amistad, es manteniendo contacto frecuente con nuestros amigos, sin importar realmente la distancia, pues unos simples minutos bastan para hacer una llamada ó escribir un correo electrónico.

Preguntar por el estado de salud, el trabajo diario, cual fue el resultado de sus últimos planes, enviar saludos a la familia en general... y tantas cosas que podemos decir que demuetran interés y sincera amistad.

Por lo tanto, hay personas que se llaman nuestros amigos, pero sólo aparecen cuando necesitan algo de nuestra persona, y no cuando estamos enfermos, preocupados, felices ó aburridos. Ese es la mejor forma de mantener a sus amigos, llamándolos en su momento oportuno y mantener su interés en continuar disfrutando de la amistad en el futuro.

La Generosidad

Lo más importante de este valor, es hacer lo posible por otorgar nuestro tiempo, recursos, conocimientos y las cualidades cuando los demás lo necesiten, donde no importa realmente si piden ó no nuestra intervención.

Muchas veces, esperamos pacientemente que nuestros amigos estén a nuestra disposición, y lo demuestran con hechos plausibles; pero en ocasiones, por distracción ó simple comodidad no correspondemos de la misma manera, ¿no es esto una forma de aprovechar y utilizar la amistad en beneficio personal?

La generosidad, no tiene barreras, pues los amigos dan su persona desinteresadamente y sin límites; están muchas veces pendientes de las preocupaciones y de las necesidades; acompañándonos en la enfermedad ó en los malos momentos; gozan de los triunfos y de las alegrías, sin el sentimiento mezquino de la envidia; la generosidad se extiende a las cosas materiales, la ayuda para reparar el auto...

La Lealtad

No hay riqueza más valiosa que un buen amigo seguro. Ser leal, supone realmente ser una persona de palabra, que responda con fidelidad a los compromisos que la amistad lleva consigo; los amigos nobles no critican, ni murmuran, ni traicionan una confidencia personal, y siempre se encuentra veracidad en sus palabras. Son verdaderos amigos, quienes defienden a capa y espada los intereses y el buen nombre de sus amigos.

Ser leal, también es hablar claro y ser muy franco; la lealtad también se demuestra al corregir a un amigo que se equivoca al tomar una decisión importante en su vida cotidiana.

El Agradecimiento

Un pequeño detalle de agradecimiento fortalece enormemente nuestra amistad significativamente, no pensemos en objetos, devolver el favor en la misma proporción ó cualquier cosa extraña, entre los amigos hasta dar las gracias sinceramente como un reconocimiento efectivo a la ayuda desinteresada que hemos recibido. Pero, sobre todo hay que decirlo.

Debemos tomar en cuenta que los pequeños detalles son espontáneos, y que a la vez representan verdaderas muestras de afecto, pero nunca deben aparecer como "pago" al beneficio que desinteresadamente recibimos, pues los obsequios, invitaciones y otros detalles, son elementos naturales de una amistad sincera.

La Superación

Los verdaderos amigos, siempre nos ayudarán a superarnos y a vivir mejor, porque el interés está puesto en la persona, no en sus pertenencias, posición ó lo divertido, que puede ser. La confianza, el consejo oportuno sobre las buenas costumbres, hábitos, diversiones ó el orden de nuestros afectos, constituyen muestras claras de un gran aprecio, compromiso y de responsabilidad.

Los valores, nos ayudan enormemente a encontrar nuevos amigos sinceros, y mejores amistades, porque nuestra actitud es franca y a la vez abierta para todas las personas. Ser un "mejor amigo", no es un objetivo para buscar el reconocimiento ó alimentar nuestra vanidad humana, es simplemente una forma de elevar la calidad de las relaciones humanas, poniendo siempre nuestro ejemplo en todas las actividades que hagamos en el futuro.

Por: Autor desconocido

viernes, 24 de junio de 2011

AMISTAD VERDADERA

La primera lección para obtener cariño

Preguntaron a una madre cuál era el secreto para obtener que sus hijos fueran tan amados por los demás, y ella respondió:


"Mi primera lección es enseñarles a sonreír".

Y resumía así los consejos que ella da a sus hijos:

Sonríe, sonríe, hasta que notes que tu continua seriedad o tu severidad habitual hayan desaparecido.

Sonríe, hasta que logres que el calor de tu rostro alegre, caliente tu corazón que tiende a ser frío.

Recuerda que tu sonrisa tiene un trabajo que hacer:

ganar amigos para ti, y almas para Dios. Puedes ser apóstol con sólo sonreír.

Sonríe a los rostros solitarios.

Sonríe a los rostros enfermos.

Sonríe a los rostros arrugados de los ancianos.

Sonríe a los rostros sucios de los pordioseros.

Deja que en tu familia todos gocen de la belleza y de la inspiración que provienen de tu rostro sonriente.

