Abandona la vía segura y cómoda. Lánzate a la ruta incierta, esa ruta que
te toca comenzar ahora a vivir
El pasar de los años, la rutina de los días, la erosión de las horas, van
produciendo en nuestra vida y en nuestra alma un cierto cansancio, ese natural
desgaste que no quisiéramos experimentar; pero la realidad es que ya no vemos
la vida como antes, nos cuesta tomar decisiones que nos obliguen a sacudirnos
de todo ese peso que se va incrustando en nuestra alma y en nuestra conciencia,
nuestro ideal se nos ha apagado, el anhelo de seguir trabajando ha
desaparecido, el ejercitar una virtud, el luchar contra las tentaciones, todo
este mar de posibilidades para superarnos y crecer ha perdido su brillo y ahora
nos encontramos tirados en el fango de la mediocridad, en el pantano de
nuestras propias decepciones y fracasos, la vida ha perdido su ilusión y
esperamos que un milagro cambie nuestra vida. Este milagro sucede siempre que
experimentamos alguna situación que nos sacude y nos impulsa a salir adelante,
a tener que esforzarnos y a vencernos a nosotros mismos; este milagro está
tocando a tu puerta, no dejes que pase de largo.
Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se
había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango y se hallaba siempre
sucio por el pestilente lodo.
Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día un
gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue tragado por el cieno y
él se dio cuenta que iba a morir.
En un deseo repentino de salvarse, comenzó a aletear con fuerza para emprender
el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado cómo volar, pero
enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el
ancho cielo, llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso.
Los problemas, las dificultades y los fracasos son como el ventarrón que ha
destruido tu guarida y te están obligando a elevar el vuelo, a mirar con
optimismo tu futuro y aprovecharlos como una oportunidad para mejor.
Nunca es tarde. No importa lo que se haya vivido, no importa los errores que se
hayan cometido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no
importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir BASTA, para oír el
llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el lodo y volar ALTO
y muy lejos del pantano.
Abandona la vía segura y cómoda. Lánzate a la ruta incierta, esa ruta que te
toca comenzar ahora a vivir, con nuevos desafíos, nuevos retos, nuevos amigos,
nuevos maestros, llena de enigmas e inseguridades. Dios te acompañará y te dirá
qué camino tomar.
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