"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

lunes, 24 de junio de 2019

SOLO LO HACE LA IGLESIA


Pagó la última ronda de unas cervezas que le habían sentado divinamente después de una intensa semana de trabajo, se lo habían pasado bomba despotricando del viaje del Papa, de la hipocresía de la Iglesia, de todo lo que les pedía el anticlericalismo que los unía como la amistad que se profesaban y que les servía para estar colocados en la misma empresa pública de la Junta.

Se fue a casa para comer algo antes de echarse una buena siesta, pero de camino se encontró con un olor que lo llevó directamente hasta el paraíso efímero de su infancia. Un olor a cocido, a caldo humeante, el aroma que lo recibía cuando llegaba a su casa después del colegio, con su madre atareada en la humilde cocina donde la olla hervía sin cesar.
 
Entró en un local que le pareció un restaurante modesto, pero con encanto; iba distraído pensando en el Informe Técnico sobre Prevención de Riesgos Psicosociales de las Personas Expuestas a Situaciones de Disrupción Económica Familiar que le habían encargado en la empresa pública donde trabaja. En realidad, no era un restaurante; sino un autoservicio frecuentado por gente de toda condición. Había personas ataviadas a la antigua usanza, junto a individuos solitarios que vestían según las normas alternativas del arte povera.
 
De pronto abrió los ojos y se quedó pasmado al comprobar que, quien le servía la comida en la bandeja, era una monja. Aquello era un comedor social y se vio rodeado de eso que nunca se nombra en los informes ni en los dosieres que prepara: pobres.
 
Quiso retirarse; pero la monja no lo dejó. Le sonrió y le dijo que no se preocupara, que la primera vez es la más complicada, que no debía avergonzarse de nada, que el cocido estaba buenísimo y que, de segundo, había filete empanado; que no se perdiera las vitaminas de la ensalada ni de la fruta, y que podía rematar la comida con un helado de los que había regalado una fábrica cuyo nombre obvió. Se vio sentado a una mesa donde un matrimonio mayor, y bien vestido, comía en silencio, sin levantar los ojos de la bandeja. Enfrente, un tipo con barba descuidada sonreía mientras devoraba el filete empanado y le contaba su vida; había perdido el trabajo, el banco se había quedado con su casa, después del divorcio no sabía a dónde ir; menos mal que las monjas le daban comida y ropa, y que dormía en el albergue bajo techo. Al final, he tenido suerte en la vida, compañero; así que no te agobies, que de todo se sale...
 
No podía creer lo que estaba sucediendo. Nadie le había pedido nada por darle de comer, ni le habían preguntado por sus creencias. Se limitaban a darle de comer al hambriento, sin adjetivos.
 
Al salir, no le dio las gracias a la monja que le había dado de comer. Pero no fue por mala educación, sino porque no podía articular palabra. Una inclinación de cabeza. Ella le contestó con una sonrisa leve.
Vuelve cuando lo necesites y, si no estoy, di que vienes de parte mía. Me llamo Esperanza.
 
Pregunta:
¿Hay algún comedor social regido por ateos o por los sindicatos?
Respuesta:
NO,No,NO. “SOLO LO HACE LA IGLESIA CATOLICA”.


domingo, 16 de junio de 2019

ENGAÑO O FRAUDE.



Autor: Jose Maria Murillo Garcia.
Badajoz, 15 de junio del 2019.

Si, engaño, fraude, timo, estafa, todo esto y algo mas se le puede llamar, a esto hemos asistido, después de tragarnos no sé cuantos días de “campaña”, elucubraciones de posibles pactos y sus venideras consecuencias.

Nos repetían, que el voto era más necesario que nunca, que el llevaría a los distintos puestos de la administración, municipal o autonómica, a la persona mas afín a nuestra forma de pensar, engaño total, tu voto y el mío, han servido para que los llamados políticos, se dediquen a situarse, donde más le conviene a su partido, y por supuesto a ellos mismos, la pela es la pela.

Se dan toda clase de pactos, los que vociferaban que no, ahora dicen que si, y viceversa.

Si esto fuera poco, con el afán de ser los más innovadores, encuentra la mejor fórmula, para llevar un municipio, no uno pequeño, no, nada más y nada menos que el de Madrid,  repartir la legislatura entre los dos partidos que aspiran a la Alcaldía, dos años el sillón para ti, y los dos restantes para mí.

Todo esto es para que veamos, lo que son capaces de hacer por “nosotros” estos señores políticos. Si señor así se hace, estar toda la legislatura, seria de ambicioso, hay que compartir.

Los que quedamos fuera de la política activa, o digamos sin paga, no llegamos a entender como un Ayuntamiento como Madrid, se puede uno comprometer a hacer algo en dos años ¿Quién es ese fuera de serie? En esos dos años, había que primero conocer la economía real del municipio, hacer estudios de inversiones en los distintos servicios, aprobar los gastos, estudiar y realizar los proyectos, para presentarlos a pleno y una vez pasados estos trámites, poner la primera piedra si hemos conseguido que nadie interponga recurso alguno.

También es cierto que no me daba cuenta, que a los dos años hay otros regidores, que como es lógico querrán dejar lo mejor posible a su partido, y por lo tanto no seguirán las iniciativas del anterior.

A los votantes, (que no somos los políticos) se nos ocurre, si quizás el repartir la legislatura en pueblos pequeños podría dar gusto a alguno, pero en capitales de provincia, donde hay que hacer estudios de zonas urbanas, trazados de nuevas vías,  o simplemente mejorar servicios de abastecimientos o saneamientos, de zonas de recreo o ajardinado etc. nos parece inviable.

Quizás no vendría mal para mitigar la deuda, hacer una concentración de municipios, quedando en cada pequeño pueblo, una oficina, donde los habitantes a través de la informática resuelvan sus cuestiones municipales.

Lo malo, es que reduciríamos, Alcaldes Concejales y todo lo que eso lleva consigo.

Por favor, veamos si entre todos somos capaces de que nuestros hijos y nietos sean capaces de vivir al menos, como lo hemos hecho nosotros, trabajando.

Ya está bien de ideas luminosas, trabajemos en beneficio de todos.