Cuenta, si tú quieres, el número de sonrisas que la tuya haya despertado en otros durante el día.

Ese número representa cuántas veces tú has fomentado la felicidad, la alegría, el ánimo y la confianza en otros corazones.

La influencia de la sonrisa se extenderá hasta donde tú ni siquiera alcanzas a sospechar.

Tu sonrisa te abre muchas puertas, allana las dificultades y hasta puede obtenerte excepcionales favores.

Puede ser un comienzo de conversión a la Fe.

Puede ganarte un sinnúmero de verdaderos amigos.

Y sonríe también a Dios: aceptando lo que él quiere que te suceda, porque ya sabes que todo redunda en bien de los que aman al Señor.

Sufrir con amor es delicioso, pero sonreír en el sufrimiento es el arte supremo del amor.

Sonreír en el sufrimiento es cubrir con pétalos vistosos y perfumados las espinas de la vida, para que los demás sólo vean lo que agrada, y Dios, que ve en lo profundo, anote lo que nos va a recompensar.

Y así obtendrás que en el último día, Cristo tu Juez, te sonría también satisfecho y te lleve a donde nunca vas a dejar de sonreír.

Juan Bautista un gran hombre

Juan bautiza a quienes le hacen caso y quieren cambiar. Hoy te invita a que cambies tu.
Autor: Archidiócesis de Madrid
Fuente: Archidiócesis de Madrid

La madre, Isabel, había escuchado no hace mucho la encantadora oración que salió espontáneamente de la boca de su prima María y que traía resonancias, como un eco lejano, del antiguo Israel. Zacarías, el padre de la criatura, permanece mudo, aunque por señas quiere hacerse entender.

Las concisas palabras del Evangelio, porque es así de escueta la narración del nacimiento después del milagroso hecho de su concepción en la mayor de las desesperanzas de sus padres, encubren la realidad que está más llena de colorido en la pequeña aldea de Zacarías e Isabel; con lógica humana y social comunes se tienen los acontecimientos de una familia como propios de todas; en la pequeña población las penas y las alegrías son de todos, los miedos y los triunfos se comparten por igual, tanto como los temores. Este nacimiento era esperado con angustiosa curiosidad. ¡Tantos años de espera! Y ahora en la ancianidad... El acontecimiento inusitado cambia la rutina gris de la gente. Por eso aquel día la noticia voló de boca en boca entre los paisanos, pasa de los corros a los tajos y hasta al campo se atrevieron a mandar recados ¡Ya ha nacido el niño y nació bien! ¡Madre e hijo se encuentran estupendamente, el acontecimiento ha sido todo un éxito!

Y a la casa llegan las felicitaciones y los parabienes. Primero, los vecinos que no se apartaron ni un minuto del portal; luego llegan otros y otros más. Por un rato, el tin-tin del herrero ha dejado de sonar. En la fuente, Betsabé rompió un cántaro, cuando resbaló emocionada por lo que contaban las comadres. Parece que hasta los perros ladran con más fuerza y los asnos rebuznan con más gracia. Todo es alegría en la pequeña aldea.

Llegó el día octavo para la circuncisión y se le debe poner el nombre por el que se le nombrará para toda la vida. Un imparcial observador descubre desde fuera que ha habido discusiones entre los parientes que han llegado desde otros pueblos para la ceremonia; tuvieron un forcejeo por la cuestión del nombre -el clan manda mucho- y parece que prevalece la elección del nombre de Zacarías que es el que lleva el padre. Pero el anciano Zacarías está inquieto y se diría que parece protestar. Cuando llega el momento decisivo, lo escribe con el punzón en una tablilla y decide que se llame Juan. No se sabe muy bien lo que ha pasado, pero lo cierto es que todo cambió. Ahora Zacarías habla, ha recuperado la facultad de expresarse del modo más natural y anda por ahí bendiciendo al Dios de Israel, a boca llena, porque se ha dignado visitar y redimir a su pueblo.

Ya no se habla más del niño hasta que llega la próxima manifestación del Reino en la que interviene. Unos dicen que tuvo que ser escondido en el desierto para librarlo de una matanza que Herodes provocó entre los bebés para salvar su reino; otros dijeron que en Qunram se hizo asceta con los esenios. El oscuro espacio intermedio no dice nada seguro hasta que «en el desierto vino la palabra de Dios sobre Juan». Se sabe que, a partir de ahora, comienza a predicar en el Jordán, ejemplarizando y gritando: ¡conversión! Bautiza a quienes le hacen caso y quieren cambiar. Todos dicen que su energía y fuerza es más que la de un profeta; hasta el mismísimo Herodes a quien no le importa demasiado Dios se ha dejado impresionar.

Y eso que él no es la Luz, sino sólo su testigo.