"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

miércoles, 30 de septiembre de 2020

SOBRE EL PERDON


Qué fácil es hablar del perdón, pero que difícil es darlo.
Algunos han dicho que es un don el saber que estamos equivocados y que podemos ser perdonados; pero ¿qué pasa con los que se equivocan y nos hacen daño?
Algunas veces deseamos castigar a dicha persona, pero quienes salen más castigados somos nosotros mismos y para liberarnos es necesario renunciar a esos sentimientos dolorosos que no son nuestros, sino que son de quien nos hizo daño, y hay que dejarlos ir.
Cuándo sucede esto, me pregunto, ¿qué hubiera yo hecho en lugar de la otra persona que me hizo daño, si yo hubiera estado en la misma situación y circunstancias?
Casi siempre concluyo que en ese momento, lo que hizo esa persona fue su mejor opción para él, aunque no para mí, y lo que la otra persona hizo fue sólo protegerse, no fue su intención hacerme daño.
¿Acaso no hice sentir yo alguna vez a otra persona de la misma manera?
¿Estaré pensando que mis sentimientos valen más que los de la otra persona?
Y de ahí viene la siguiente reflexión:
Me siento herido, pero eso no significa que la otra persona sea mala o en verdad quiera hacerme daño. Simplemente la otra persona no conoce toda mi vida ni mi pasado, igual que yo no conozco el suyo, y no sabe lo que traigo guardado en mi historia personal.
El perdón no se pide, se da... Y la razón más importante para darlo es que me libero de una gran carga.
¿Qué prefieres? ¿Ser feliz o tener la razón?

 


 

 

martes, 29 de septiembre de 2020

LA VIDA ES UNA COPA LLENA DE FELICIDAD


La vida es una copa plena de felicidad, pero nunca se te da llena.
Te dan un sorbito de vez en cuando, un sorbito que tienes que ir llenando gota a gota todos los días, para sobrevivir.
No te la pases agitando tus desgracias, pronosticando tragedias imaginarias, asustado por posibles males que a lo mejor no llegan nunca.
Nacemos para luchar por la felicidad... casi para crearla, para hacerla a pesar de la tristeza, los desencantos, los errores, las malas jugadas y los irremediables imprevistos.
La felicidad no se va buscando en bienes y placeres. Se actúa bien y ella sola se nos va presentando.
La felicidad no es estar añorando y extrañando todo lo que nos falta sino encajar en todo lo que tenemos.
No vendas tu felicidad...¡regálala!
No busques para ella fórmulas sencillas ni baratas... Cuesta trabajo, son caros los ingredientes:
Compartir lo que tienes
Amar sin exigencias
Perdonar sin cicatrices
Aceptar sin perfecciones
Agradecer lo que te dan
¡Y no rendirte nunca!
Todo tiene que ir armonizando...... Del panal, un poquito de miel
Del mar un poquito de sal
De la vida un toquecito de optimismo
De la imaginación, algo de sueño
Del dolor, algo de raíz
¡ Y de la fe, algo de roca!
No somos felices, porque no sabemos como llenar nuestra copa, porque no sabemos dar a la vida un máximo de calidad y rendimiento, porque miramos al mundo como un esclavo, al camino empedrado como un imposible, a la mala suerte como una sombra que nos persigue, ¡ al ideal como algo inalcanzable !
No olvides que la más linda manera de ser Feliz es ocuparse de que otros lo sean.
Da mucho de ti mismo y la felicidad llegará SOLA
Llena tu copa...! y salda tu cuenta siendo Feliz.

 


 

 

 

lunes, 28 de septiembre de 2020

LA MARIPOSA


Un hombre encontró un capullo de una mariposa y se lo llevó a casa para poder ver a la mariposa cuando saliera del capullo.

Un día vio que había un pequeño orificio y entonces se sentó a observar por varias horas, viendo que la mariposa luchaba por abrirlo más grande y poder salir.

El hombre vio que la mariposa forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento.

Parecía que se había atascado. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó al lado del agujero para hacerlo más grande y ahí fue que por fin la mariposa pudo salir del capullo. Sin embargo, al salir la mariposa tenía un cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas.

El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba.

Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas. Nunca pudo llegar a volar.

Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió, fué que la restricción de la apertura del capullo y la lucha requerida por la mariposa, para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que estuviesen grandes y fuertes y luego pudiese volar.

La libertad y el volar solamente podían llegar luego de la lucha. Al privar a la mariposa de la lucha, también le fue privada su salud.

Algunas veces las luchas son lo que necesitamos en la vida. Si la naturaleza nos permitiese progresar por nuestras vidas sin obstáculos, nos convertiría en inválidos. No podríamos crecer y ser tan fuertes como podríamos haberlo sido.

Cuánta verdad hay en esto! Cuántas veces hemos querido tomar el camino corto para salir de dificultades, tomando esas tijeras y recortando el esfuerzo para poder ser libres.

Necesitamos recordar que nunca recibimos más de lo que podemos soportar y que a través de nuestros esfuerzos y caídas, somos fortalecidos así como el oro es refinado con el fuego.

Nunca permitamos que las cosas que no podemos tener, o que no tenemos, o que no debamos tener, interrumpan nuestro gozo de las cosas que tenemos y podemos tener. Nunca pensemos ni nos enfoquemos en lo que no tenemos, disfrutemos cada instante de cada día por lo que tenemos y nos ha sido dado!!!

 


 

 

 

domingo, 27 de septiembre de 2020

LA PALABRA “AMOR”, SE ESCRIBE CON “P”


Porque para amar se debe poseer PACIENCIA en los momentos en que el mismo amor te pone a prueba.
El verdadero amor se escribe con "P", porque para olvidar un mal recuerdo debe de existir PERDÓN antes que el odio entre a aquellos que se aman.
Amor se escribe con "P"... porque para obtener lo que deseas, debes de PERSEVERAR hasta alcanzar lo que te has propuesto.
El sincero amor se escribe con "P"... porque la PACIENCIA, el PERDÓN y la PERSEVERANCIA son ingredientes necesarios para que un amor perdure.
Porque amor es también.... una PALABRA dicha a tiempo...
Es el PERMITIRSE volver a confiar...
Es PERMANECER en silencio escuchando al otro...
Es esa PASIÓN, que nos llena de estrellitas los ojos al pronunciar el nombre del que amamos...
El amor se escribe con "P"... Porque son esas PEQUEÑAS cosas que nos unen al ser amado día tras día.

 


 

 

sábado, 26 de septiembre de 2020

EXPRESANDO EL AMOR


¿No es verdad que a veces somos tímidos para expresar el amor que sentimos?
¿Puede ser que por no "avergonzar" a la otra persona o por no avergonzarnos a nosotros mismos dudamos en decir : "TE QUIERO".
Y tratamos de decirlo con otras frases como: "CUÍDATE"..."NO MANEJES RÁPIDO" "PÓRTATE BIEN"...
Acaso no son diferentes formas de decir "TE QUIERO, eres importante para mí"... o "Me importas, no quiero que estés mal?
A veces, en verdad, somos extraños: la única cosa que queremos decir, es la única cosa que no decimos. Y, muchas veces no lo comunicamos del todo y la otra persona se siente ignorada y no querida.
Por esto, debemos ESCUCHAR AL AMOR en las palabras que las otras personas nos dicen. Las palabras explícitas son necesarias, pero con frecuencia, la manera de decir las cosas es aún más importante.
Un apodo dicho cariñosamente porta mayor afecto y amor que los sentimientos que son expresados de manera poco sincera.
Un abrazo o un beso impulsivos dicen: "TE AMO", aún cuando las palabras digan algo diferente.
Cualquier expresión de preocupación de una persona por otra dice: "TE QUIERO".
El problema de escuchar al amor es que no siempre entendemos el lenguaje de amor que la otra persona está usando.
Lo cierto es que rara vez escuchamos; oímos las palabras, pero no escuchamos las acciones que acompañan esas palabras o en las expresiones del rostro.
Normalmente solo escuchamos el rechazo o el malentendido. No vemos el amor que está allí, debajo de la superficie aún cuando las palabras sean amargas.
"Si escuchamos atentamente, nos daremos cuenta que somos más amados de lo que pensamos"